Arco de la aldea de viento, visión 3: Corazones valientes.

26 3 2
                                    

El corazón de Klonoa se encontraba desolado, siguiendo algunos sentimientos sin rumbo fijo. Después de escuchar lo que el profesor Gregory le tenía que decir, el joven cabbit salió corriendo de la escuela hacia el bosque. El jovencito de pelaje negro estaba llorando mientras corría, pues aún no podía aceptar todo lo que el tigre de los anteojos le dijo. Lixa, quien estaba siguiendo a nuestro protagonista en secreto, tenía un nudo en su corazón que la hizo sentir fatal. Pues ella sabía que Klonoa no pertenece a ese mundo, y aún así se habían hecho amigos. Todo empezó cuando Klonoa solo tenía 7 años de edad, y aunque parezca algo horrible, lo cierto es que el cabbit ya tenía cierto desprecio por casi todos en la aldea. Un día, después de que Klonoa saliera de la escuela, un grupo de abusones lo acorraló en la parte trasera del almacén.

—¡Escúchame bien, idiota! No sé qué te traes entre manos... ¡Pero más te vale volver de donde quiera que hayas venido...! —exclamó uno de los maleantes, agarrando a Klonoa por su collar.

Klonoa:
—¡E-E-Espera! No... ¡No sé de qué hablas...! ¡Suéltame! —gritó mientras intentaba zafarse del agarre, pero fue imposible.

El bravucón le hizo señas a sus acompañantes para que le dieran una golpiza, y por desgracia, eso fue lo que ocurrió. El niño de pelaje negro recibió algunos golpes, patadas, hasta incluso lo lanzaron hacia algunas cajas de madera que habían cerca y provocando que se clavara algunas astillas en su cuerpo.

Klonoa:
—Manyaah... (Duele... Duele mucho... ¿Por qué...? ¿Por qué me odian tanto...?)

De pronto, una voz femenina se alzó entre la situación.

—¡Oigan, caras de palo! ¿¡Por qué no se meten con alguien de su tamaño!?

Se trataba de Lixa. O al menos una versión mucho más joven de ella misma, la cual ya tenía aprendido algunos cuantos movimientos de pelea básicos. Se acercó a los abusones con un rostro lleno de agresividad, pero manteniendo la cabeza fría. Suspirando, se tronó los nudillos y adoptó una postura de combate.

Lixa:
—¡Vengan por mí, idiotas!

—Me da igual que seas una chica, ¡vete de aquí si no quieres recibir una golpiza!

Lixa mostró una ligera sonrisa antes de responder.

Lixa:
—Oblígame, entonces.

El líder de los maleantes se enojó; corrió hacia Lixa para golpearla en la cara, pero ella, con un movimiento audaz y rápido, detuvo su puño con la palma de su mano y se inclinó a un lado, todo para terminar el confrotamiento con una fuerte patada por parte de la loba que dejó inconsciente al bravucón atacante.

—¿¡Pero qué...!? —cuestionó totalmente sorprendido y asustado a la vez, uno de los compañeros del sujeto que estaba en el suelo al presenciar lo que acababa de pasar.

Los demás se asustaron, pero Klonoa la miró con un brillo en sus ojos y con la boca abierta. Se veía como un ángel guardián, una chica que despertó en él un sentimiento de determinación que le daba un objetivo para ayudar a las personas que lo necesitaran. Obvio, eso no se podía decir desde otro punto de vista que no fuese el suyo, pues mientras que la peliplateado golpeaba y pateaba a sus enemigos y los dejaba en el suelo, el cabbit se sentía atraído por aquella jovencita. Tras acabar con el último y que estos salieran corriendo a buscar a su mamá (llevando a rastras al primero en caer el cual estaba desmayado), Lixa se acercó a Klonoa algo cansada por la pelea y le extendió la mano. Y esa escena se le quedó guardada en la cabeza. Sus ojos llenos de coraje, su respiración agitada, la suavidad del movimiento en su mano ligeramente marcada por los golpes que dió, y todo fue más mágico cuando el niño de pelaje negro tocó su mano y se sonrojó. Lixa dejó salir una pequeña risita y ayudó al cabbit lastimado a levantarse, no sin antes de hacer su pregunta.

[CANCELADA] KLONOA: Re-Wind of DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora