Los días iban pasando a medida que me acostumbraba a mi nueva realidad. Me sentía bastante cómoda en aquella casa y poco a poco la iba considerando mi hogar.
Por otro lado, mis clases de hechicería seguían igual. Aunque le ponía mucho empeño, no conseguía completar la primera lección. Estaba un poco desanimada por ello, pero no me daría por vencida tan fácilmente. No, señor.
Cada día que no tenía que ir a trabajar por la mañana, me levantaba temprano para seguir con el entrenamiento. Ahora entiendo lo duro que debe ser para la gente que estudie y trabaje a la vez. Acababa la jornada agotada.
Un día estaba en la biblioteca del santuario intentando descifrar uno de los tantos libros que me había prestado el doctor.
Como no entendía la mayoría de cosas, en mi aburrimiento saqué un papel y empecé a garabatear algunos bocetos vagamente. Después de un tiempo, escuché que se aproximaba alguien a la sala. Me apresuré en colocar el papel en el libro y lo cerré con rapidez. Al girarme vi a Wong entrar en la biblioteca con algunos libros bajo el brazo.
—Vaya, así que estabas aquí. Ya me parecía que había demasiado silencio —bromeó.
—Llevo toda la tarde intentando entender lo que pone aquí. Una sugerencia, ¿podríais intentar escribir los libros para principiantes en un idioma que podamos leer todos?
—El Sanscrito es un poco complicado al principio, pero–
—Con práctica se hace más fácil. Sí, ya lo sé. No sé cuantas veces he escuchado esa frase en los últimos días —me agarré ambos lados de la cabeza con irritación.
—Strange me ha dicho que aún no has podido hacer un portal —lo miré con mala cara. —No me lo dijo para burlarse. Tampoco sería el más indicado, tardó bastante en hacer uno también —esta vez lo miré un poco sorprendida.
—Ahora entiendo por qué aún no se ha burlado de lo mal que se me da. Por cierto, ¿dónde anda metido? Hace un buen rato que no le veo.
—Está en la sala de meditación.
—Para variar.
—Parece que ya lo conoces bastante bien —rió mientras colocaba los libros en las estanterías.
—Vivimos bajo el mismo techo y aunque la casa es grande, es difícil no encontrase por los pasillos —me levanté con pesadez. —¿Me haces un favor? Te dejo estos libros aquí para que se los devuelvas. Voy a practicar un poco antes de cenar.
—Claro —le agradecí y salí de la biblioteca para dirigirme a mi habitación.
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—Estás mintiendo.
—No es cierto.
—Sí, lo es. Levanta y lo averiguamos.
Levanté la carta con un rápido movimiento y el asiático frente a mí gruñó entre dientes y maldijo en voz baja. Reí por su comportamiento. Le había vuelto a ganar.
Después de cenar decidimos matar el tiempo jugando a un juego de cartas. Siempre me gustaron mucho, pero nunca tenía la suficiente compañía para disfrutarlos. Así que mayoría de veces jugaba al solitario.
En esas últimas semanas había podido conocer un poco más a Wong. A pesar de su apariencia seria era bastante animoso y tenía buen fondo.
Por el contrario, no pude decir lo mismo de Stephen. A pesar de vivir en la misma casa, no lo conocía lo suficiente y no podía afirmar mucha cosa. Solo que a veces era un poco arrogante y egocéntrico. Pero no peleábamos tanto como esperaba cuando me mudé allí. Nos soportábamos, por así decirlo.
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𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐠𝐢𝐜 𝐈𝐧 𝐘𝐨𝐮 || 𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐱 𝐎𝐜 ||
Romance"Si me dieran a elegir entre cambiar el pasado o quedarme con este presente, elegiría la segunda opción. Porque prefiero vivir mil veces todo lo que pasé para llegar hasta aquí, que vivir un presente en el que no estés aquí. Conmigo."