¿Puede existir algo más hermoso que la primavera? La gente es más feliz en esta temporada, las extremidades sociales se unen en la observación casi acosadora de paisajes y animales. El clima es perfecto: no muy frío, no muy caliente. Elegir una temporada favorita se vuelve realmente complicado debido a los días de descanso laboral y escolar: la gran mayoría escogería el invierno o el verano. Pero, pasando de largo la ignorancia y pereza, ¿No haría un sabio desviar su interés hacia la primavera?
Aquel que es triste en esta época o lo es todo el año, o tiene el corazón roto.Sólo mírala: ella es como febrero y marzo plasmado en un alma. No puedo creer lo increíblemente hermosa que luce. Las cascadas rojizas de su cabeza bailan sobre su espalda y su mirada parece implorar mil cariños, ¿Cómo no voy a amarla? ¿Como la dejaría sola? Es simplemente vida. Mi vida.
Se acerca rápidamente gritando de alegría y casi puedo ver como lágrimas salen de sus ojos. Me abraza, pero de verdad, de una forma en que sólo ella sabe hacerlo, cual si nuestros cuerpos fuesen dos partes de un todo. La beso y el tiempo se detiene en nuestros movimientos, plácidos y únicos. La observo y me observa.
-Sobria, te amo.
-También yo...
De pronto llega Él y la aparta de mi lado, sus sollozos irritan mi cabeza, Él es realmente desagradable. Nunca me deja estar con ella, nunca nos permite conectarnos del todo, siempre interrumpe cuando somos felices. Lo odio. LO DESPRECIO. Me encantaría destruirlo: manda todos mis deseos al abismo, todo mi esfuerzo a la basura. Luego de luchar tanto ¡Cómo se atreve!
Y lo haría, sin duda lo asesinaría. Pero mi Sobria parece simpatizar, a ella le agrada bastante. Siempre que Él se acerca parece aliviada, como si fuera a tener un largo descanso posterior a horas de trabajo ¿Mataría a alguien que trae cosas buenas a mi amada? En lo absoluto, jamás.
-Por favor -dice- necesito estar un momento en su compañía.
Mi corazón se corrompe ante sus declaraciones, pero es su deseo, ¿cómo he de negárselo? Me retiro como buen amante y la dejo estar. Al fin y al cabo no puedo aprisionar a la primavera.
-Sobria, te amo.
-También yo...