Habían pasado menos de un cuarto de hora de que había concluido aquel experimento de platillos desagradables, y ahora tocaba un poco más de calma en sus vidas. Ya que el siguiente evento lo único que requería era que hicieran uso de su buena memoria y contaran con el apoyo incondicional de sus compañeros. Después de todo, la victoria estaba en el número de respuestas correctas de acuerdo a cada uno de los tópicos que participaban dentro de la trivia. Razón por la que unos cuantos salones habían sido adaptados para llevar a cabo el tercer concurso.
Y para que las cosas no fueran aburridas del todo, nada como hacer que los equipos compitieran los unos contra los otros. Aunque lastimosamente en esta ocasión no tendrían a sus enemigos declarados. Pero no por ello deberían confiarse.
—Ya nos tocará enfrentarlos posteriormente. Por ahora, aseguremos esos 100 puntos —declaraba Akashi sentado cómodamente.
Las mesas se encontraban frente a frente, dejando exclusivamente un pasillo para que la persona encargada de hacer las preguntas pudiera moverse libremente. Al mismo tiempo se apreciaban lo que parecían ser unos botones rojos y de buen tamaño, y aquel pizarrón dividido perfectamente para indicar las temáticas a evaluar.
—Me sorprende que tú vayas a ser el juez aquí, Leo —Kagami miró al danés con cierta confusión. Desde hace rato que sabía que él estaba en el festival pero ni luces de su persona.
—Estuve todo el día de ayer haciendo las preguntas para este evento, por lo que no tuve tiempo de verlos. Y estuve ocupado con otros asuntos referentes al festival —suspiró, dirigiéndose hacia la pizarra-. Esta trivia tendrá como tópicos principales: Historia Japonesa, Lengua Extranjera, Literatura Universal, Cultura General y Ciencias Naturales. Cada apartado contará con un total de diez preguntas, por lo que si aciertan todas podrán hacerse de los 20 puntos que corresponden por tópico.
—No podía esperar algo diferente de un ñoño como tú —se burlaba Taiga.
—Pero eso no es todo. Deberán elegir a uno de sus compañeros para que responda por cada una de sus respuestas incorrectas —dijo con tono tranquilo y una suave sonrisa en sus labios-. El premio al ganador son los puntos, pero el castigo por la ignorancia también debe ser pagado igualmente.
—Es como una medida correctiva para mejorar las faltas académicas que percibamos en este evento, ¿no es así? —Seijuurou estaba complacido con esa resolución-. No suena una mala idea; al menos hace todo mucho más emocionante.
—Justamente. Así que tienen cinco minutos para decidir quién será su chivo expiatorio —comentó cándidamente antes de tomar asiento en el puesto del profesor.
—¿De qué clase de castigo estamos hablando, eh Leo? —curioseaba el pelirrojo.
—Los elegidos se pararán en las esquinas adyacentes a la puerta del salón mientras se desprenden de su calzado y levantan sus pantalones hasta las rodillas. Por cada respuesta incorrecta pondré una de estas lindas criaturas sobre su piel —no sabían qué les producía más pavor, esa deslumbrante sonrisa que decoraba el rostro del moreno, el que se le escuchara tan serio en ese castigo o que en su mano derecha descansara lo que parecía ser un frasco lleno de lo que indudablemente eran sanguijuelas.
—¡¿S-San...Sanguijuelas?! —el pelirrojo se puso de pie; noción que fue apoyada por Kise y Midorima.
—No morirán por un poco de sangre que esos pequeños animales les succionen —Akashi intentaba regresarle a todos su concentración. No quería que se espantaran por tan poco.
—Además, su saliva contiene un número de compuestos que asisten su alimentación, por lo que no sentirán dolor cuando estén engullendo su sangre. Y descuiden, cuando están llenas se despegan solas —esas palabras no consolaron a ninguno de los participantes; los murmullos no se hicieron esperar y todos estaban temerosos de ser el pobre diablo que soportaría ser comida de aquel anélido-. Aunque también pueden optar por soportar el castigo B —mencionó, captando la atención del todo.
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Addicted to U [EN EDICIÓN]
FanficNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...