Blitzø y Stolas tenían algo bueno. Una vez al mes, intercambiaban sexo por el grimorio, y eso era todo. Pero, todo eso cambia cuando Stolas descubre que va a poner un huevo, y muy pronto. Blitzø tiene muchas emociones sobre esto, pero sabe una cosa...
ℕ𝕠𝕥𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔸𝕤𝕙𝕀𝕟𝕋𝕙𝕖𝕎𝕚𝕟𝕕: Blitzø está distraído en el trabajo.
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Subir al mundo humano no ayudó a Blitzø a dejar de pensar en Stolas. De hecho, hizo lo contrario. Cada vez que Blitzø veía un pájaro en el cielo, o que oía el canto de los pájaros en los árboles, o veía una maldita paloma comiendo un trozo de pizza en la vereda, recordaba a Stolas.
Blitzø estuvo nervioso todo el día, criticando a Millie y Moxxie por cada pequeña cosa, cometiendo errores por descuido -como no explorar la zona antes de disparar- y en general arruinando los trabajos. M&M se encargaron fácilmente, aunque a regañadientes, de las matanzas, y aún así lograron matar a todos los objetivos, pero fue un día difícil.
Después de la última matanza del día, Blitzø, Millie y Moxxie regresaron tropezando por el portal a la oficina, exhaustos. Blitzø se arrojó al sofá con un suspiro. Moxxie tenía las manos sobre las rodillas, jadeando por su escape apresurado, y Millie tenía una mano reconfortante en la espalda de su esposo.
"Ustedes se ven de la mierda", gruñó Loona desde su mesa cuando el trío reapareció.
Millie y Moxxie la miraron, y luego Moxxie miró a Blitzø. "Señor, eso fue-"
"¿Eso fue qué, Moxx?" Blitzø se levantó del sofá. Poniendo sus pies sobre la mesa de café.
Moxxie agitó sus manos dramáticamente. "¡Un puto desastre, señor! ¡Usted estuvo en su teléfono casi todo el tiempo! Millie y yo básicamente hicimos todos los trabajos solos'.
Blitzø le devolvió el brillo a Moxxie. "No fue tan malo, Moxx." Al recordar su teléfono, Blitzø metió la mano en su bolsillo para revisar sus mensajes. "Al menos matamos a todos los cabrones de la lista-"
En el momento de agarrar su teléfono, Blitzø se estremeció, un dolor floreciendo en la parte superior de su brazo. Puso la mano en el lugar, y se retiró resbalando su sangre. "Mierda", se quejó Blitzø.
"¡B, estás herido!" Millie exclamó, arrodillada junto a su jefe.
"Nah, es solo un rasguño", desvió Blitzø. Volvió a colocar la mano sobre la herida para retrasar el sangrado, y con su otro brazo -aún lesionado-, revisó su teléfono en busca de mensajes de Stolas.
Moxxie dio un paso hacia Blitzø y le quitó el teléfono al diablillo de la mano. "Oye, perra!" Blitzø le gritó a su empleado. ¿Qué mierda haces?"
Moxxie le pasó el teléfono a Millie y miró fijamente a su jefe. "Llevas todo el día comprobando si hay mensajes de Stolas y eso te ha vuelto descuidada".
