Tres caminos, dos promesas

Todo comenzó por la mañana, no podía creerlo mi último día en Inglaterra, me despertó una llamada, vi mi teléfono y era mi Mamá, contesté de inmediato.
-Mateo! Hijo mío, cómo has estado? Último día de clases y último día en Inglaterra, como te sientes?
-Mamá, he estado de maravilla, estoy muy emocionado y nostálgico, voy a extrañar mucho Inglaterra, fue 1 año magnífico.
-Lo se Mateo, se que fue 1 año magnífico, pero se que también de regreso y acá en casa será otro año magnífico.

-Gracias mamá, espero que así sea.

-Anda, ve a tu clase, nos vemos más tarde en el aeropuerto, te quiero Mateo, besos.

-Adiós mamá.

Colgué la llamada y rápidamente salte de la cama, tome una ducha y me peine, me cambié y me puse mi uniforme. Por ser mi último día decidí ir a abajo a desayunar en mi restaurante favorito.
Pedí un delicioso "Fish y chips" es uno de mis platillos favoritos de Inglaterra y además fue de los primeros que probé ya que es típico del país, pedí para acompañarlo un té helado de limón.
Después de desayunar me fui directamente a la escuela, caminando, recibí un mensaje de texto, vi el teléfono y era Emma.

-Mateoo, por fin regresas, estoy tan emocionada por tu regreso, por fin te voy a poder dar los besos y abrazos que no te pude dar este tiempo, te extraño y te quiero, regresa con cuidado, besos. Emma

Al leer el teléfono y recibir todos estos mensajes me hacía motivarme aún más, pero más nostalgia por dejar Inglaterra.
Por fin llegué a la escuela, solamente iba a tener las primeras clases, ya que, era la despedida.
Pasaron las horas y terminaron las clases, sonó el timbre de salida, rápidamente todos salimos y nos dirigimos al auditorio.
El director Mark estaba parado en el centro, tomamos todos asiento y el director empezó a dar unas palabras.
Fueron muy emotivas sinceramente, me puse a recordar todos los buenos momentos que pase en Inglaterra y que disfrute demasiado, nunca me había imaginado que encajara tan bien.
Se acabó la ceremonia, el director Mark me llamo, me dio un abrazo y me felicitó, le di las gracias, estaba muy agradecido y satisfecho.
Me dijo que cuando quiera era bienvenido y me deseo suerte.
Salí del auditorio admirando por última vez la escuela, salí al patio y me despedí.
Volví a mi departamento, me despedí de el y salí de el, me dirigía al aeropuerto, en unas horas mi avión iba a salir.
Llegué al aeropuerto y me senté, me dieron mi boleto y me pidieron que tomara asiento.
Decidí dar una vuelta e ir por un te, tome fotografías, las últimas de Inglaterra.
Tomé asiento y me puse a escuchar música. Pasaron las horas y por fin anunciaron que mi avión iba a salir seguí las instrucciones y subimos al avión, tome asiento y estaba listo para regresar a casa. Me puse mis audífonos y el avión despegó.
Por fin llegué a casa, de nuevo, observaba la ciudad desde el avión. El avión aterrizó y bajamos de el. Recogí mi maleta, pronto mientras caminaba vi a mi mamá, corrí rápidamente a abrazarla, al abrazarla sentí tanta tranquilidad y tanto amor, lloramos juntos.

-Mateo, por fin te tengo aquí de nuevo, no sabes cómo te extrañe, bienvenido a casa.

-Mamá no sabes también cuánto te extrañe, gracias por recibirme así de bonito.

Subí mi maleta a la camioneta y pronto mi madre me llevo a casa.
Mientras íbamos camino a casa, mi madre me preguntaba millones de cosas, yo se las contestaba, mientras platicábamos recordábamos momentos de cuando era chico, yo le decía como era vivir en Inglaterra, la escuela, los maestros, la comida, etc...
Por fin llegamos a casa, seguía igual desde que me fui, blanca con tonos de rojo claros, mi madre abrió la cochera y por fin entramos a casa.
Salí del carro y pise la casa de nuevo después de un año, entramos y mi madre me tenía un cartel de "Bienvenido a casa" me abrazo y me dio la bienvenida.
Subí a mi cuarto y me dormí. Paso la noche y desperté con una llamada, una llamada de Emma enseguida me levanté y me dijo: