Capítulo único

666 38 183
                                    

Tendió su mano al aire con suma delicadeza y deslizó el brazo hacia un lado, paralelo a su cuerpo, la palma miraba al techo, movió su cuerpo siguiendo ese movimiento, el hombro, el torso, una suave ola, finalizó extendiendo, a favor de esa ola en su cuerpo, el otro brazo. Inspiró profundamente, se puso sobre las puntas de sus pies y después se dejó caer hacia atrás, quedando momentáneamente sobre sus talones antes de precipitarse de espaldas al suelo… un ágil movimiento que hizo girar su cuerpo y apoyarse en el suelo, dar una flexión y quedar tendido. Se arrastró como un gusano y sacó el pecho, bajó al suspirar y rodó en el suelo como una croqueta. Cruzó las piernas y apoyó sus palmas sobre las rodillas, apretó un poco sus piernas y se hizo bolita. Acto seguido, impulsó su cuerpo hacia delante y dio una voltereta hacia delante, una más para levantarse y después saltar hacia atrás para un mortal, quedando así, haciendo el pino momentáneamente. Apoyó los dos pies en el suelo y se levantó con una nueva elegancia lenta llena de equilibrio y consciencia de su cuerpo, incluso sus ojos estaban cerrados para sentir más el movimiento. Al acabar, suspiró al mismo tiempo que abría los ojos.

Una mirada azulada oscura lo observaba fijamente, los ojos encogidos en un punto apenas perceptible y su mirada estaba bastante confundida, extrañada y tal vez bastante… asombrada…

- No es lo que parece, Stan…

Pero no hubo respuesta y abandonó la sala prácticamente corriendo. Fue tras él, sus largos y rápidos pasos no se comparaban a las zancadas del pelinegro, lo atrapó enseguida y lo arrinconó en una pared.

- Como lo que hayas visto salga de tu jodida boca, vas a desear no haber nacido.- hubo un breve silencio, el labio de Stan temblaba y dudaba en si decir algo o no.- Y me da igual que te quieras morir. Si lo prefieres, te voy a dar ganas de vivir solamente con la paliza que te va a caer encima. ¿Te ha quedado claro? ¿O voy a tener que repetirlo?- gruñó audiblemente.

Stanley tembló y negó con la cabeza en referencia a que no haría falta que se lo repitieran. Lo dejó escapar y este no tardó ni dos décimas de segundo en perderse de su vista. Suspiró con alivio y regresó a la sala. Donde se puso su chaqueta naranja y la mascarilla negra cubriendo su rostro. Se puso la mochila de mala gana por solo un asa (la otra estaba rota) y arrastró los pies fuera de la sala, golpeando con un portazo la puerta por la rabia y la impotencia de haber sido atrapado.

No tenía la mejor de las relaciones con Stanley y Kyle desde hacía algunos años, problemas en la infancia ocurrieron, solo estaban los cuatro juntos por él, cuando en realidad se odiaban entre ellos y cuando lo descubrió: enfureció a tal punto que los mandó a la mierda a los tres y se fue con el Team de Craig, donde lo adoptaron de buen grado, menos Craig, porque trataba demasiado bien a su novio y le daba celos, o al menos con eso se justificaba, porque realmente Craig nunca estuvo de acuerdo con que Kenneth se uniera al grupo porque sus amigos de mierda lo dejaron tirado. Después se empezaron a llevar bien, pero tenían sus piques.

Eventualmente, recuperó la amistad con Cartman, pero no con Stan y con Kyle, quienes, al llegar a los últimos años de la secundaria, cumpliendo los dieciséis o diecisiete años, cada uno se había ido por su lado. Stan tenía pareja y jugaba en el equipo de rugby del instituto, aunque jugar no es la definición que se debería de usar porque era el suplente al ser tan bajo de estatura y era prácticamente humillante para el resto tenerlo en el equipo; Kyle estaba en el comité de estudiantes, era delegado y estaba dentro de todas y cada una de las manifestaciones activistas de la escuela, fuera por el motivo que fuera. Wendy también estaba con él en los mismos lugares, ella era la subdelegada; los dos eran muy afines, pero Wendy tenía a Red, aunque cabe destacar que la relación de ambas era una relación abierta, pero ese no es el caso ahora; de todas maneras, Kyle tenía pareja: Heidi, con quien llevaban de novios desde los catorce años.

176.- Grados de toxicidad (Craig - Kenny - Stan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora