¿Lo Encontraste?

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"Nuestra comprensión del amor y las relaciones puede haber evolucionado desde el año 385 a. C., cuando Platón escribió el Simposio, pero la idea de tener 'otra mitad' todavía existe para muchos y ha perdurado en numerosas culturas a lo largo de la historia."

Dos años antes de la desparición de Joans.

Joans era un chico alegre. No era popular ni nada de eso, pero para Jezebel, era alguien especial. A primera vista, parecía un estudiante común, pero había algo en su comportamiento que lo hacía misterioso, y Jezebel, curiosa por naturaleza, hacía lo imposible por llamar su atención. Cada vez que lo lograba, Joans solo le decía:

-Para, Williams, eres demasiado ruidosa. - Y se iba con esa sonrisa sincera.

Pero Jezebel no se rendía fácilmente, claro que no. Se esforzaba por hacer todo lo posible para que Joans le dijera algo más que "Ruidosa".

Así que en el nuevo semestre, se sorprendió al ver que compartían una clase. Sin dudarlo, se dirigió a su lado.

-Buenos días, Joans. - Dijo animada.

-Buenos días, Jezebel. - Sonrió.

"¿Qué más digo?", pensó Jezebel. Joans siempre le decía que era ruidosa y que dejara de "acosarlo". Incluso un día la llevaron a detención por eso. Desde entonces, no le había hablado, así que se sorprendió de que quisiera entablar una conversación con ella.

-¿Puedo sentarme a tu lado? - Preguntó nerviosa.

-Claro, aún no está ocupado. - Respondió, volviendo a enfocarse en su celular.

"Es guapo, ni para qué negarlo. ¿Que si me gusta? Lo descubrí cuando me defendió del patán de mi 'casi algo'. Joans Grant me gusta mucho", pensó.

-¿Y qué tal las vacaciones? - Preguntó Jezebel, buscando mantener la conversación.

-Bien, viajé un poco, estuvo genial. - Guardó silencio. - ¿Y cómo estuvieron las tuyas?

-También estuvieron bien. - Dijo feliz. - Fui a visitar a mis abuelos en el campo. Es un lugar muy tranquilo. - Jezebel sonrió nerviosa - Oye, ¿te gustaría almorzar conmigo hoy?- Dijo sorprendida por sus propias palabras.

Joans la miró por un momento, pensativo.

-Claro, ¿por qué no? - Respondió, sorprendiendo a Jezebel.

-¡Genial! - Dijo ella, tratando de no parecer demasiado emocionada. - ¿A la una en la cafetería?

-A la una está bien. - Dijo Joans, volviendo a su celular.

Durante la clase, Jezebel trató de concentrarse, pero su mente seguía volviendo a la idea de almorzar con Joans. Cuando la clase terminó, ambos salieron juntos.

-Entonces, nos vemos a la una. - Dijo Jezebel.

-Sí, nos vemos. - Respondió Joans, sonriendo.

La hora del almuerzo llegó y Jezebel encontró a Joans esperándola en la cafetería.

-Hola, Joans. - Dijo ella, acercándose.

-Hola, Jezebel. - Respondió él, sonriendo. - ¿Qué te apetece comer?

-No sé, tal vez una ensalada. - Dijo ella, mirando el menú.

-Buena elección. - Joans asintió. - Creo que voy a pedir una hamburguesa.

Se sentaron juntos y comenzaron a comer.

-¿Tienes algún plan para el fin de semana? - Preguntó Jezebel.

Ecos de un Amor PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora