ੈ✩‧₊˚ Baby ੈ✩‧₊˚

Hoy estaba completa y totalmente dispuesto a cumplir mi objetivo, por fin te diría lo mucho que significas para mí. No era mi primer intento y de alguna manera era algo positivo, había aprendido de los 193742984 fracasos anteriores.

"Se siente diferente, por eso cada vez quiero más. Solamente quiero quejarme, aunque eso no tenga sentido."

Camino a la escuela repasé en mi mente todo lo que iba a decir, una y otra y otra vez, hasta que quedó tallado en mi mente. No permitiría que se fuera como otras veces.

"Quiero que sepas cómo me siento, como si me atraparas mintiendo."

Llegué y tomé mi clase, tú no estabas, ya que nuestros niveles de inglés son distintos, una parte de mí lo agradecía, no creía ser capaz de mirarte sin sonrojarme o decir alguna estupidez.

El receso llegó y fui a buscarte a nuestro lugar con la cajita beige en mis manos. Al llegar tú ya estabas ahí sentado, esperándome con una leche de fresa y una de plátano.

Te extendí la caja, tú la tomaste con un poco de duda, me pediste una explicación y yo estuve por dártela, pero mi cerebro una vez más se puso en blanco y no pude decir una palabra.

"Pensé que lo sabía. Estaba tan confiado, pensé que lo sabía todo. Pero contigo, no lo sé. Cada vez que me acerco se hace más difícil. Preparo lo que voy a decir, pero mi mente se pone en blanco y se escapa, Al final, termino diciendo tonterías."

Vi al alfa que te pretende cerca, riéndose de mí, al contrario de lo que hubiera hecho un buen alfa, salí huyendo, mi vergüenza era demasiada, mi ego y mi lobo estaban heridos. Fuiste por mí, ignoramos el asunto y me sentí un poco mejor. Yongsik se acercó a ti ese mismo día y me sentí muy celoso, te abracé por detrás y deposité un besito en tu mejilla recibiendo una sonrisita de tu parte y una mala mirada de So.

Quiero que solo seas mío, poder decir que eres de mi propiedad, al igual que yo ser parte de la tuya.

"La manera en la que te hablo, cómo te trato, cómo me comporto contigo es inmadura. Ser como un adulto, amar como un adulto, ser un hombre maduro, Pensé que serían cosas fáciles de hacer. Todo es difícil cuando estoy contigo."

El día que fuiste a mi casa bebí bastante, tanto que toda vergüenza abandonó mi ser y terminé declarándome. Supongo que me desmayé porque no recuerdo nada más allá de... oh mierda... si en verdad sucedió lo que pasó por mi mente, seguro que estaba jodido.

"Te miro a los ojos y me acerco un paso más a ti."

El miedo crecía en mi interior y mis feromonas de susto comenzaron a salir, jamás esperé que fueras a entrar por la puerta con una olla de Haejangguk en manos, preocupado por mí. Mucho menos me esperé tu siguiente frase.

— Tú y yo vamos a tener una larga charla, Jinnie. ¿Cómo te sientes?

— Me siento como si me hubiera arrollado un camión, quiero reír, pero estoy tan triste que quiero llorar, estoy sudando, pero tengo tanto frío que siento que me dará hipotermia. Me siento como un niño porque estás aquí.

Terminé contándote todo de manera caótica y desastrosa, cada palabra que soltaba me preparaba más para el rechazo, sin embargo, nunca sucedió, en cambio, me abrazaste y dejaste un besito en mi cuello.

— ¿Tan difícil era decirlo? Alfita bobo.

— ¿Huh?

— Pensé que jamás lo harías, ya me estaba resignando a ser yo quien se declarase.

Me besaste en la mejilla y me sentí tan, pero tan feliz que te tomé en mis brazos y besé cada centímetro de tu precioso rostro.

"Can I call you baby?"

— Te amo bebé.

— Y yo a ti hyung.