Escuela

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—No creo que haya aceptado acompañar a Taehyung en esta tortura—musitaba el de cabellos naranjas mientras veía por la sucia ventana de su auto los chicos y chicas que caminaban por la calle yendo donde ellos se dirigían ahora, el famoso instituto.

—Yo tampoco recuerdo haberles pedido que él estuviese aquí.

—La señora Jeon nos dijo que aquí necesitamos algunos papeles más para poder volver con sus estudios en casa, así que mientras Jin y yo hacemos el papeleo ustedes pueden seguir sus estudios aquí—la mirada de Namjoon se veía algo disgustada viendo las casas de reojo y los niños regordetes haciéndoles berrinche a sus madres. La idea de dejar a sus hermanos menores en ese instituto ordinario le preocupaba un poco, la mayoría de los Addams eran educados en casa por varias razones, pero a la vez se mostraba emocionado de poder ver que sus menores a quienes no les tenía nada de esperanza que socializaran se vieran forzados a hacerlo, además el de cabellos blancos se había propuesto ser el padre más adorado en la reunión de padres y conseguirse buenos amigos, tenía que tener buena relación con sus vecinos y esto podría ayudar—. Bien, creo que llegamos.

El auto rodeado de su propio humo negro se detuvo lanzando un poco más de este, de él salieron ambos menores con el uniforme respectivo que pedía el instituto y que a simple vista a ninguno de los dos le gustaba—me siento descubierto—murmuró Jimin mientras se frotaba un poco los brazos desnudos y levemente pálidos.

—Pudiste haberme pedido una de mis camisas—Taehyung llevaba abajo de su blanca camisa del uniforme una de sus poleras con mangas y cuello largo que al menos lo hacían sentir seguro.

—Me dan comezón.

—Ese es el propósito.

—¡Bien! Ya debo irme. Que lo disfruten—canturreó lo último sacando su cabeza y despidiendo con una mano a sus hermanos, ellos sólo siguieron su camino directo a la metálica y gran puerta—¡Pórtense mal!

• • •

—¡Piensa rápido, conejo!—antes de poder cubrirse el rostro el pelinegro sintió la pelota casi incrustarse en su mejilla, girándole la cara y haciéndole caer al suelo, las risas del grupo contrario no tardaron en estallar.

No es que Jungkook odiara educación física, todo lo contrario, amaba en especial la unidad de basquetbol, pero quemados...era lo peor, una excusa perfecta para los abusadores y golpear a los que se vean medios raros—¡Jungkook! ¿Estás bien?—preguntaba impresionada la chica, quien no había recibido algún golpe grave o con odio, se acercó al aturdido pelinegro para poder levantarlo. Hoseok no estaba en sus clases ya que era un año mayor que él, pero eso no significaba que el menor se quedara completamente solo y desamparado. Pranpriya Manoban, o Lisa, era una de las chicas más amables de su clase, de esas que era imposible de odiar, siempre se preocupaba de sus compañeros, y entre ellos estaba el pelinegro...ya conocía su nombre y todo debido a las constante intervenciones que había hecho por él.

—¿Qué acaba de pasar?

—Pues...el lado bueno es que posiblemente puedas quedarte en la banca ahora.

Y antes de que el bárbaro juego continuara el sonido del silbato resonó en el gimnasio—¡Tiempo! Esperen un poco—todos los alumnos empezaron a reunirse al rededor del profesor, tenía a su lado a quien Jungkook no esperó ver tan pronto, sus ojos se abrieron ligeramente cuando vio a su contrario con el uniforme del instituto, esto confirmaba que Tae se veía bien con todo... espera ¿Qué acababa de pensar?—. Les presento a Taehyung Addams, estará con nosotros el resto del año. 

𝐓𝐡𝐞 𝐀𝐝𝐝𝐚𝐦𝐬 [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora