El vestido que usaba su Madre era hermoso. Su cuerpo ya no estaba rellenito por el ejercicio que había hecho en esos últimos meses, además que ya no sufría de ansiedad y no comía con exageración. Estaba muy feliz por ella, llevaba una rutina de vida más saludable y se le veía muy feliz; había sido una pesada carga para ella en el pasado pero ahora podía valerse por si mismo y no molestar más a su Madre.
–¿Cómo me veo?– La peliverde venía bajando las escaleras y al ver al pecoso quiso saber su opinión
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–Te ves hermosa Mamá– Su progenitora estaba radiante, hacía mucho que no la veía de esa forma, tan feliz, tan plena
–¿No es muy descubierto? ¿Crees que sí está bien? ¿Es muy ostentoso? ¿Es muy sencillo? Izuku, quiero tu sincera opinión
–Mamá– Parece que algunas cosas no cambian, como el nerviosismo de su Madre –El vestido está hermoso y te queda muy bien. Estoy seguro que Toshinori no podrá despegar los ojos de ti en cuanto te vea– Dijo con picardía
–¡Ay Cariño! ¿¡Qué cosas dices!? Tu también estás muy guapo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hubieran seguido en su momento familiar pero el sonido de una bocina se escuchó en la entrada. El auto ya había llegado.
. . . . . .
El lugar estaba lleno de invitados, la decoración era impecable y ya que la boda era casi entrada la noche el lugar parecía salir de un cuento de hadas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.