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—Ya era hora, todas teníamos pareja menos tú.—Hablo Lia con un poco de despreció hacia mi.

Yo solo trate de evita su mirada, su comportamiento hacia mi siempre a sido de alguna manera ella tratando de despreciarme.

—¿Que le pasa a tu esposo? Parece un niñito jugando con un peluche.

—Oye ya hablamos de lo que le ocurrió a Bang Chan y si te vas a poner en esa es mejor que te vallas.—Le advirtió Yuna.

—¿Por qué se ponen de su parte? Mírenlo, es anormal y se comporta como un tonto.

—¡Ya basta!—Alce mi tono de voz.—Chan es una persona como todas nosotras, el no te falta el respeto por tener la condición que tiene. Y sabes que no te quiero volver a ver.

Tomé a Bang Chan de la mano y salí de aquel lugar. Nos montamos en la camioneta para luego ir a casa.

•••

Ya pasaron seis meses desde el día de la boda, pronto es mi cumpleaños y estoy feliz ya que cumplo dieciocho. Desde el día en el que me pelee con Lia las chicas y yo hablando y ellas por lo que hizo Lia le dejaron de hablar.

Ahora yo me encuentro en la cocina preparando la cena, Chan está en una silla junto a la isla del comedor jugando con su peluche. Hoy está toda la familia reunida, mis padres, los padres de Chan y sus hermanos. Decidimos hacer un pool day.

—¿Quieres una dona glaseada con leche?—Le pregunte a Chan.

—Si por favor.

Serví un poco de leche en una taza y saqué una dona de la caja que habían traído mis padres, la puse en un plato y se la di.

—No te llenes cariño, ya pronto está la comida.

—Está bien.

Tomó unos palillos y con el atrapo la dona sumergiendola a la taza para luego darle un bocado.

—¿Está buena?

—Sii.—Contestó con una linda sonrisa.

Camine alrededor de la isla, lo tomé de las mejillas y deposite un dulce beso en su nariz. El solo río con ternura.

Iba a seguir con la comida pero el timbre sonó.

—Ahora vuelvo, no toques nada de la cocina.

Escuché un pequeño "Está bien" y camine a la puerta para ver quien era. Al abrir la puerta me encontré con quien menos quisiera ver y mucho menos en la puerta de mi casa.

—¿Sana?, ¿que haces aquí?

—La que debería pregunta eso soy yo... ¡Eres una maldita arrastrada! ¡¿Que haces en casa de mi esposo eh?!.

—¿Esposo? ¿A qué quieres llegar con esposo? Creo que te olvidas de que la que se casó con el fui yo porque su supuesta prometida lo dejo plantado por el simple hecho de que sufría un trauma. De verdad no se como te atreves a venir y decir que es tu "Esposo".

—No te hagas la loca Aiko, que todos sabemos que los hiciste para mantener la reputación de la familia.

—Te equivocas, yo no soy una loca, la loca eres tú que se escapo el día de su boda para irse con un patan de cuarta, la cual cree que está enamorado de ella. Tal vez yo me case para no dañar la reputación de la familia pero las personas cambiamos.

Sana iba hablar pero no la dejé.

—En el pasado puede que me haya caso con él por mantener el apellido de nuestra familia limpio pero logré enamórame de él como no tienes idea... y no no lo quiero como tú a todos los hombres con los que está, por interes. Pero sabes algo Sana, las personas cambian por amor, algo que tú jamás entenderás, es una lástima.

Luego de decir eso suspiré y la miré con mucha decepción, Sana y yo nos llevábamos super bien, luego de que su novio llegó a su vida, Sana cambio por completo.

—¡Estupida! ¡Todo lo que tienes debería ser mío!, tú.—Me señaló.—Me lo arrebataste, robaste mi vida, mis padres y todo lo que tenía me lo robaste. ¡Maldigo el día en el que mis padres te adoptaron!.—Grito histérica.

Sus palabras realmente no me dolieron, yo se que soy adoptada.

—Oooh vamos hermanita, ¿yo arrebatarte? ¿Robarte?, tú fuste la que rechazo todas las oportunidades que te dieron, yo solo aproveché las que me ofrecieron a mi. ¿Sabes? Creo que es mejor que te vayas, esto no llegará a ningún lado.

—¡COMO TE ATREVES A HABLARME ASÍ!, ¡TE ODIO Y TE MALDIGO!

Sana estaba apunto de darme una cachetada, cerré mis ojos esperando que fuera lo que Dios quiera, pasaron varios segundo y no sentí ningún golpe así que decidí abrir mis ojos para ver que pasaba.

Abrí mis ojos y no podía creer lo que estaba pasando.

—Bang Chan... S- suéltame.

Bang Chan sostenía fuertemente la muñeca de Sana mientras ella forcejeaba por soltar su agarre, su mirada era penetrante y directamente a los ojos de Sana.

—¡CÁLLATE! Como te atreves venir a mi casa y tratar de agredir a mi esposa.—Hablo de manera muy seria y madura con su contacto visual a mi hermana.

Estoy estática junto a la pared, Bang Chan, no puedes ser tú.

—Nunca tuve una "condición", muchas chicas querían salir conmigo, obviamente no porque me amaran, sino porque les interesaba mi dinero, luego del accidente fingí y prometí ser muy cuidadoso en escoger la chica perfecta.

Dios mío esto no puede estar pasando.

—Toda chica desearía vivir con los lujos que vivo así que pretendí tener una "condicion", como era de esperar todas y cada una de mis pretendientes se alejaron, pero luego llego Aiko y fue la primera chica que me amo sin importar que, a pesar de que yo no le diera al amor y cariño que un esposo promete ella me amo.—Giro su cabeza para mirarme.—Ahora que tú novio se fue a la quiebra vienes a buscar de mi, se todas y cada una de las cosas que has hecho.

—¡Ja! Solo porque te casaste con ella no quiere decir que la ames.

—¿Eso piensa? Bien te voy a mostrar lo contrario.

Bang Chan me tomo de las mejillas y estalló sus labios contra los mios, en ese momento vi la gloria. Me olvide de que habían personas a nuestro alrededor.

—Agh que asco.—Una voz chillona a nuestras espaldas.

Chan y yo nos separamos y ahí estaban nuestros padres y mis cuñados.

—No sé cómo puedes amar a alguien que es adoptada.—Fueron los últimos argumentos de Sana.

—Así como ella me amo teniendo una condición.

—Sana Minatozaki, pasa por nuestra casa algún día, tenemos varios temas que tocar.—Hablo papá.

Sana se fue muy furiosa de nuestra casa, cerré la puerta y hablé a las personas que se encontraban con nosotros.

—Perdón por no decir lo de mi adopción, mil disculpas no van a ser suficientes.—Hice una reverencia.

Mi madre tomó mis mejillas y me hizo mirarla.

—Pequeña ser adoptada no tiene nada de malo, eres una niña maravillosa y no dejes que eso te afecte.

El señor y la señora Bang solo nos miraban mientras sonreían.

—Yo seguiré haciendo la cena, ustedes hablen.—Dijo la señora Bang.

Todos se fueron dejándonos solos. Bang Chan aprovechó y me volvió a besar.

—Perdón por no decirte, te juro que te iba a decir hoy en la noche.

—No pasa nada cariño.

Lo abracé y pegué mi cabeza a su pecho.

•••

Para mi los finales felices no existen, lo que sé es que por ahora vivo feliz con Bang Chan.

My little Men -Bang Chan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora