Todo comenzó con un resfriado

Capitulo 5 Primera cita

Les soy sincera estuve a nada de no publicar esta semana, la inspiración hizo un viaje largo y apenas si la recupere ayer :v

Pero e aquí el capítulo, no es de mis favoritos pero espero que les guste, no toy muy conforme pero no se me ocurre algo mejor, el siguiente será mejor.

Transcurrieron tres semanas de mi extraña relación con el demonio, el perro destruyó mi puerta para salir de la cocina, el pavo me atacó al preguntar si podíamos comer pavo para el almuerzo y juro que el gato me miraba con deseo asesino.

Lo normal para los animales del demonio.

Dos días después lo hice regresar a la mansión y una fuente confiable me informo que se reconcilió con B y están tratando de entenderse o algo así, oh y que ya no es tan grosero con el Super hombre, ver para creer, nos veíamos usualmente en puntos ciegos de la ciudad y casi diariamente en alguna de mis casas de seguridad, por alguna razón sabe dónde estoy.

Trato de no pensar mucho sobre esto, pero va a salir mal, es una bomba a punto de estallar.

- Todd vamos a tener una cita -le quite la mirada al televisor y centre mi atención en el recién llegado que, literalmente, entro por la ventana.

- ¿Qué?

- Thsk vamos a tener una cita -volví a alzar una ceja pero me encogí de hombros, si el engendro quiere una cita...

- ¿En Gotham?

- En Metrópolis -agarre las llaves de una camioneta que convenientemente servirá para la salida.

- ¿Les dejaste alguna nota? Recuerda la última vez que te fuiste sin avisar Goldie término metido en las alcantarillas buscándote -que divertidos recuerdos.

- Le informe a Alfred -asentí, no muy convencido de salir.

- Sabes tenía una misión con...

- Un solo paso Todd y te disparo un tranquilizante y te llevo inconsciente -alce los brazos en son de rendición, bueno parece que si quiere esa cita.

Que suerte de mierda.

Gruño nuevamente ante el gentío que teníamos que atravesar solo para entrar al dichoso cine al que el demonio exigió que viniéramos, jale un poco la capucha de mi suéter para cubrirme mejor y note que el demonio hacia lo mismo, si nos reconocen se armara el alboroto.

- Yo compro los boletos tu ve por los comestibles -Joder esto están incómodo, no estoy en un cine de estos desde... okey eso es triste.

Que fila más larga ¿no puedo simplemente colarme y ya? joder ¿La gente hace esto por diversión? Bufe ante los chillidos de un niño gordo en la fila que jaloneaba a su madre en busca de que rellenara sus enormes cachetes con más comida chatarra, ese niño no sobreviviría ni medio día en Gotham.

Compré dos combos de palomitas extra grande y dos refrescos, solo por fastidiar al niño gordo la última barra de chocolates que quedaba.

Me senté con desgana esperando al demonio ¿Cómo me metí en esto? Estoy tentado a causar un incendio.

Un parloteo estridente de un grupo de chicas llamo mi atención, les guiñe un ojo y rieron y chillaron entre ellas, me divertí por como trataban de hacer que una de ellas se aproximará hacia mi, las chicas de metrópolis son tan fáciles.

- H...hola -tartamudeo, iba a responder cuando sentí la presencia del demonio en mi espalda.

- Largó -le dedicó tal mirada de muerte que la chica corrió de regreso con sus amigas casi llorando, ya empiezo a creer lo que decía Artemisa, lo de la mirada asesina que dice que el demonio le dedica, todo cobra sentido ahora.