𝑳𝑬𝑻 𝑴𝑬 𝑭𝑶𝑳𝑳𝑶𝑾

03

Aun Bella le parecía extraño sentirse tranquila, decidió alistarse para su primer día en Midtow Science High Shool. Salió del departamento y caminó en dirección al instituto, agradecía que Peter le hubiera enseñado el camino.

Se sentía nerviosa sería como empezar de nuevo, suspiro ella no quería seguir sintiéndose ¿incompleta? Tal vez esa era la palabra.

-Hola Bella no esperaba verte tan pronto.-la castaña alzo la vista Sin tener que hacer ningún esfuerzo y sin ninguna orden consciente, los
músculos que rodeaban sus labios se contrajeron y mostró una sonrisa, que se extendió por él rostro de la castaña.

-Hola, Peter.-saludo Bella al ver al chico.

-¿Prepara para tu primer día de escuela?.-inquirió Peter mientras caminaba a lado de Bella.

La castaña soltó un suspiro.

-Lo dudo, aunque debería estar acostumbrada a ser la alumna nueva.-hizo una pausa.-primero Phoenix, después Forks y por ultimó aquí en New York.-aclaró Bella.

-A veces las cosas cambian.-susurro Peter mirando a Bella, por primera vez se fijo en cada detalle de la chica, ella tenía el rostro más pálido que él había visto, el rostro con forma de corazón, con un cuerpo menudito, parecía delicada, como si se pudiera romper solo con mirarla, parecía de porcelana, tan frágil. Pero lo que le daba su toque mágico eran esos ojos marrones, parecidos al chocolate, tan brillantes, tan perfectos, en contraste con sus curvadas pestañas.

Aunque pudo notar en sus ojos lo mucho que estaba sufriendo y la pregunta que Peter tenía era ¿Por Qué?. Él tenía curiosidad pero no quiso preguntarle nada para no incomodarla.

-Lo se...-musitó Bella, haciendo que Peter saliera de sus pensamientos y su vista se enfocará de nuevo en la castaña.-Y es horrible cuando cambia para mal.

Ambos siguieron caminando mientras Peter le contaba unas anécdotas que hacían reir a Bella, realmente se la estaba pasando bien y por un momento se olvido completamente de los Cullen

-Estoy llevando yo toda la conversación.-se quejó Peter sonriendo divertido, después de haber contado una larga historia.- ¿Por qué no hablas ahora tú? ¿Cómo es Forks? Seguro que es muy distinto a New York.

-En realidad, no pasa nada. Tu vida aquí de seguro es más interesante que la mía. Forks es un pueblo pequeño demasiado lluvioso, no pasa nada interesante.-se limitó a decir. No queriendo recordar como su vida estaba en constante peligro y sobre todo a la familia de vampiros.

Bella suspiró al ver que ya habían llegado a Midtown Science High Shool.

-Todo estará bien. Después nos vemos, Bella.-Se despidió Peter con una leve sonrisa, la castaña asintió no convencida solo esperaba no ser el centro de atención.

Ella no le tomó demasiada importancia a su alrededor, nuevamente volvía a pensar en ellos. En la cafetería se sentó en una mesa vacía sin ganas de hablar con alguien, Bella estaba tan distraída que no se dio cuenta cuando alguien se sentó a su lado.

-Hola me llamo Amber, Amber Morgan.-Bella volteo a ver sorprendida a la chica pelirroja.

-Bella, Bella Swan.-se presento la castaña observando como la chica le sonreía.

-Estuvimos hace un momento en la misma clase pero supongo que no me recuerdas.-Comentó Amber.

Bella sonrió apenada definitivamente no se había dado cuenta de nada solo se concentraba en lo que decían los profesores.

-Lo siento, estaba demasiada distraída.-se disculpo Bella.

-Me di cuenta.-Admitió la pelirroja, Amber era simpática y alegre. Por un momento Bella recordó a Alice, sacudió su cabeza tratando de no recordarla.

Al principio Bella pensó que se sentiría incomoda pero fue todo lo contrario aunque la mayoría de la conversación estuvo hablando Amber, Bella se encontraba cómoda.

Al entrar al departamento Bella se puso nerviosa. No quería ir a su habitación. Realmente le había gustado estar en compañía de "amigos" como Peter y Amber.

Estar sola en la habitación haría que de nuevo ese dolor regresará. La
ansiedad se incrementaba. Ella estaba segura de que no tendría una noche tranquila.

Para retrasar un poco más la hora de acostarse, abrió el correo electrónico; había un nuevo mensaje de Renée.
Donde le contaba cosas sobre su día a día, el nuevo club de lectura que llenaba el  hueco de las clases de meditación que acababa de abandonar, cómo le iba con la
sustitución que estaba haciendo en segundo grado y cuánto echaba de menos a sus chicos de infantil.

También le escribía sobre lo mucho que disfrutaba Phil de su
nuevo trabajo de entrenador y que estaban planeando una segunda luna de miel en Disney World.

Bella rió entre dientes parecía que estaba leyéndolo como si fuera el reportaje de un  periódico, más que como el mensaje que alguien te dirige personalmente.

Le contestó con rapidez, haciendo comentarios de cada una de las partes de su carta y añadiendo información sobre su día mencionándole como había conocido a Peter Parker y a Amber.

Bella apenas podía recordar lo que le había escrito en los últimos cuatro meses, ni  siquiera la semana pasada, pero ella estaba segura de que no había sido muy comunicativa. Cuanto más pensaba en ello, más se sentía  culpable. Seguramente la había preocupado mucho.

Y como no hacerlo.

Se quedó bastante tiempo esa noche después de escribir, haciendo más tareas del departamento de las estrictamente necesarias, al suponer que ni la falta de sueño ni el tiempo
pasado con Peter ni con Amber, podrían apartarle de los sueños durante más de dos noches seguidas.

Aun le costaba entender como él había olvidado todo lo que habían pasado juntos y la manera en que rompió su corazón cuando término con ella en el bosque.

Bella despertó chillando, con el grito sofocado contra la almohada. Mientras la tenue luz de la mañana se filtraba a través de la ventana, en la cama e Intentó sacudirse los restos del sueño.

¿Cuando acabaría completamente el dolor que sentía?

Bella ya estaba cansada de eso.

-Déjame seguir con mi vida, Edward Cullen.-murmuró Bella.