uno.

103 15 0
                                    

Eran aproximadamente las 10 de la mañana, el omega Jung Jaehyun de 21 años caminaba alegremente por la calle hacia una de las tiendas de su padre con su dorado cabello meneándose.

De pronto percibió un exquisito aroma, se dio la vuelta encontrándose con un apuesto alfa, pero no tenía tiempo, tenía que llegar a esa tienda antes de las 10:05 y ya eran las 10:02.

Aunque quería seguir olfateando aquel aroma, apresuró el paso mientras se alejaba de aquel apuesto y alto alfa, de seguro era un dominante.

—Buen día— Saludó entrando a aquella tienda, podía ir a otras, claro estaba, pero ahí estaban 3 de sus amigos.

—Buen día, Hyunie— Nakamoto Yuta, alfa de 25 años, empleado del lugar, saludó a su superior y amigo desde su puesto.

—Buenos días— Saludaron de igual manera Taeil y Sicheng, beta y omega respectivamente, de 24 y 23 años.

—¿Todo en orden? lo siento, me atrasé unos minutos y no pude llegar a las 10.

—Nah, todo normal, vendemos ropa, perfumes, accesorios y zapatos ¿Qué podría pasar?

Y justo después de que el beta coreano dijera aquellas palabras, un alfa, aparentemente dominante, entró al local con el rostro tapado.

—Dame lo que está en la cajera— Habló al omega más joven del lugar, Jaehyun.

—¿D-disculpa?

—Por si no sabías, vine a robar, ahora dame todo el dinero que está en la cajera, AHORA.

Ninguno de ellos sabía qué hacer, los demás, por ellos, darían el dinero, pero Jaehyun no haría eso, ese dinero era para el sueldo de sus amigos y aunque tenía mucho, pero mucho, más dinero para darles sueldo a sus amigos, ellos se habían esforzado por ese dinero.

—¿Qué esperas?— Las rubias y platinadas mechas del alfa eran cubiertas por una capucha negra.

—Y-yo...

—Jae, dale el dinero— Sicheng estaba quieto en su lugar.

—¿Tú eres Jae?

El omega solo asintió mientras retrocedía un poco.

—Jae, ya dale el dinero— Taeil temía por la vida de su amigo.

—Sí, Jae, dame el dinero y haz caso a tus amig-

Nadie en ese lugar se esperó aquello, nadie supo que Jaehyun agarraría el cuello de la chaqueta de aquel alfa y lo besaría, el ladrón quiso separarse al inicio, pero algo le incitó a seguir el beso, tomó la cintura del gerente, osea Jaehyun, y lo acercó más a su cuerpo para seguir el beso.

Mi omega.

Mi omega

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᝂ̸ 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙩 𝙞𝙣𝙘𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩│𝐣𝐨𝐡𝐧𝐣𝐚𝐞. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora