□▪︎■▪︎□Capítulo 46■▪︎□▪︎■

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Me fui a la sala para pensar sobre lo que acababa de hacer, ya no había vuelta atrás, todo estaba hecho. Al empezar el mes siguiente yo estaría en un avión yendo hacia mi país de nuevo. Di un largo suspiro seguido de un gritó de estrés. Fui a la habitación de Derek y vi la mochila, ahí estaban las cartas y el regalo que me hicieron ellos, los tome y los abrace con fuerza, no creo que no vayamos a ver de nuevo, si ellos quieren seguir vivos y verme a mí, supongo que no nos volveremos a ver.

Tome los regalos y me metí a la cama de Derek y me tape de pies a cabeza abrazando los presentes, mi único ojo estaba llorando mientras el otro solo daba un leve ardor. Lloraba al saber que jamás lo vería, o talvez en mucho tiempo. O puede que si los ves, pero al irme no los ves de nuevo, sentía una presión en el pecho de solo pensarlo,  yo los amo, y no quiero que les pase nada, quiero volverlos a ver. Quiero abrazarlos, solo estuvimos juntos unos pequeños momentos y luego todo se desvaneció, todo se fue como una ilusión en el desierto. Al verlos y saber que eran ellos y saber que me aman me hizo muy feliz, pero cuando recapacite me di cuenta que no podremos estar juntos. Ellos son asesinos a sangre fría y son eternos esclavos de un ser que me mataría en un parpadeo. Mientras yo soy una simple mortal que la primera vez que mato a alguien se echó a llorar por lo que hizo, que es tan vulnerable que llora por lo más mínimo, alguien que no estaría a la altura de ese trio de asesinos. Soy alguien la cual no podría estar con ellos, de ningún modo, la vida no te deja ser feliz en algunos momentos. Puede que me este pasando de cursi, pero hay que ser sinceros, una persona como yo nunca podría tener un final feliz con alguien como ellos. Ellos pueden dejar salir sus instintos asesinos y matarme sin más, no podría estar con ellos con ese pensamiento constante. Con el pensamiento constante de saber que algún día amaneceres muerta en esa cama, de saber que puedo morir en sus manos mientras ellos disfrutan matarme. Al saber todo eso nos damos cuenta que no puedo estar con ellos, por más grande que sea nuestro amor eso jamás podría llegar a pasar...

Ocho... Nueve... Diez... Once... Doce... Así pasaron las horas mientras yo pensaba todo lo que sucedía, mientras digeria todo. Mis pensamientos estaban muy saturados, todo venía de golpe y entraba a mi mente como si fuera una puñalada.

Tocaron la puerta y me levanté de sofá para abrir, por el camino me iba arreglando el pelo para que no se note todo lo desarreglado que se encontraba. Abrí la puerta y alguien entro y me empujó cerrando la puerta tras el. Puso pasador a la puerta y me tomo de los hombros y me empezó a examinar, hasta que vio mi ojo. Yo seguía sin saber quién era hasta que levantó su capucha. Era Jeff The Killer, con una sonrisa que me dio un escalofrío. El cuando lo noto rió y yo empecé temblar un poco más.

Jeff: ¿Te doy miedo?

Tú: Si.. que esperabas.. tengo a un asesino que me podría matar ahora mismo. No es como si estuviera feliz de estar frente a ti.

Jeff: Eso no dijiste la última vez que nos vimos.

Tú:¿ Cu-Cuando paso eso?

Jeff: Oh, era obvio que no lo ibas a recordar, pero te lo diré. Un día te quedaste bien borracha. Y el trío de pendejos fueron por ti para ayudar a su querida en apuros. Bien, luego cuando te llevaban a casa los encontré y dijiste .«He visto cosas peores». Y a decir verdad se me bajo el ego al piso. Pero a lo que venía.

Tú: Eso estaba por preguntar..

Jeff: Por eso cállate. Los pendejos me mandaron a decir que les digas la fecha exacta en la que es el evento de tu estúpida universidad.

Tú: ¿para que?

Jeff: ¡Shhh! Di la fecha.

Tú: El lunes a las 7:30 p.m, ¿Puedo preguntar para que?

Jeff; Esa es una sorpresa. Cual es tu color favorito.

Tú: (______)

Jeff: Perfecto, gracias por su colaboración.

Tú:  Pero-

Cuando le iba a preguntar se fue de nuevo, me quedé confundida con su visita, osea, no todos los días te visita uno de los Creepypastas más famosos que hay, y sobre todo que no te mate.

Me senté de nuevo en sofá y me quedé pensando sobre varias cosas que pasan por mi mente, porque que te pase esto no es de todos los días. Y para nada es normal para una persona con la cordura sana... Y pum, vino a mi mente que no he ido al centro psiquiátrico en estos días, soy una irresponsable e incumplida con mis cosas. Como se supone que saque mi carrera si no hago bien las cosas, Dios... Si mis padres se enteran me van a matar. Y sobre todo si se enteran que a su hija le falta un ojo, eso no pasa muy seguido... ¿O si? Bueno ya que.

Me levanté del sofá y me puse los lentes para luego salir con mucho cuidado. No creo que sea bueno quedarme aquí con el ojo en ese estado, a lo mejor salir es una completa idiotez, pero debo evitar que haya una infección o algo así.

Caminé con mucho cuidado por las calles hasta que llegue al hospital. Me quedé sentada esperando mi turno hasta que luego de 10 minutos me llamaron. Fui con el doctor y le conté lo que pasó, o bueno, le conté una versión más normal y aceptable.

Dr.Smith: ¿Que te sucedió?

Tú: Mire, es algo complicado, bueno no tanto..

Dr.Smith: ¿Porque has venido?

Tú: Un asaltante entro a mi casa y yo al encontrarme ahí me tomo y casi me mata, de alguna manera logré evitarlo. Pero el me apuñaló el ojo..

Dr.Smith: ¿Puedo ver?

Asentí y el doctor se puse frente a mi con una cosa que daba luz, la verdad nunca supe que era. Pero alumbró mi hueca vacía e hizo varios sonidos de aprobación y desaprobación. Me quedé esperando a que dijera algo pero no hubo ningún gesto de nada, le pregunté que sucedía pero no me respondió nada. Hasta que luego de un rato me dijo.

Dr.Smith: De alguna manera en donde debería estar el ojo se encuentra bien, todo fue cuidado a la perfección. Ahora solo te recomiendo poner un parche y así no tendrás muchas molestias.

Tú: Gracias.

Dr.Smith: No hay de que.

La Protegida [Proxys y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora