One-Shot's S!MaleReader x Tokyo Revengers

Kazutora Hanemiya

Cuando ocurrió lo de Shinnichiro, y sus amigos perdieron contacto con Kazutora, Daiki fue el único que averiguó la ubicación de la correccional donde estaba Kazutora, todos los días lo visitaba, contándole lo que pasaba en su día y los logros que tenía, Kazutora era tan especial para Daiki que pagaba una buena cantidad de dinero para verlo más tiempo y otra buena cantidad para que lo trataran muy bien en la celda, tenía una celda para el solo, muy limpia, petición hecha por el chico rubio

Hoy era el día que el chico de mechas rubias salía de la correccional, el rubio de mechas azules estaba muy emocionado, llevaba planeando declararse a Kazutora cuando saliera de la correccional desde hace tiempo

Cuando salió Kazutora fue corriendo hacia él y lo abrazó por la cintura, siendo correspondido por el azabache de mechas rubias, quien lo abrazó por el cuello, no parecían querer soltarse, se abrazaban con todo el amor del mundo, siendo vistos por las personas que pasaban por ahí, de un momento a otro, Daiki rompió el abrazo

—He querido decirte algo desde hace mucho tiempo—Dijo el rubio, asustando al azabache

—¿Pasó algo de lo que no me entere? ¿Te harté? ¿Ya no me quieres? ¿Encontraste a alguien menor que yo?—El azabache hacía preguntas muy rápidamente

—Nada de eso, de hecho, me gustas desde hace mucho tiempo, así que, ¿Me darías el gran honor de ser tu novio?—Dijo mirando a los ojos al menor

—Claro—Con esa palabra, Daiki se lanzó a besar esos lindos labios que tanto deseaba besar, siendo correspondido inmediatamente, se separaron al escuchar aplausos, eran de la gente, estaba un pequeño círculo alrededor de ellos, aplaudían y gritaban "Vivan los novios"

A Kazutora le dio pena, y abrazó a Daiki y escondió su rostro sonrojado en el cuello del contrario, Daiki solo sonrió, dándole mimos en el pelo a su ahora novio

El azabache de mechas rubias se quedaba en el departamento del rubio, hoy era uno de esos días en los que tenía pesadillas, sus pesadillas eran sobre Daiki, soñaba que un día normal, el rubio iba con él y le decía que estaba cansado de él, que nunca lo quiso y que quería terminar la relación, las pesadillas eran muy frecuentes, de ahí, nacieron inseguridades

Empezó a temblar al pensar en que Daiki lo podría dejar con alguien mejor o más linda o lindo, pronto empezó a sollozar, despertando al rubio, quien al verlo temblar bajo las sabanas, lo destapó para abrazarlo, siendo correspondido de inmediato, el azabache lo abrazaba como si en cualquier momento se fuera a desvanecer

—¿Que sucedió, cariño?—Pregunto preocupado el rubio

—Otra pesadilla—Dijo el azabache

—Tranquilo, todo estará bien, siempre estaré aquí contigo, nunca te dejaré solo, siempre te apoyaré y te amaré, te daré todo mi amor, serás la única persona en mí corazón, siempre estaré aquí para ti—Dijo calmado el rubio, tranquilizando al rubio quien dejo de sollozar y temblar, su respiración se volvió más lenta, se había dormido en los brazos de su novio, sintiéndose seguro con él

Tocaban la puerta, Kazutora fue a abrir y se encontró con sus viejos amigos, quienes se sorprendieron al verlo ahí, no sabían que había salido de la correccional, solo Baji y Chifuyu, con quienes se había reconciliado

—¿Qué haces aquí?—Dijo con una mirada fría al casi asesino de su hermano, por que Shinnichiro estaba vivito y coleando, pero la verdad era que el rubio de ojos negros extrañaba a su amigo de la infancia, lo había perdonado hace mucho tiempo, entendiendo que lo hizo para darle un cumpleaños que él nunca tuvo

—¿Acaso tienes algún problema con- —El azabache no pudo seguir al sentir que lo abrazaban, se sorprendió mucho al ver que era Mikey quien lo abrazaba, muy lentamente fue correspondiendo, poniendo las manos en la espalda del rubio, quien comenzaba a sollozar lentamente al reencontrarse con ese amigo que tanto extrañaba

Poco a poco al abrazo se fueron uniendo los demás, siendo interrumpidos por el rubio de mayor estatura, quien salía de la cocina con un mandil rosa

—Que mandil tan varonil—Dijo el chico de pelo negro largo

—obvio, ya quisieras tener un mandil como el mío, greñas—Dijo posando su mandil, haciendo reír a todos

—Bueno, sabía que iban a venir, por eso mandé a Tora a abrir la puerta, quería que se reencontraran, ahora siéntense y pónganse a digerir la deliciosa comida que les hice—Dijo no una mano en la cintura, los demás entraron a la casa y se sentaron par desayunar

El día se pasó entre risas y bromas, todo estaba yendo increíble