Un amor entre dos días de Sombra [RinxLen](Pausada)

~ Cap 1 ~

Hola mi nombre es Len Kagamine,soy el hijo único de una familia un tanto pobre de la antigua Japón,Soy un joven feliz que aunque vivo ausente de padre,nunca me faltó amor de madre,los días eran difíciles pero nunca nos rendimos a pesar de todo.

Madre: Hijo, porfavor necesito que vayas al bosque por un poco de leña,esta noche hará bastante frío.
Dijo su madre mientras preparaba una pequeña candela que tenían en el medio del salón.

Aunque no tuviéramos mucho, siempre nos manteníamos juntos sean días o meses duros.

- claro madre, estaré ahí para antes de la noche.
Salí de casa pasando por un lado de esta tomando el hacha con mis manos junto a una pequeña cesta donde llevaría la leña.

Estaba caminando por el bosque mirando los alrededores buscando árboles que ya parecían viejos por el invierno,las hojas secas caían lentamente mientras seguía mi camino en busca de árboles no muy robustos para una buena leña,divisando bien por el bosque pude localizar unos arboles junto a un río,me acerqué y los toqué con mi mano sintiendo la robustez de los árboles, tomé mi hacha y comencé a cortar unos cuántos árboles esperando a que el dios de los bosques no se molestara por hacerlo,acabando la tarea sequé mi frente con el brazo para luego poner la leña cortada dentro de la cesta para cargarla a mi espalda y llevarla de camino de vuelta a casa,en el trayecto me puse a observar la hermosa vegetación que tristemente estaba marchitando por la llegada del invierno, seguí mi camino a paso lento mirando animales pasar de un lugar para otro viendo cómo se preparaban para el invierno, sonreí y quedé perplejo observando.

Unas horas más tarde empecé a ver cómo anochecía, sabía de los peligros que papá me contaba de pequeño así que apresuré el paso esperando a que por suerte ningún Yokai lo haya visto,cuando llegué a casa mi madre me recibió con una sonrisa.

Madre: Gracias a Dios que volviste a casa,ya estaba anocheciendo y sabes los peligros que hay ahí fuera.
Mi madre tomó la leña y la colocó en la estufa para prender un fuego para mantenernos algo calientes para el resto de la fría noche.

- Madre...¿Mañana es el día no me equivoco?.
Dije para arrodillarme a un lado de la estufa que mi madre estaba prendiendo.

Madre: Estás en lo correcto,mañana es el festival del zorro y como es tradición iremos al templo a rezar a la Diosa Inari,por proteger a tu padre tantos años de la guerra y a nuestra familia con un acogedor hogar.

Cuando el fuego se prendió empezó a salir un pequeño humo cual soplé un poco para que calentara más rápido,puse mis manos dañadas en el fuego para calentarlas,mañana sería el día más importante para él y la tradición de su familia.

La noche parecía eterna,no podía dormir porque toda la noche se escuchaban golpes de fuera de la casa, sabía que no debía responder ni abrir a nadie pero quería salir a tomar algo de aire así que salí a sentarme fuera de la casa mirando el estrellado cielo que cubría todo Japón,entre las estrellas pude divisar una estrella fugaz o eso pensaba yo que era al principio hasta que vi que estaban descendiendo montones de ellas cerca del templo curioso decidí ir a ver esperando a que mi madre no se despertara.

Corriendo por el bosque hasta el templo pude ver unas pisadas que al parecer también eran "humanas",por cual las seguí hasta encontrar a una pequeña joven de cabellos rubios estar frente al templo, parecía una chica habitual hasta que se giró bruscamente alarmada para dejar ver sus rasgos sobrenaturales,orejas,colmillos,garras y un pequeña cola de zorro por lo cual me asusté y sorprendí al mismo tiempo mientras que la contraria trataba de "asustarme" para que me fuera,su aspecto poco atemorizante me dió ternura pero de la nada se transformó en una Kitsune por lo cual de la impresión caí atrás dándome un pequeño golpe en la cabeza perdiendo el conocimiento y dejando escapar aquella hermosa criatura.

(Es un día que nunca olvidaré,es un honor poder haberte visto.)

Estaba inconsciente pero podía sentir como alguien me tomaba y me llevaba corriendo a un lugar para luego plenamente quedar dormido sobre lo que parecía ser mi cama

-¿Que pasó anoche?
Me decía mientras sobaba la cabeza levemente mirando que mi madre aún se encontraba acostada,al parecer era de madrugada,me levanté y salí de casa para luego ver frente a la casa una pequeña cesta de frutas que parecían tener buena pinta,la tomé y revisé que no fuera de nadie pero me pareció extraño que alguien lo dejara aquí y simplemente se fuese.

-es extraño que alguien haya dejado esto aquí,nadie pasa excepto mi madre y yo.

Las llevé a casa y las dejé en una pequeña mesa que teníamos para luego quedarme viendo el amanecer mientras esperaba a que mi madre despertara,las horas pasan y mi madre no despierta, pensé que era algo normal y la dejé descansar para tomar los preparativos del festival.

-Madre...ya es casi la hora de irnos,debes levantar..
Sacudí a mi madre esperando una respuesta para luego tocar su rostro y notar algo líquido bajar por sus labios y nariz,asustado le di la vuelta a mi madre para ver que tenía una enorme herida en el cuello,como si algo la hubiera atacado mientras no estaba,al recordar lo de ayer supuse que fue un Yokai el que se infiltró en casa

-¡Madre,Madre!,¡¿Me oyes?!, porfavor di algo...
Mis lágrimas caían como si niño pequeño se tratase, había provocado la muerte de mi propia madre sin quererlo,me arrodillé y dejé caer las lágrimas en el rostro de lo que fue una joven que me crió sin reproche.

No tuve más opción que dejar de llorar para luego cubrir a mi madre con su manta favorita para luego tomarla y llevarla a las afueras de la casa,la tristeza me estaba consumiendo pero sabía que ella no quería que yo estuviera triste así que seguí mi camino hasta el bosque estando cerca del templo donde solíamos rezar, lentamente me arrodillé ante este y dejé el cuerpo fallecido de mi madre sobre el piso hecho de piedra.

-Que Inari y sus Kitsunes te guíen por tu travesía hasta el cielo Madre,descansa en paz.
Limpié el aura del cuerpo con unos inciensos que tenía el templo,luego de ello recé por su alma y fuí a buscar leña para incinerar su cuerpo,me acuerdo que ella dijo que quería que esparciera sus cenizas cerca del templo junto a mi padre,me levanté y tomé rumbo a casa de vuelta por el inmenso bosque a buscar leña sobrante para poder hacer la incineración.

-Ojala no hubiera salido de casa esa noche, estarías sana y salva ahora mismo,soy un mal hijo por dejarte morir así..
Me culpaba a mi mismo mientras llegaba a aquella casa ahora tan vacía como cuando su padre se marchó a la guerra, tomó unas cuantas ramas y carbones para llevarlos de vuelta al templo cerrando la puerta y tomar su camino de nuevo hasta el templo.

Cuando llegué pude divisar a una joven rezando frente al cadáver de mi madre como si esta la conociera, parpadeé perplejo y en un abrir y cerrar de ojos la joven había desaparecido quedando bastante confuso de lo que acababa de ver.

-creo que estoy empezando a alucinar cosas que realmente no existen...
Me acerqué al cuerpo para luego mirar que tenía puesto un colgante que en un principio no tenía,extrañado miro el colgante para quitárselo y colocarlo al rededor de mi cuello para luego mirarlo detenidamente.

-no sabía que madre llevaba un colgante tan bonito como este,es lo único que tengo de ella así que tendré que cuidar de ello como si fuera mío.
Puse la madera en un lugar apartado al templo para luego dedicarle una despedida digna a mi madre que ha pesar de todo lo malo que pasamos estuvo conmigo hasta el fin de sus días.

-Viaja libre madre,reúnete junto a papá y sean felices juntos de nuevo,vuestro hijo os quiere más que a su vida.
Tomo el cuerpo de mi fallecida madre y la pongo sobre la cama de ramas y carbones,me arrodillé y cerré los ojos para despedirme una vez más de ella y tomar unas piedras y comenzar a chocarlas entre ellas para luego dejar prender lentamente las llamas que había producido, sopló un poco para que el proceso se hiciera más rápido, lentamente me alejé dejando que las llamas consumieran el cuerpo por completo,estaba destrozado pero...a partir de aquí empezaría mi nueva vida.