Capitulo 16

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Nuevos problemas a la vuelta de la esquina.



Michael entró al apartamento; Daemon casi escupe su comida, mi madre tapo su boca y Thomas se tenso, todo el aire se tensó.

-¡Mike! estábamos muy preocupados.- Daemon se dirigió a él y lo abrazó tiernamente, Michael le correspondió, sonriendo con melancolía, Thomas se levantó y caminó hacia él, ambos hermanos con unos centímetros de diferencia se miraron.

-¿Es serio esta vez? .- Dijo la mirada gris a la verde.

-Muy serio.- Thomas miró a Daemon quien caminó hacia las escaleras.

-Jane también debe venir.- Aún con la mirada puesta en Thomas.- Esto le concierne a ella.- Concluyó mirándome.

***

Los ahora cinco hijos de Anfield incluido Aemon quien acaba de llegar y yo con ropa mia puesta, nos encontrábamos en la biblioteca y con las miradas fijas en los ojos verdes.

-Hice negocios con Chris Danvers.- Comenzo a hablar Michael, abrí los ojos levemente. Entonces entendi porque Christian Danvers, aquel chico moreno del Poker me había invitado a jugar, recordé como nos habíamos conocido, el habia detenido la puerta del ascensor y como  no podía ser coincidencia.

-Negocios del tipo no honesto y lo que no sabía era que Marcus tenía trato con el.- Continuo Michael.- Chris no sabía acerca del plan vengativo de Marcus hacia nosotros, nadie lo sabía más que Eden.

-Dijiste sabía.- Michael me miró.

-Ahora lo sabe.- Tragué saliva nerviosa. Mire a Thomas que observaba a su hermano mayor; analizándolo, buscando en su mente algún plan, trabajando en salvar a su hermano de sus mierdas, como siempre.- Cuando Aemon y Daemon me seguían por la frontera en Guatemala.- Pensó que eso sorprendería a su pequeña audiencia y la única que parecía sorprendida era yo.- Ambos no se dieron cuenta de que los hombres de Danvers me seguían también, así que desaparecí, busqué como distraerlos y mandarlos a pistas falsas en Brasil y aquí estoy.

-¿Y qué diablos haces haciendo tratos con Christian Danvers? .- Dijo Thomas en una voz ronca e intimidante. Algo que en Michael parecía no tener efecto.

-Eso no es de tu incumbencia. Pero si estoy aquí es por Morgan no por mi vida.- Algo  aleteo dentro de mí, tragué saliva nerviosa, ignorando las miradas de todos en mi.

-¿Qué tiene que ver Morgan? .- Aemon cortó el silencio incómodo.

-Morgan es una Saint Jones .- Continuó,  diciendo mi apellido con un tono de decepción.- Ellos la quieren a ella. Quieren que se una a su mafia.- Abrí la boca levemente. 

-Por eso me invitó a jugar con él, el día del club.- Pensé en voz alta mirando a Thomas. Su mandíbula se tenso. Ninguno parecía entender.

-Christian tiene a Morgan en la mira. La invito a jugar Poker, la estuvo probando.- Contestó Thomas ante sus rostros.- Tenemos trabajo que hacer.- Nadie dijo nada en respuesta. Aemon se dirigió a la puerta, seguido de mi.

-Jane.- Mi respiración se detuvo por un momento.- ¿Puedo hablar contigo? .- Me gire hacia Michael, nos miramos por unos segundos, arquee una ceja con indiferencia y asenti. Busqué la mirada de Thomas, pero él ya no estaba ahí, miré hacia la puerta y la silueta de Thomas giró a la derecha rápidamente. Sentí un nudo en el estómago.

-Deberías irte de aquí cuanto antes, esto se pondrá feo.- Dijo una vez solos. Me giré sobre mis talones entre cerrando los ojos. Ese calor familiar, lleno de enojo y rencor comenzó a envolverme.

-¿Eso es todo lo que tienes que decir?. Hola Morgan, lamento haberte dejado, soy una mierda, se que prometí que volvería pero no lo hice.- Mi tono de voz empezó a aumentar.- ¡Lamento haberte roto el corazón, y ser un cobarde! .- Ni siquiera me di cuenta cuando empecé a gritarle pero si debía descargar mi enojo con alguien era con él. Él no dijo nada durante unos momentos, solo se quedó ahí mirándome.

-No justificaré lo que hice. Se que…- Rasco su nuca .- No debió ser así todo esto, lo lamento de acuerdo, solo...no pude.

-¿No pudiste con que? ¿Tus mierdas? ¿Tu demonios? Pues te tengo una noticia Michael yo tampoco, me hundí, me perdí, estuve mal, intente hacerme la fuerte y no pude. Pero lo hice, salí de ahí y dejé de revolcarme en mi propia mierda. Porque eso hace la gente Michael, sale adelante.

-Nadie te mencionó que hacerte el fuerte te lastima el doble.- Trague saliva, la indignación, el dolor y el enojo estaban mezclados en mi.

-¿Por qué volviste?

-Por ti.- Reí sin humor.

-No me vengas con esa mierda Michael.- Entonces hice la pregunta que más temía.- ¿Por qué no volviste? .- Su expresión que había sido neutral frunció el ceño levemente.- Sé que tú y Thomas sospechaban sobre mi origen.- Me miró durante unos segundos y luego bajó la mirada.

-No podía.

-¿Por qué?

-Simplemente no podía.

-¿Por qué?

-Ya te dije Jane, no podía.- Parecía evadir mi mirada y mi pregunta.

-Eso no es una respuesta y creo que al menos me debes eso.- Tragó saliva, busco las palabras que no se atrevía a pronunciar.- Escupelo Michael. 

-Eres una Saint Jones .- Tarde unos segundos en entender sus palabras. Si yo creía que Michael Landon no podía romperme el corazón aún más, estaba equivocada. Me tragué mis lágrimas. Esperé alguna otra razón pero nunca llegó.

-Entonces es eso.- conteste mirándolo.- Odias el hecho de que sea una Saint Jones, claro. No pudiste estar cerca de mi por lo que soy. Yo maté a Olivia y a tu hijo. Tengo sangre mala y soy un cáncer .- Nunca deteste mi legado tanto como en ese momento. Me giré y salí de ahí esperando a que Michael dijera algo, pero no sucedió.

No podia seguir en el mismo lugar que el, no queria, asi que camine sin rumbo, las calles de San Francisco corrían a mi lado, abracé mi cuerpo y cuando alce la mirada me encontraba en el parque. No sabia que sentir, tal vez era asco, asco por mi, porque al final lo que yo era había nos había separado. Y por el otro lado estaba Thomas, él era la contraparte de mi corazón, recordé lo que habíamos hecho la noche anterior, su boca, sus ojos, sus manos y me sentí aun peor, aún odiaba a Michael pero sabía que tenía razón y con Thomas no sabia que hacer, no sabía qué pensaba de mi. 

Detuve mi paso al ver una silueta frente a mi, casi grité al verlo. El hombre alto, de piel morena y un traje cuidadosamente limpio y sin arrugas me observó detenidamente.

-¿Que hace una chica tan linda como tu sola en una mañana de navidad?.- Christian Danvers estaba frente a mi.













Holiiii aqui esta otro capitulo esta semana, jejeje. El otro estuvo muy corto entonces pues pa' no dejarlos con la intriga jojo. Gracias por leer.

Xoxo

Los Hijos de Anfield: El Legado (#2)  [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora