De regreso al pasado
Harry apoyó sus brazos en la pared del baño, el agua tibia resbalaba por su cuerpo y el de Severus, pero ni su calor podía compararse con el que irradiaban sus cuerpos en ese momento en que se mantenían en el más íntimo contacto.
Su esposo le sostenía por la cadera mientras se hundía una y otra vez en su estrecho canal jadeando entre el cansancio y el placer que sentía.
— Severus... estoy a punto.
Ante el aviso del chico, el ojinegro le recostó sobre la tina que tenía llena, era más cómodo de esa manera. Le giró para estar frente a frente volviéndose a mirar. Harry le abrazó la cabeza apretando los párpados al sentir cómo nuevamente volvía a ser tomado en un solo movimiento.
Mantenía su espalda apoyada sobre la tina, abriendo sus piernas lo más que podía. Finalmente mordió suavemente el hombro de Severus dejando salir su semen que se fue perdiendo en el agua... El mago mayor entonces dio una última estocada y jadeó antes de buscar los labios de su esposo, siempre le gustaba llegar al orgasmo uniendo sus labios a los suyos.
Se dejaron resbalar sumergiéndose bajo el agua... sólo saldrían hasta que sus alientos ya no proporcionaran el suficiente oxígeno.————000————000————000————
Alina se emocionó mucho al saber que saldrían de viaje, no dejaba de hacer preguntas sobre el país al que irían. Harry le había hablado ya de su etapa en Hogwarts pero no tanto como ella quisiera, así que pensó que sería divertido ir a conocer el lugar donde sus padres vivieron antes de mudarse a América.
Severus dedicó el día siguiente a hacer los preparativos para el viaje mientras su esposo llevaba a la niña de compras. A pesar de que les habían devuelto gran parte de sus pertenencias, aún tenían muchas necesidades qué cubrir.
Y aunque Alina se mostraba más entusiasmada por volver a comprar juguetes que ropa o utensilios de aseo personal, tuvo que aceptar el hecho de que no tendría nada qué le hiciera compañía a su muñeca.
— ¿Y cuándo nos iremos? —preguntó mientras Harry revisaba unas maletas que le servirían para empacar.
— Eso lo dirá papá cuando regrese.
— ¿Y cuándo volveremos?
— No lo sé, todo depende de...
— ¿De qué?
— Pues no sé, la verdad no sé, supongo que serán sólo unos días, tu padre tiene que regresar a su trabajo en dos semanas. —respondió sintiéndose repentinamente triste.
— ¿Me llevarás a conocer tu colegio?
— Te lo prometo, quiero que conozcas a Dumbledore. Sé que él estará muy feliz de verte.
Alina asintió, ya no siguió preguntando porque le llamó más la atención unos niños que corrían por la tienda. Aprovechando que su papá se veía distraído revisando las maletas, fue a unírsele a los pequeños.
Harry se quedó mirando a la nada, mencionó a Dumbledore y muchos recuerdos habían vuelto con su nombre. El anciano había sido muy importante en su vida, y el único con el que había mantenido contacto en todos esos años, pero sólo en una ocasión, cuando Alina era una recién nacida, luego ya no volvió a saber de él.
Ahora le provocaba melancolía la proximidad de volver a mirar esos ojos azules que le miraban cariñosos tras las gafas de media luna.
Un repentino dolor de cabeza le hizo tener que apoyarse en la pared más cercana. No le gustaba tener esa ansiedad enorme por recuperar sus recuerdos, en todo ese tiempo no la había presentado, ni siquiera en los primeros años cuando apenas recordaba quién era.
— ¿Papá, te sientes mal? —preguntó Alina sujetándole del brazo.
La pequeña había notado la perturbación de su padre por lo que abandonó su juego con los otros niños para correr en su ayuda, le parecía que su padre se veía demasiado demacrado y ni siquiera respondía a su pregunta por lo que miró a todos lados esperando encontrar ayuda... tenía miedo por él.
— Papi, no te muevas de aquí... iré por alguien.
— No, cariño. —dijo finalmente el ojiverde, tomando aire profundamente para volver a recuperar su respiración normal. Acuclillándose hasta ponerse a la altura de su hija, se esforzó por sonreírle—. No es nada, creo que no desayuné bien, pero ya se me pasó.
— ¿Quieres que te consiga un vaso de agua?
— No, bebé, de verdad ya estoy bien. Anda, vamos a pagar todo.
Harry tomó a su hija de la mano dirigiéndose hacia la caja de pago, esperaba poder quitarse esa sensación de estar siendo vigilado constantemente.
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Viviendo en las estrellas
FanfictionHarry y Severus están casados y viven tranquilamente los años de la post guerra. Para el Gryffindor nada podría ser más perfecto, está profundamente enamorado y se sabe bien correspondido, pero un día algunos extraños sucesos le despiertan la inquie...