¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi vida había dado un cambio brusco desde la separación de mi padre, Bad me dijo que sería mejor si estudiará en otra ciudad para olvidar los malos momentos, por el bien de mi padre y el mío acepté.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahora estaba ahí, esperando el tren 21 para ir a su universidad, pude ver a un chico con el broche de una cabra esperar a un lado, me fije rápidamente pues era muy notorio y a decir verdad bonito.
Vi al chico que irradiaba alegría y su sola presencial hizo que en mi cara se formará una pequeña sonrisa, si hubiera estudiado con aquel chico no cabe duda que seríamos amigos muy rápido, se dio cuenta que me había quedado mirándolo y volteo la mirada, justo a tiempo para que el tren estacionaria y subiera, el chico del broche también subió, antes que yo.
Una vez que subí me apresure en agarrar un asiento, lo último que quería era ir parado, puesto a que el viaje era corto sabía que los trenes iban a velocidades bastante rápidas y podía caerme. Prendí mi celular y saque mis audífonos de la mochila, poniendo una canción para el trayecto, primer día de escuela, genial.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegué a la parada y baje, pero vi que el chico no bajaba, quizás su parada era más lejos y ahí lo observé, un chico de cabellos castaños con lentes y un pequeño maletín, ni bien subió ví que el pelo negro sonrió emocionado, parecía que se conocían, esperaba tener una amistad así, algún día, pensé y me dispuse a seguir su camino llegando
