Me siento atraído por voces
que no dicen nada, pero duelen
Porque el dolor puede ser una guía
En mi extraño corazón.
Cuando al fin logra algo tocarme
necesito agarrarlo, hacerlo mío
En ese instante, lo vivo lo transformo muerto
Una grieta más en mis desgastadas manos.
Avanzo con el peso de mis lamentos
sobre una cresta infinita
Y cuando decido frenar para liberarme de todo
mis temerosos pies apuran la marcha.
Por las noches busco un sueño
Algo que pinte este solitario cuarto
Pero ningún color aparece
En mi ruidosa mente.