Capítulo 6: Idiota

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Noté el suave tacto de la yema de sus dedos cálidos corriendo por mi espalda formando círculos invisibles sobre mi piel. Me estremecí cuando tocó mi cuello, y se dio cuenta ya que acercó su boca hasta mi oreja susurrando levemente un "buenos días, enana" que me puso la piel de gallina.

Abrí los ojos lentamente mientras las pupilas se ajustaban al exceso de luz y pude ver una silueta borrosa frente a mi. Entrecerré los ojos y lentamente pude visualizar bien a la persona a mi lado. Dios santo, Melo...se veía preciosa, me sonreía con un brillo fuera de lo común y, mientras apartaba un mechón rebelde de mi cara, me besó con un tacto gentil pero a la vez apasionado.

Cuando sus labios se alejaron de los mios para recuperar el aliento sentí que ya la echaba de menos a si que la agarré del cuello y choqué nuevamente con sus labios, esta vez más ferozmente. Nuestras lenguas peleaban la una con la otra buscando como si de una competición se tratase.

Nos separamos nuevamente, esta vez nos quedamos la una frente a la otra mirándonos fijamente.

― Wow―dijo Melo sorprendida― Parece que alguien se quedó con ganas de más anoche.

Pude sentir el rubor en mis mejillas y como se tornaban lentamente a un color rojizo.  

― Bueno...yo... veras― tartamudeé en un intento fallido de explicarme.

― Ey, tranquila, no voy a comerte― dijo Melo, con un toque tierno en sus palabra―Bueno, comerte comerte...ya te he comido, y en-te-ri-ta.

Me miró pícaramente y alzó las cejas dando a entender el doble significado de la frase. Lo que hizo que me sonrojara más.

― Melo, así no ayudas― Dije recogiendo la camiseta que la vlogger había llevado puesta el día anterior y me la puse para cubrirme. Me quedaba un poco ancha y me cubría un poco más abajo de los glúteos y ella me imitó poniéndose una de sus camisetas y un pantalón de pijama negro.

― Lo sé―admitió ― pero es que me encanta cuando te sonrojas, eres más inocente...

― Idiota...

Le lancé la almohada a la cara y salí corriendo dirección a la cocina. A los segundo ya había sido acorralada en la cocina. Empezó ha hacerme cosquillas como venganza y yo no pude evitar reír ruidosamente.

― ¡ME RINDO! ¡ME RINDO! ¡PARA POR FAVOR!― Grité

Finalmente paró pero no sin antes rodearme la cintura y besarme nuevamente, mientras lo hacía pasé mis manos por su cuello atraiéndola más a mi.  Finalmente nuestros labios se separaron para recuperar el aliento.

― Creo que debería irme ya. Se estarán preguntando donde estoy― Dije refiriéndome a mis amigos y familia. Anoche desaparecí de la fiesta así sin más con Melo y estarán preocupados

― No te preocupes por ellos

Fruncí el ceño, ¿a que se refería? Como si me estuviese leyendo la mente se apresuró a hablar.

― Esta mañana llamaron a tu móvil cuando estabas dormida, vi que era tu madre y le respondí. Les dije que habías pasado la noche conmigo y que no había problema.

― ¿¡QUE HAS ECHO QUÉ!? ― grité furiosa y asustada, más asustada que otra cosa por el simple echo de que su madre se hubiese enterado de esa manera de su sexualidad. Tenía que hablar con ella y explicárselo todo.

― Eh, cálmate. Estaba bromeando ― sonrió al ver mi cara que seguramente sería un poema.

― ¡Eres idiota! ― dije, ahora furiosa. Me separé bruscamente de ella.

Ella, instintivamente me volvió a rodear con sus brazos esta vez por la espalda.

― Lo siento―dijo alargando la o. ¿Como me podía hacer sentir así? quiero decir, era incapaz de enfadarme con ella y cuando esta muy cerca mi cuerpo se tensa por unos segundos y mi corazón se acelera. ¿Me estaría enamorando?

― Esta bieeeeen

Rápidamente me soltó para ponerse a dar saltitos de alegría a lo que no pude evitar sonreír.

― Pero tengo que irme, me estarán esperando y posiblemente después de esto Mara me someterá a un interrogatorio, así qué cuanto antes mejor― dije en un tono emocionado mientras alzaba el puño irónicamente.

― Si quieres puedo llevarte en la moto, y así nos despedimos cuando leguemos.

― Me parece perfecto― dije sonriendo

―¿ Pues a que esperas? ¡vístete! a no ser que quieras ir en ropa interior y camiseta ancha sin sujetador por la calle, lo cual tampoco estaría nada mal...― Dijo dibujando una sonrisa de lado.

― Idiota...― dije dándole un beso rápido.

―...Y te encanta― susurró completando mi frase.




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