Fukuchi sabía la existencia de Dazai y Chūya y de sus habilidades, pero desconocía sus nombres. La fuerza del Soukoku era superior a otras fuertes de habilidades combinadas, y eso es lo que Fukuchi estaba buscando.
"Imagino lo grandiosas que serían las habilidades de los niños si ese par de dotados tuvieran hijos. Sería interesante. ¿Y si los obligo a procrear?".
Mori estaba en desacuerdo, y muy molesto por los pensamientos e intenciones del contrario. Había advertido a Dazai antes de que por alguna razón llegara a la sede de la Port Mafia, sabiendo que estaba en espera de un bebé y que podría ser bastante peligroso.
Dado a que la estancia de Fukuchi en Yokohama sería duradera, Dazai se vió obligado a salir de la ciudad si quería tener a ese bebé y esa familia con Chūya. Pero no estaba solo, Odasaku había viajado con él, dispuesto a ayudarle en todo lo que necesitara.
Se instalaban en su nuevo hogar, una pequeña pero cómoda casa en una ciudad cercana.
Oda miraba documentales sobre el planeta Tierra en la televisión, mientras que al mismo tiempo, veía que Dazai sonreía al teléfono celular.
"Dazai, ¿con quién sonríes tanto?".
"Con Chūya. Él está viniendo hacia aquí ahora mismo y también quiere esa familia conmigo. Dice que ninguno de los dos estamos preparados, pero lo lograremos si estamos juntos. Está trayendo a Copito de Nieve también. Odasaku, ya quiero ver cómo mi hijo y el de Chūya se relaciona con Copito. Amaré esos momentos".
Oda sonrió. Apoyó una de sus manos sobre un hombro del de cabellera castaña, sonriendo. Pese a las pocas diferencias de edades, Oda, siendo mucho más maduro en cuanto a mentalidad, veía a un hijo en Dazai, un chico que necesitaba mucha protección y cariño y él quería ser quien le diera ese tipo de protección paternal que nunca tuvo, así como hacía con otros huérfanos.
"¿Quieres que sea niño o niña?".
Dazai estaba curioso, pero tenía buenas ideas para cualquiera de las dos opciones que tenía.
"Si es una niña, quiero enseñarme a hacerle peinados, y que se parezca a Chūya. La imagino con ojos hermosos y una sonrisa encantadora".
La manera en que lo decía demostraba mucho amor a lo desconocido, y lo hacía olvidar sus ganas de suicidarse. Oda estaba feliz por esto.
"Sabemos que los hijos de dos hombres dotados nunca o pocas veces se parecen a sus padres".
Comentó.
Fue en ese momento en el que el timbre de la casa sonó y Oda se levantó a abrir. Era Chūya. El pelirrojo traía varias bolsas y maletas para mudarse, asimilando ya que tendría una pequeña familia con Dazai y que debía hacerlos feliz.
Lo que no sabía, era que a pesar de que Dazai tendría al bebé, no se convertiría en el sumiso de la relación, Dazai no lo permitiría. Conocía los términos de pasivo y activo, y Chūya sería ese pasivo dominante pase lo que pase.
"¡¡Chuuuuya!! ¡Estás aquí! Estoy muy feliz. Tendremos una familia, estaremos juntos, seremos unos buenos padres para nuestros bebés".
"¿Por qué dices *bebés*?"
"Hmm, Odasaku tiene la sospecha de que serán dos, Mori-san me dijo lo mismo... Así que pensé en un nombre para uno de ellos. Si son niños, me gustaría llamar a uno *Atsushi*".
"Mi turno. El nombre que me gustaría para el otro es... *Ryū, Ryūnosuke*, ¿Te gusta?".
"Claro que sí".
Oda se fue a su habitación desde la llegada de Chūya, no quería incomodarlos, eran una pareja y pronto una familia, seguramente tenían mucho de qué hablar a solas.
El castaño sacaba los ingredientes para preparar la cena, fingiendo que sería él quien la prepararía, pero en realidad, esperaba que Chūya se acercara para ayudarlo, y así fue. Chūya lavó sus manos y fue a la cocina para ayudar con la preparación de la cena.
"Déjame hacerlo por tí y para tí, Dazai.
"Nada mal". Murmuró, cosa que no pasó desapercibida por el de sombrero.
"¿Qué dijiste? No pude escucharte bien".
"Dije... Gracias, Chūya. Por cierto, serás tú la mamá".
"¡¿C-Cuál mamá, estúpido?! ¡S-Somos hombres los dos! ¡Ambos seremos papá!
"¿Y si se confunden?".
"Serás llamado *papi* y yo *papá*, sería mejor para los niños de ese modo".
★
Los meses transcurrían rápido. Confirmado estaba el hecho de que en verdad serían dos bebés. El Soukoku tendría dos hijos, y media Port Mafia ya estaba enterada, ocultando este hecho de los contrarios de la organización.
El nacimiento había llegado y Chūya estaba fuera de esa ciudad, se encontraba en Yokohama, atendiendo asuntos de la Port Mafia por él y por Dazai, sin saber que éste último había dado a luz a los bebés, con la única compañía de Odasaku, los enfermeros y el doctor.
Oda recibió la noticia de que Osamu se encontraba grave. Tener a dos bebés, siendo un hombre dotado de habilidad, tenía sus consecuencias. Una de ellas era que pocos sobrevivían a los partos al tener dos o más niños el mismo día. Mori no advirtió sobre esto, por ser uno de los datos que seguía sin conocer.
Por su parte, había dos bebés, uno con la condición de albinismo y el otro de cabello abundante y negro, piel pálida y delicada, además de tener algunas dificultades para respirar, por lo que ambos se encontraban en la incubadora en observación.
"Doctor, ¿cómo siguen? ¿Mejoraron? ¿Cómo están los niños? ¿Cómo está Dazai?"
El médico acomodó sus gafas y se dispuso a responder con honestidad.
"Los niños han mejorado mucho. El bebé uno, ya respira con normalidad, y el bebé dos no tuvo problemas. Pero el joven Dazai sigue sin responder a los tratamientos. Las probabilidades de vivir son muy bajas, pero no debemos perder esperanzas".
Oda había llamado varias veces a Chūya, pero en ninguna le respondió. El teléfono móvil del ejecutivo de la Port Mafia se había quedado en casa.
Desesperado hasta que...
"Doctor, el joven Dazai ha despertado".
Informó una enfermera con asombro, haciendo que Oda escuchara la noticia.
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CHŪYA [SOUKOKU]
Fanfiction[BOY LOVE, SOUKOKU, DAZAIXCHUUYA, CHUUYAXDAZAI, SOFT] Dazai busca la mejor manera para ser aceptado por Chūya, pero ¿Encontrará la manera adecuada para ser aceptado sin morir en el intento?