Hermoso Omega. ∆_Genya × Tu_∆(TERMINADA).

Capítulo XX.

Narra omnipresente:

Los dos adolescentes se encontraban platicando tranquilamente.

—¿No te duele el pie?— pregunto el omega sentado en las piernas de su alfa.

—Siendote sincera... Me está doliendo...— dijo con una sonrisa despreocupada.

—¡¿T-te duele que esté aquí?! ¡Lo siento!— el chico se veía nervioso y asustado, se iba a quitar pero fue detenido.

—Me duele el pie, no mi regazo...— dijo agarrando la cintura del omega y volviendo a ponerla donde estaba.

—O-oye...— dijo el chico cuando ella lo presionó de mas contra su entrepierna.

—Hace rato estabas que lo querías hacer...— levantó una ceja con gracia.

—Olvida eso...—

—¿Por que no me besas otra vez?— dijo ella con un tono juguetón.

El chico se sonrojo y iba a acercar  su rostro si no es por unos toques en su puerta.

Por el susto tiró a su pareja al piso y el callo de espalda a la cama.

—¡¿Que hacían?!— dijo el mayor de la casa entrando bruscamente a la habitación.

—¡Nada, nada!— dijo el peli-negro por el nerviosismo.

—Mas te vale...— dijo entre cerrado los ojos.

—Ayuda aquí porfavor...—

—¡Lo siento [t/n]!—

[…]

—Usted cocina muy bien cuñado...— dijo la peli-blanca mientras disfrutaba de la comida que había echo el mayor.

—No me llames así...—el tono de voz del peli-blanco se notaba irritado.

—Debe de acostumbrarse… cu-ña-do~—lo último lo dijo con una sonrisa divertida.

La paciencia del mayor estaba llegando a su límite.

—Valla... Es hora de irme...— dijo la chica al ver la hora.

—¿Enserio?...— hablo el omega con un tono desanimado.

Eso hizo sentir mal a la chica.

—Pero...— se acerco al oído del chico.—Puedes ir a mi casa... Haríamos una pijamada~...

El rostro de Genya se coloro al instante.

—¿Que crees que le dices a mi hermano?.— dijo con molestia el mayor al estar en primera fila y ver la que ella hizo con su hermanito.

—Que lo quiero mucho~.— dijo dando un beso en la mejilla del chico.

—¿Puedo acompañar a [t/n] hasta su casa Sanemi?— pidió el omega a su hermano.

—No.—

—¡P-pero... ¡Acaba de salir del hospital Sanemi! ¡Se considerado!.— se quejó Genya.

—Ella puede irse sola...—

La chica solo era espectadora de esos hermanos.

—Nemi...—

—…Mi respuesta sigue siendo no...— dijo con los brazos cruzados.

—Porfavor Nemi...—

El mayor vio la cara que estaba haciendo su hermano y no duró mucho hasta que callo.

—…Esta bien...—dijo con su orgullo roto.

Genya con felicidad se levantó y fue corriendo hasta su habitación.