☀☀EL REINO DEL SOL☀☀

47. EN EL BOSQUE

Después de  haber salido de la floresta de los miedos, los jóvenes no intercambiaron una sola palabra, ya sea porque el miedo seguía conteniendo sus débiles voces o debido al inmenso cansancio que cargaban en sus espaldas.

De todas formas no les hizo falta hablar mucho para buscar un lugar seguro donde poder comer, beber y reponer fuerzas tranquilos.

Como sus ojos ya no estaban cubiertos por la cegadora oscuridad el color verde de los árboles parecía más vivo e intenso que nunca, la brisa caía con suavidad en sus rostros y en el bosque se sentían protegidos  de sus miedos , casi como si estos se hubieran quedado en la floresta, dentro de una jaula.

Una vez su agotamiento había mermado se sentaron en corro y estuvieron dispuestos a compartir sus historias.

El primero que empezó a hablar fue Hollow, la culpabilidad seguía habitando  en  Galia que no tuvo  estómago para hablar sobre el poblado.

El ladrón comenzó a describir todo lo que había visto como ya lo había hecho una vez, la historia de los padres de Luka, la malicia del rey y las atrocidades que vivían los aldeanos, apenado confesó que no había obtenido información sobre las brujas ya que primero quería reencontrarse con ambos.

Ella lo escuchaba atentamente pero no se sorprendió, la historia le era familiar, en cierto modo había vivido lo mismo a través de las palabras de Lérida, la bruja.

Galia solo habló al final del relato de Hollow para concluir  que aquel pueblo necesitaba su ayuda y no podían dejarlo sufrir.

Ella notó algo distinto en los ojos del príncipe pero no supo ver la marea que erosionaba su interior.

Por su parte Ella inició su historia hablando de la persecución de la bestia, de la floresta de los miedos y el espíritu que habitaba el lugar, describía los hechos con cuidado como si mientras sus palabras salían de su boca reviviera lo ocurrido, las altas secuoyas, el ambiente oscuro y finalmente la casa de la bruja.

Les habló de Lérida y su imponente presencia, le contó a Hollow lo que esta había dicho de su madre pero con más delicadeza. El chico se apeno pero se sintió orgulloso de su madre y de él mismo por parecerse a ella.

A continuación entró en las arenas movedizas y explicó como las brujas habían descubierto el secreto del rey, su plan para salvar a los seres mágicos y su fracaso.

A Galia se le hizo un nudo en el estómago al seguir escuchando los crímenes que su padre había cometido, Hollow se alegró profundamente de haber podido demostrar que su madre y todas las brujas no eran monstruos si no heroínas en un cuento relatado  por un villano.

Ella no mencionó nada sobre su muerte y el lago helado, era algo demasiado privado y doloroso, una herida que solo las brujas podían entender, el hecho de perderse así misma y haberse reencontrado en el Reino del Sol.

Lo que sí decidió contar fue que Lérida le había dicho que era imposible volver a su mundo, los chicos se apenaron al saber que la joven nunca  volvería a ver su hogar y su familia pero en su interior creció una inmoral felicidad debido a que aquello significaba que Ella no se separaría de su lado.

El silencio se sentó con ellos, ahora que todas las cartas estaban sobre la mesa lo siguiente debía ser preparar un plan para acabar con las injusticias del reino pero ninguno sabía por donde empezar, ya no estaban solo sus vidas en juego si no que también lo estaban las de los seres del poblado.

: ¿Cómo funciona tu poder?- preguntó Hollow curioso- ¿La bruja que conociste te ha enseñado a usarlo?

: No, más bien me dio la llave pero me surgió solo, como un impulso natural- contestó la joven ya sin un apéndice de humana- No es el poder más increíble pero me gusta porque es práctico y fácil de usar, consiste en usar enredaderas muy resistentes.

: Entonces podríamos usarlo para trepar el muro- sugirió Galia- ¿Verdad?

:No creo que tenga tanta fuerza- se apeno Ella- hacer algo como eso es muy complicado.

: No os preocupéis, lo hablaremos mejor mañana cuando estemos más descansados- intentó tranquilizarlos Hollow-  ahora deberíamos ir al poblado y explicarles todo lo ocurrido a los aldeanos antes de que anochezca.

: Chicos id sin mí- susurro Galia- no voy a ser bien recibido, id vosotros solos, si no puede que no confíen en nosotros.

: Seguro que los convencemos- reforzó el pelinegro- además no podemos separarnos y menos en el bosque de las bestias.

Parecía que al joven la compañía del príncipe ya no le parecía algo tan insufrible.

: Yo soy el hijo del mismo hombre que causó todas sus miserias, Hollow- declaró dolido- mi padre, el rey es el culpable de todo.

: Lo es, esa es la realidad- se acercó Ella agarrándolo con firmeza del brazo- es la misma persona que intentó acabar con mi vida y consiguió hacerlo con otras, pero seguimos juntos porque no sois la misma persona, Galia ven con nosotros.

El chico suspiró y tragándose su miedo los siguió hasta el pueblo.

Al principio les pareció descabellado seguir a los tres jóvenes hacía una muerte casi segura, más segura aún si estaba el hijo del rey pero quizá la desesperación o la presencia de  una bruja en la rebelión los  ánimo a aceptar.

La noche cayó y mientras todos dormían Ella seguía presa del insomnio, no cesaba de pensar  en que podían hacer para ayudar a todas esas criaturas.

Las brujas cuyo plan había fracasado eran al menos 10 ¿Cómo podía el poder de una sola bruja superarlo? ¿Unas pobres enredaderas iban a lograr algo? La chica se dio cuenta de que quizá ese había sido su error, actuar por su propia cuenta "¿Debería pedirle ayuda a los aldeanos del pueblo? ¿Hay algo que ellos puedan hacer?" se preguntaba. Las brujas habían intentado atacar al rey en su territorio, dentro del reino, intentando tirar los muros que aislaban a algunos pero también protegían a muchos ¿Ese había sido otro error? ¿En vez de derribarlo debían cruzarlo tal y como Galia había dicho?

Entre pensamiento y pensamiento el sueño se filtró y Ella terminó dormida.