Pesadillas Reales

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Pintar fachadas, con ilusiones de tantos colores. Rasgando paredes, y moviendo silenciosas puertas. Encuentros entre besos llenos de amor y manos anhelantes de deseo.

Hasta que el precio que Debian pagar por su disfrute, su romance a escondidas empezaba a cobrarse con intereses.

Luke, el imaginado como un caballero en el pasado, siempre cuidando su princesa. No era mas que alguien asustado a lo desconocido, tocando fondo con soluciones aun mas fantasiosas de las que habían empezado todo.

Marissa esta de rodillas en el suelo con un paño húmedo revisando cada centímetro de su hija, que no parece mas que golpeada por un shock de horas antes, los golpes han sido superficiales. Luke nunca querria matarla, ni en el fin de los tiempos.

El conoce sus limites, aunque ahora no los recuerda.

Sophia solo mira al vacio, a su padre que se mueve de un lado a otro, arreglando el desastre que hicieron, del que no puede recordar nada. Solo el vidrio en pedazos, solo aquellos gritos sin sentido. ¿Hasta cuando? ¿Que lo hizo detenerse?

El reloj de la pared parece subir el volumen por cada segundo que pasa, sus padres no dicen absolutamente nada, ni como dieron con ella, ni de su hija ni nada.

Cuando todo parece quedar lo mas "normal" posible y tiran las cosas a bolsas negras que luego ve guardar en el baul. Joan deja la llave a la entrada, lo que imagino que fuesen unos segundos, se convierten en minutos eternos, donde ella solo cae en el respaldo del asiento trasero que esta acompañado por su madre, que nunca solto su mano y acaricia sus dedos marcados.

Sabe lo que le esta preguntando, o quizas solo le dice algo, pero en su cabeza sigue escuchando balbuceos, en una ventana empañada por el amanecer, de un dia que acabara por ser caluroso. Haciendo que los vidrios se empañen, con pequeñas gotas que pasean por todo el cristal

Vuelve a girar la cabeza y ve a su madre, sus labios sellados con una sonrisa un tanto dolorosa. ¿Qué sucedió?

No, aun no quiere preguntar nada, pero a la vez no esta lista para lo que podria llegar, todo lo que viene a su cabeza es esa calma antes de la tormenta, a ese "ultimo dia" en que hizo las reglas de Sophia y ahora ese contrato caduco. Esta a sus pies. No va, no puede pelear.

Joan llega despues de mucho tiempo cierra la puerta y deja escapar un largo suspiro antes de tirar su cabeza contra el volante dejando oir un pequeño golpe. El tiempo parece haberse detenido, antes de que el pusiera el auto en marcha y salieran de ahi

Sophia piensa que si les pide que la dejen en algun lugar ¿Lo haran? Pero ya lo habia intentado, habia intentado decirles algo, cualquier cosa, pero su voz se apagó por completo.

Vuelve a tirarse hacia atras, dejandose caer de costado sobre el cuerpo de su madre, quien pasa su mano por todo su rostro suavemente.

¿Realmente esta muerta?

Mira una ultima vez por la ventana, lo unico que llega a ver son las copas de los arboles que aparecen y desaparecen por momentos, el sol se asoma a su punto mas alto y los ojos de ella se cierran. Quizas esa tonta fantasia sea un final digno, y no volver a verse sola en una habitacion por idiota. De nuevo.

Cuando escucha el auto meterse al garage y cerrar la puerta, es como si ese silencio intermedio le dijera tanto y nada a la vez. Sus piernas quieren correr a recibirlos, pero su cuerpo esta paralizado por lo que pudiese encontrar del otro lado.

Imagina los alaridos de su madre, recuerda el hospital, ve la mirada furiosa de su padre que anuncia tal fatalidad y acaba por pagar el precio mas caro.

Vuelve a doblarse en el mismo, cubriendose con ambos brazos, tirando de su cabello para tapar lo mas que puede su rostro, las cuchillas volvieron y parecen atravesarlo cuando escucha los pasos acercandose en total silencio.

Entre SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora