El secreto de Draco Malfoy [Drarry]

El secreto de Draco Malfoy

Disclaimer: De la tránsfoba. Incluso esos trozos de diálogo que he copiado y adaptado como he ha dado la gana de Harry Potter y el misterio del príncipe.

"Este fic participa en la actividad multifandom del foro Alas Negras, Palabras Negras."

Imagen de portada de Mzuul.

Prompts sorteados: Escondite [lugar], Flirtear y capricho [verbo], Sutileza [escénica].

Condición del mes: Temática o personajes LGBTIQA+.

Notas: Otro que va del tiró me ponga a corregirlos me va a dar un patatús. Es otra idea que tenía anotada de estos meses de atrás (el BakuDeku largo que aun no he empezado a publicar ha ocupado mucho tiempo de otros posibles fics). Había esbozado toda la introducción al AU, pero sin continuarlo más allá de esbozar las escenas (unas 3k palabras. Las otras 20k son todas de hoy). Aparecen dos prompts en [verbo] porque, a pesar de que tenía que elegir sólo uno, ambos están en el texto por simple casualidad (aunque en el reto contabilizan sólo uno de ellos).

Quería haberlo tenido listo para hace cuatro o cinco horas. De veras. Había estimado que sería un fic de unas 6k palabras (2k para la introducción, 2k para el cuerpo y 2k para el romance final), pero no ha querido, así que me he acabado yendo al día 6... en España. Allende los mares al menos puedo decir que sigue siendo 5 de junio y por tanto es... ¡El cumpleaños de Draco Malfoy! *Serpentinas y brillantes*. También, mucho más importante, el de Federico G. Lorca, poeta y dramaturgo que ha dejado una profunda huella en mí y que comparte el cumple con uno de nuestros rubios favoritos.

Trigger Warning: Escena sexual explícita. Menciones a ataques violentos y sangrientos. Menciones a sangre y heridas, en general.

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—Malfoy no está. —Hermione se vuelve hacia Harry cuando este habla, un poco sorprendida, antes de buscarlo también con la mirada.

—Acaba de empezar el banquete de bienvenida. ¿Cómo has podido darte cuenta tan rápido? —pregunta Ron, vocalizando apenas porque tiene la boca llena de pollo. Mientras con una mano sujeta el muslo asado que está mordisqueando, con la otra se sirve dos generosas cucharadas de pudín.

—Ron, ¿puedes al menos intentar comer como la persona bien educada que tu madre querría que fueses? —Hermione hace un gesto de desagrado por la forma de comer de Ron, que se encoge de hombros y traga con dificultad.

—Hay que aprovechar. El banquete de bienvenida siempre es el mejor —farfulla Ron, apresurándose a llenar la boca de nuevo.

—Tampoco estaba en King's Cross —dice Harry, pensando todavía en la ausencia de Malfoy. Es tan notoria, que no comprende cómo sus amigos no se han dado cuenta antes de que él lo dijese.

Al otro lado del comedor, los amigos de Malfoy están sentados, pero lejos del ambiente festivo que impregna todo el Gran Comedor, están preocupados. Parkinson habla en voz baja furiosamente con Goyle o, más bien, Parkinson habla y Goyle intenta fusionarse con el banco. Distraído por las dinámicas de los Slytherin, Harry se olvida de comer hasta que la comida desaparece de los platos y sobre las mesas aparecen las grandes fuentes de fruta, tartas y dulces variados.

—Harry... —Hermione lo mira con esa expresión.

La conoce bien. Es la misma que pone cada vez que Harry menciona a Malfoy. O la que puso cuando se obsesionó con la idea de que Malfoy había sido el atacante de la gata de Filch en segundo, porque a la gata de Filch le dio un hechizo paralizante de alguien que seguramente odiaba al animal y los cursos inferiores se emparanoiaron durante días con la leyenda de la Cámara de los Secretos y un supuesto Heredero de Slytherin que atacaba a los squibs como el conserje. O en tercero cuando, como ni Ron ni Harry tenían permiso para ir a Hogsmeade, se escaparon a través de un túnel gracias al Mapa del Merodeador,  Malfoy se burló de Hermione y Harry acabó lanzándole un pelotazo de nieve.