𝑫𝒐𝒖𝒙 𝒂𝒎𝒐𝒖𝒓 [ᶜʰᵃⁿˢᵒᵒ] 𝑪𝒉𝒂𝒏𝑺𝒐𝒐 𝒇𝒆𝒔𝒕

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝐔𝐧

El cielo gris era magnífico, las nubes pesadas pero a la vez tan esponjosas. Chanyeol caminaba por las calles directo a su casa, el clima fresco le agradaba demasiado a su punto de vista era el más bello, pero aún más le agradaban los días lluviosos donde podía tomar café o un delicioso chocolate caliente con malvaviscos, leyendo algún libro de su estantería o posiblemente solo admirando las hermosas gotas que empapaban las calles, casas y automóviles.

Ser dueño de una cafetería era un poco agotador más si sus empleados eran un caos como Jongin un apuesto chico que se desempeñaba como mesero. Fueron miles de veces las que tiro alguna orden, aunque no hubo daños, sí perdidas, pero el chico era encantador no se podía dar el lujo de despedirlo o Minseok que hacía excelentes cafés, que eran la sensación del local. Incluso su bonito esposo quien era el chef de repostería junto a Jongdae. Sí, amaba demasiado el personal de su cafetería y no era para menos había sido un sueño que querían cumplír desde que eran pequeños.

Paso junto a un jardín muy conocido para él, pues solía llevar pequeñas flores y ramitas para Soo quién les deba un uso personal del cual no estaba enterado. Se detuvo justo enfrente de la cerca viendo a cierta chica regar alegremente las plantas. - ¡So Hyun! - la chica volteó sonriente al ver al chico rubio, se encaminó por entre las flores, intentando no hacer ningún daño.

- ¿Que te trae por aquí Yeol?. 

-De acuerdo mi error, ¿Qué deseas el día de hoy?, Tengo jazmín es una preciosa flor o rosas huelen fantástico, ¿Quieres algo dulce o picante? Nunca lo había preguntado ahora que lo recuerdo...- la risa estruendosa del rubio la hizo callar hasta que fuera solo un murmuró. - Te han dicho que eres muy parlante So Hyun, es algo tierno.

- ¡No digas esas cosas! Solo dime qué es lo que deseas - girandose intentando ocultar su sonrojo, odiaría que el chico lo notará y ser molestada por el resto de sus días. - Lo mismo de siempre, manzanilla, lavanda y ramitas. Por cierto So Hyun ¿Que sabes de los olores picantes en los cambiaformas?.

- Bueno por mi experiencia con mi hermano, siempre menciona que los olores picantes y fuertes suelen darle una tranquilidad a su animal, no se exactamente a qué contribuye, ya sabes solo soy una humana pero lo admite bastante. ¿Porqué? Soo te ha dicho algo.

- No exactamente, pero la otra vez leí en un libro que los cambiaformas en gestión suelen recurrir a los olores para buscar su confort y sobre todo su seguridad, pero he pensado que solo e llevado olores suaves y me gustaría llevar algo más ¿Fuerte?. - vio a la pequeña chica envolver todas las flores y ramitas en una tela, para posteriormente amarrarlo con un lazo.

- Bueno tienes razón en eso, no soy experta en estos temas, pero ya sabes mi familia sí, supongo que es algo normal entre ellos.- con una sonrisa extendió el pedido del chico quién lo acepto alegremente. - Pero si deseas algo distinto te recomiendo esto, es cedro es algo fuerte y picoso, no es atrayente a todo el público pero haría un excelente contraste con los olores suaves. Apostaría que tu esposo lo amará.

- Gracias So, enserio. Mi esposo te abrazaría por ser tan linda al darme de tus flores.- dió una pequeña reverencia antes de observar la hora en su celular, tomó las ramitas de cedro con cuidado y se encaminó a su hogar sin antes gritarle un exagerado gracias a la chica quien se avergonzó por todas las miradas puestas sobre ella de personas que pasaban por el lugar. - ¡No vuelvas a gritar algo así! - pero el rubio iba lo suficientemente lejos como para ser oída. - Tonto - tomo la regadera para seguir en su labor.

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Chanyeol obeservo su pintoresco hogar a dos casas de distancia, intento acomodar las recientes compras en una sola mano. Con dificultad pudo teclear el código sin hacer un desastre. Una vez aceptado ingreso dejando aun costado izquierdo sus zapatos y al derecho depósito las llaves del local en un cuenco. Caminó pasando la sala, colocó las bolsas en la mesa, después podía acomodar todo. Depósito suavemente el pequeño pedazo de tela, desató el cordón y acomodo sutilmente las ramitas de cedro junto a las demás para posteriormente envolver todo de nuevo.