Diario terapéutico

carta para quién alguna vez consideré amiga

Entre el dolor que me causó tu actuar mi razón no me permitió del todo enojarme.
Entiendo que no estés de acuerdo conmigo, no tienes que estarlo.
Entiendo que no quieras seguir teniéndome en tu vida, no tienes porqué hacerlo.
Entiendo que mis acciones pudieran ofenderte, aunque jamás fue mi intención.
Entiendo que, caminamos en diferentes zapatos y por ende tenemos diferentes perspectivas e interpretamos la realidad de acuerdo a lo que fuimos aprendiendo y conociendo a lo largo de nuestras vidas.
Eso lo entiendo.
Lo que hasta hoy día no comprendo es cuales fueron tus intenciones reales todo este tiempo que fingiste ser mi amiga, fingiste confiarme, fingiste admirarme, fingiste apreciarme.
llegué a la conclusión de que la única que consideró nuestra relación como amistad fui yo, porque no hay manera que considerándome amiga hayas hecho lo que hiciste.
Dolió, si.
Pero me quedo con lo mejor de esta experiencia. Yo si te consideré una amiga, y te admiraba de verdad, siempre me mostré tal cual soy y por sobre todo siempre tuve la decencia de decirte las cosas de frente, jamás tuve la necesidad de hablar de ti a tus espaldas(hablar mal), primeramente porque no tengo ese habito y porque cuando alguien te importa uno habla y expresa sus inquietudes a esa persona, es la única forma sana de solucionar problemas.
Me quedo con que sí fui una buena amiga hasta el último momento.
Soy una buena ex amiga incluso.
Me reconforta saber eso de mi.
No me permito con este acontecimiento dejar de creer en la amistad, porque a pesar de ti sigo creyendo que es una de las mejores cosas de la vida.
Deseo de todo corazón que encuentres tu sitio en este mundo, que encuentres a las personas que cumplan con tus requerimientos y que no tengas que fingir más.
Atte: la que te consideró amiga alguna vez.