Y dime esto Byun, ¿Está bien para ti? (𝐂𝐡𝐚𝐧𝐛𝐚𝐞𝐤)

Capítulo 1

Con una sutil elegancia Baekhyun dejo la copa sobre la mesa, el taje que llevaba puesto se ajustaba exquisitamente a su cuerpo y su sonrisa era una invitación perfecta al paraíso. Aquella noche se celebra el aniversario de bodas de plata de sus padres. Y claro que estaba feliz, era uno de los matrimonios más sólidos que conoció.

— Bailamos —. La persona que estaba a su lado le susurro muy cerca de su oído que Baekhyun se sobresaltó. — En que tanto piensa, tesoro —.

— No es nada. — Baekhyun se levantó y sonrió de vuelta. — Acaso no me invitaste a bailar, que haces ahí sentado. — al escuchar aquello su prometido lo siguió a la pista de baile.

Decir que estaba enamorado de su promedio sería una mentira, pero era alguien a quien Baekhyun apreciaba y podría llegar a enamorarse, pero sabía que esa no era la principal razón de su unión, había algo mas y era hacer crecer los porvenires de ambas familias, sería un matrimonio beneficioso.

Las horas transcurrieron, y sonidos de brindis y algarabía sosegada inundaban el gran salón de aquella mansión. Como plan acordado, Baekhyun se retiro antes de la fiesta, con un beso ligero se despidió de su prometido.

Tiro el traje a un lado de su cuarto y se puso un pantalón de jeans rasgados junto a una chaqueta de cuero, esa la que su padre odiaba, con una última mirada al espejo saco una maleta ya hecha de su armario. Tiro en la cama las llaves del carro que le regalaron en su graduación, por fin era médico, tal como querían, sonrió para sí mismo, y junto a las llaves dejo un nota en la cual decía "FELICICDADES, GANASTE PERO AHORA ME TOCA VIVIR", sabía que sus padres entenderías su mensaje y que no estarían nada contentos, pero estaba cansado de esa vida de etiquetas estúpidas. Había planeado y esperado este momento toda su vida y no esperaba por nada detenerse.

Salió de la mansión por la puerta grande, con pasos firmes, dejando atrás todo lo que le ataba. Un taxi ya le esperaba con rumbo a algún lugar donde pueda ser simplemente Baekhyun y no el heredero de los Byun.

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No fue su primera vez, tampoco le tomo importancia pero la noche se había convertido en un encuentro de sudor y piel, pero sabía y tenía claro que ahí terminaba, entre esas sabanas y aquella habitación, tenía diez dólares en el bolsillo del pantalón que de sobra le alcanzaba para el taxi. Miro una vez más al amante de esa noche y como antes ya lo hiso, tomo su saco y salió de aquel lugar.

Baekhyun por primera vez en esos días se sentía libre, capas de soltar un beso sin remordimiento, de no cuidar apariencias y de ser espontaneo. Se viaje le llevo a conocer a un músico a quien debía su primera noche y quien se quedó como un amigo quien le invito a visitar un club donde tocaba algunas veces para animar la noche. Con una última mirada al espejo salió a aquel bar.

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Los tragos sobre la mesa y la música de fondo competían con los sonidos de copas y los murmullos de las personas. La luz que iluminaba el lugar era tenue para da ambiente, un grupo de hombres de mediana edad se encontraban cerca de la barra, se veía la ebriedad en cada uno de sus movimientos puesto que ya llevaban más de dos horas tomando. No era cosa del otro mundo en su trabajo pero aquello le molesto cuando vio como descaradamente trataban de acosar al chico que había entrado llamando la atención de los presentes.

Con un aire casi esplendido vio la silueta de un joven caminar a paso firme hacia la barra, donde se encontraba él, su cabello rubio caía estratégicamente sobre aquel rostro, la chaqueta de cuero color rojo combinaban perfectamente con sus pantalones negros que le quedaban como una segunda piel haciendo lucir sus bien torneadas piernas. Tenía los ojos casi hipnotizados cuando los vio de cerca, su belleza era innegable.

— Hola —. Dijo mientras se sentaba frente a la barra, y él podía asegurar que tenía la sonrisa más bonita que hubiera visto en su vida. — Una Margarita —. Sus ojos eran de un verde con tintes marrones, eran preciosos.

— Aquí tiene —.

— gracias —. Al escuchar eso el alto se retiró para atender a otros clientes pero sin perder de vista a ese rubio que lamo su atención desde el momento que lo vio. Fue cuestión de segundos cuando vio que un hombre robusto y ya borracho se sentaba a su lado, lo vio tratando de tocar su rostro, pero el muchacho hacia todo por alejarlo pero este seguía insistiendo en, en cuestión de segundos el tipo estaba empujando al muchacho.

Aquello le molestaba, dejo el vaso sobre la mesa y soltó la barra encestando un puñetazo directo al rostro del tipo, lástima que el tipo no estaba solo y en cuestión de segundos ya tenía a dos hombres más encima suyo, trato de defenderse pero los golpes que le daban en el estómago lo dejaban si aire.

Fue el sonido de una botella impactando fuertemente sobre la cabeza de uno de los sujetos que causo una distracción y él pudo pararse, su sorpresa fue grande al observar al muchacho con una botella rota en la mano, no tenía tiempo que perder, entonces el alto se abalanzo sobre el tipo grande y así empezó la pelea.

Habían logrado sacar a los tipos fuera del bar, calmando la situación.

— ¿Estas bien? —. Pregunto Baekhyun, quién también dio unas cuantas bofetadas a eses degenerados tenía su mano adolorida pero a comparación del muchacho alto que lo atendió, que tenía una ceja partida al igual que su labio, él esta en mejores condiciones.

— No es nada, estoy bien —. Con la sonrisa despreocupada que le dedico después de responder hizo que el corazón de Baekhyun de un vuelco, tenía una sonrisa encantadora. — Te serviré un trago, esta vez la casa invita —. Continuo el muchacho que ya se había posicionado detrás de la barra. Baekhyun no podía quitar la vista de los ojos negros, tenía una mirada penetrante que le erizaba la piel. Ahora que lo miraba mejor, tenía los músculos marcados por sobre la camisa que llevaba, su espalda ancha era envidiable. — Aquí esta tu trago... —.

— Baekhyun —. Se presentó al su salvador.

— Bien Baekhyun, que bonito nombre —. La sonrisa que tenía en la cara era una clara invitación al pecado y Baekhyun estaba dispuesto y deseoso de caer en eso pecado de hombre.

— Me parece justo dar algo por algo —. Sus manos delineaban sugerentemente la superficie del vaso. — ¿Cuál es el nombre de mi salvador? —

— me parece, pero era justo lo que haría en este instante, muñeco —. Uno de sus brazos se apoyo en la barra "Que brazos" pensó Baekhyun —. Soy Park ChanYeol, a tu servicio —.

Un encuentro fortuito, tal como a Baekhyun le gustaba. Sin ataduras ni compromisos, una noche en la que estaba dispuesto a perderse en el placer.

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