TRIO DE ORO

Harry, Hermione y Ron.

Harry, Hermione y Ron.

Ron, Harry y Hermione.

Hermione, Ron y Harry.

No importaba como los llamaras, siempre eran ellos tres. Eran un equipo, una familia, eran amigos y algo más que eso también.

Eran el trío de oro. 

Y siempre estarían los tres juntos, lo habían decidido.

Desde su primer año en Hogwarts, eran ellos tres. Y solo ellos tres.

Ocasionalmente se añadía algún otro componente al equipo de amigos, pero al final del día, siempre eran solo ellos y nadie más.

Sin embargo, ¿Cómo comenzó todo?

Desde un principio, su relación siempre fue un poco extraña. Sobre todo, ante los ojos de los demás, los cercanos a ellos y los que apenas lo conocían.

A cualquier lugar que iban, los tres niños de once años siempre estaban juntos. Salvo ciertas excepciones, que era cuando la pequeña Hermione se encontraba sola en la biblioteca, lugar al que los miembros masculinos del trio de oro no solían ir demasiado.

Pero eso cambió en cuanto tuvieron su primer encuentro con Voldemort, desde ese momento, ninguno quiso dejar al otro solo. Demasiado traumados y asustados por lo que habían pasado.

Si la pequeña Granger pasaba demasiado tiempo sola, Harry y Ron no tardaban en aparecer, ya sea sentándose a su lado conversando en voz baja, trabajando en silencio en sus propias tareas- solo Harry, pues Ron prefería dormir-, o a veces simplemente haciéndole guardia a la niña.

Durante aquellas ocasiones, Ron solía sentarse frente a Hermione, apoyando la cabeza en sus brazos mientras la miraba trabajar en silencio hasta que se dormía, y Harry solía sentarse junto a ella, de vez en cuando preguntándole algunas cosas para terminar la tarea o a veces simplemente apoyando la cabeza en el hombro de la niña y cerrando sus ojos, fingiendo dormir mientras la oía murmurar sobre lo que sea que estuviese escribiendo ella en ese momento.

Y todo estaba bien, porque, aunque Ron la molestase, mirar a Hermione le parecía entretenido. Y aunque Harry a veces no dijese mucho, disfrutaba de oírla hablar. Su suave voz lograba hacerlo sentir mejor y en paz.

Si Harry estaba demasiado tiempo lejos de ambos o solo, Ron se apresuraba a buscar al niño, sacando un tema de conversación al azar y sonriéndole mientras iniciaba una divertida conversación de quidditch o quejas sobre Snape o sobre cualquier cosa que hubiesen hecho los gemelos esta vez.

En tanto, Hermione se quedaba junto a ellos, escuchándolos mientras leía un libro, apoyando su cabeza en el hombro de Harry-si es que estaban sentados- y mirando de reojo a Ron y sonriendo ligeramente al notar a sus dos amigos felices.

Y aquello estaba bien, porque para Ron, hablar con Harry le era divertido y cómodo, y porque para Hermione mirar los ojos verdes de Harry o quedarse a su lado le hacía sentir mejor. La presencia de Harry los hacía sentir mejor.

Mientras que, si era Ron quien estaba solo o estaba demasiado lejos de los otros dos, eran Harry y Hermione quienes lo buscaban.

Harry sentándose a su lado mientras sacaba un tema de conversación, bromeando un poco sobre cualquier cosa o preguntando alguna tontería mientras sutilmente le acercaba alguna golosina, postre o comida, mientras lo miraba con sus ojos esmeralda brillantes y atentos, y respondía a cualquier cosa que él pelirrojo le dijese.

Y Hermione regañándolo por comer como un cerdo, instándole a hacer su tarea o a veces simplemente escuchándolo antes de iniciar una pequeña discusión con él, misma que pasaría a ser una discusión más grande donde ambos acabarían molestos e ignorándose por unos minutos, antes de que todo comenzase a ser como antes de nuevo, sonriéndose y hablando como normalmente, mientras que Harry hacía como un mediador entre ambos.