Capitulo 1

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*Gotas*

Flippy se detuvo frente al espejo, mirando su reflejo cuidadosamente, sin perder ningún detalle de su cuerpo, el único sonido allí pertenecía a las gotas de agua que caían del cuerpo recién bañado del militar.

Un solo pensamiento pasó por la mente del hombre, al observar su silueta.

Demacrado.

Parecía totalmente demacrado.

Y claro ¿Cómo no estarlo?

Había dedicado gran parte de su vida al servicio del país sin descanso y no hace mucho había terminado con otro trabajo.

Las heridas y cicatrices permanecen allí, recordando los momentos en el que estuvo a punto de morir. Las bolsas negras debajo de sus ojos, le recordaba las noches que no pudo dormir para sobrevivir. Su cabello y barba, largos que le hacían ver cómo un loco, le recordaron cuanto tiempo tuvo permanecer solo y sin recursos.

Todas las peleas en que participó, estan grabadas en su cuerpo.

[ A partir de hoy, sus servicios no son requeridos ]

Pero, todo había acabado de un momento a otro.

Ya no tendría que pelear, no tendría que crear más cicatrices y podría dormir todo lo que quisiera, sin preocuparse de quedarse sin munición o comida.

Lejos de toda guerra...

Debería estar contento ¿No?

...

No lo estaba.

No estaba feliz en absoluto.

Porque su pesadilla lo perseguirá para toda su vida y estaba grabada en cada rincón de su cuerpo.

Simplemente no tenía escapatoria.

—ha...

Soltó un suspiro, intentando olvidar aquella carga por unos momentos, para concentrarse en su objetivo.

Tomó las tijeras que estaban en el lavado, dispuesto a cortar el largo cabello de color negro, que obstaculizaba un poco su vista.

*Corte* *Corte*

Cerró y abrió la tijera, revelando el peligroso filo del artefacto con un bonito brillo que resaltaba en el metal.

*Corte* *Corte* *Corte*

Repitió el proceso, abrir y cerrar, varías veces. Que aparentemente, distraía al hombre de su verdadero objetivo, que era cortar su cabello.

Sin embargo, estaba pasando un arrebato de locura, que intentaba controlar con todas sus fuerzas.

Y esto se hacía notar por los cambios bruscos de color en sus ojos, que pasaba de verde a amarillo rápidamente.

Los pensamientos de aquella conversación no paraban de pasar por su mente, quería olvidarlo solo un momento.

Pero, volvían, como burlándose de su cerebro.

[ Este es un boleto del tren, una reserva que partirá dentro de 3 días, deberías empezar a equipar tus maletas. ]

[ Le decimos toda la verdad a su esposa o usted lo hace ]

¿Era normal sentir la sensación de querer apuñalar a ese General ahora mismo?

Probablemente no, viniendo de un transtornado como él, pero, en su mente, consideraba que era pensamiento de lo más normal.

Habían jugado muy bien sus cartas, al fin al cabo, sí querían controlar a un perro, necesitaban una correa, y nada era más útil que usar como manipulación a su esposa, quién era la única persona que mantenía su salud mental bajo control.

Nuestra esposa no se comparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora