Manual de supervivencia

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA

Era el año. Lo decían todos los astrólogos, el número par, tendría que aportar nuevos cambios de aire. Y eso es lo que esperaba, estar escondida debajo de una mesa en fin de año tenía que servir para algo, porque había visto por Twitter que atraería amor a mi vida y con sinceridad necesitaba ese cambio.

Es verdad que cuando tienes veintiuno, tu vida son constantes cambios, cuando cumples la mayoría de edad tienes que elegir tu futuro, por tanto, primera bofetada de la vida. Si eliges una carrera con alto potencial laboral, la sociedad te aceptaba, en cambio, si elegías un grado superior o una carrera con cero salidas, dejaste de importar a la sociedad, en consecuencia, primer golpe emocional, mi carrera de filología hispánica a un año de acabar ya no importaba.

Si a los diecinueve ya no habías encontrado aquel amor que te llevaría a la locura, según los estudios, ya no ibas a encontrar al amor de tu vida, puñetazo en todo el estómago de la vida. No lo había encontrado en todos los años y este último a los veinte pensaba que sería, pero no lo era, Marc pensaréis bonito nombre, verdad si, pero la persona que lo llevaba era un gilipollas. Durante más de cuatro meses estuvo conmigo y acostándome con su ex a las espaldas hasta que lo descubrí.

Y bueno, a los veinte tienes que trabajar y estudiar, porque como me recuerda mi madre diariamente "Yo a tu edad trabajaba, llevaba una casa y no lloraba". Una verdad como un templo esa mujer solo la vi llorar cuando murió mi abuela, por todo lo demás creo que el frío del antártico a su lado era el mayor calefactor. Puñalada de la vida directa al esternón, la familia tampoco era mi gran ayuda.

Comencé a trabajar en un hospital como administrativa, me esperaba que las mujeres de cuarenta años que llevaban mucho más tiempo trabajando fueran amables y en eso se quedó en esperanzas frustradas, eran como adolescentes que sí podían hacían un Taylor Swift (Also es hacer una víbora). La vida me estaba pegando una paliza y aún no estaba ni en lo peor, parecía el meme de alguien que le golpean y aún siguen.

Entonces, luego de esto, tienes que tener un grupo de amigos super grande con el que hacer un montón de planes. Error. Antes de conocer al idiota sí que tenía un gran grupo de amigas, éramos cinco, siempre quedábamos todas, ninguna fallaba, todas nos habíamos conocido en el instituto, por tanto, llevábamos muchos años juntas, he de decir que no es todo lo bonito reluce con brillantina.

No todo era tan malo, en mi vida había tres personas que si eran las que me acompañaban Penélope, la conocía desde los seis años, era la otra versión de mi misma, si tuviera más autoestima, pelo rubio pero sobre todo un amor hacia la moda. Mi máxima combinación era juntar todos los colores y llevarlo con ilusión. Por otro lado, estaba Blanca, ellas eran como un matrimonio, sabían todo de la otra y de verdad que me habían adoptado en su rara familia, si tuviera que definirla sería como aquella persona que te apoya, que no sabes por dónde te va a salir, pero impresionarte seguro. Para acabar estaba mi compañera de universidad, llevaba conmigo tres años, Joana, era la que soportaba todos mis dramas una y otra vez y siempre desde una perspectiva animada no sé ni cómo lo conseguía.

Por eso, yo Margarita Enamorado, si no tenía mucha correlación mi apellido con mi vida, dado que me encontraba con una ruptura emocional ante mis amigos, trabajo y amorosa. Esperaba que este nuevo año que entraba me trajera algo más, pero para eso tenía que seguir contando mis aventuras y de cómo sobrevivir ante esta existencia.

MANUAL DE SUPERVIVENCIAWhere stories live. Discover now