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↳ Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen son del autor Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para crear esta historia.
Capítulo Corregido.
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El mal humor y Hinata Hyuga en la misma frase era un verdadero pleonasmo, la mayor parte del tiempo estaba frunciendo el ceño, porque en cierto modo, esa era la mejor manera de mantener alejada a la gente. Las personas con las que solía estar cerca eran precisamente las personas a las que trataba con más cordialidad, si se podía llamar así. El gran problema es que esta característica era aún más pronunciada y solo había una razón para ello: Sasuke Uchiha.
Por Dios, ¡Qué petulante era! No podía creer que el bastardo se estuviera besando con una piraña, mientras ella lloraba en un lago, molesta, ¡Porque finalmente se dio cuenta de lo que realmente sentía! ¡Ah, ese bastardo. Maldito bastardo! Sabía que él estaba haciendo todo lo posible para molestarla, y lo estaba consiguiendo.
No era posible que no hubiera creído en sí mismo cuando estaba siendo tan honesto sobre lo que sentía. ¡Cuando había ido a buscarlo, bajo la lluvia! Una voz en su mente la regañó por ponerse en este papel, ya que en algún momento, Sasuke también fue muy honesto sobre lo que sentía y ella lo había arruinado todo completamente.
Puaj.
Hace una semana ella lo había amenazado, diciéndole que si no fuera por ella, él no sería nadie más. ¡Y ahora! Estaba hablando muy en serio y ese bastardo no se atrevía a creerle. ¿Cómo podría? Si la estaba poniendo a prueba, sin duda lo lamentaría. Si había algo en lo que Hinata era buena, sería en mantener a las zorras alejadas de los suyos.
Cuando estaba saliendo con Menma, tenía cuidado de asegurarse de que todos entendieran a dónde pertenecían. Y no sería diferente con Sasuke. Por supuesto, en la época de Uzumaki, las cosas eran un poco diferentes, porque solía ser demasiado lento para darse cuenta cuando alguien lo estaba coqueteando, ¡incluso si estaba comprometido! Y con el bastardo Uchiha era bastante diferente, ya que Sasuke era un experto en coquetear sin ataduras.
