Capítulo 2: Psicológicamente inestable

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Suika había mejorado mucho en el transcurso de la última semana de septiembre, llegando a sentirse casi a la perfección para cuando empezó el mes de octubre, lo que le permitió plantearse que podría disfrutar mucho del otoño, aunque aún mantenía problemas para comer cualquier cosa, ya que algunos alimentos habían empezado a causarle un poco de "acidez", o al menos eso esperaba que fuese. El problema es que también habían empezado a pedirles demasiados trabajos y también se había hecho necesario que ella estudiara mucho más porque las partes de matemáticas muchas veces se le dificultaban.

Lo bueno era que Senku, a pesar de estar terminando su carrera y en proceso de elaboración de su tesis, siempre tenía tiempo para explicarles a Kohaku y ella, además de ocuparse bastante bien de la casa con Shinku para que Kohaku pudiera priorizar sus estudios. En esos días Suika también conoció a Lillian Weinberg, la madrastra de Senku que, además, era prima de la madre de Kohaku, por lo que ella y su esposo intentaban cubrir todas las necesidades que los jóvenes esposos tuvieran.

La semana del 6 al 10 de octubre tendría muchísimos exámenes y Senku le había sugerido a Kohaku que Suika se quedara con ellos desde el sábado 4 de octubre, de forma que así pudieran estudiar, además de que esa semana también Lillian se llevaría de vacaciones a Shinku, lo que les permitiría estudiar con mayor tranquilidad. Realmente sus amigos la hacían sentir muy cómoda, pero también sentía mucha vergüenza de estar interrumpiendo el tiempo que ellos pasaban juntos; sin embargo, a pesar de ello, insistieron en que ella permaneciera en la casa.

Trató de comer lo más suave para no sentir ninguna molestia y estuvieron estudiando todo el sábado y domingo, por lo que en sus exámenes del día lunes 6 de octubre lograron terminar todo y con buenas expectativas en cuanto a los resultados. Eran las 15:00 horas cuando las dos amigas volvían en tren a la casa de Senku y Kohaku, y en ese momento Kohaku chilló repentinamente y tomó la mano de Suika.

—¡Siente! ¡Mi bebé se está moviendo fuerte! —exclamó emocionada Kohaku y Suika acarició el vientre de su amiga, que ya empezaba a notarse, a pesar de que por ser delgada su abdomen de embarazada parecía tardar en abultarse.

—¿La última vez también fue así? —preguntó Suika alegremente, cuando ya había dejado de moverse el bebé de Kohaku.

—Pues esa vez tardé en darme cuenta —comentó con sinceridad.

—Dicen que los empiezas a sentir a las 16 semanas, ¿no? ¿Cuánto tiempo tienes ya?

—¡Ja! ¡No lo sé! Pero Senku me descargó una aplicación, ya te digo...

En ese momento, Kohaku sacó su teléfono y buscó una aplicación con una caricatura de un bebé con la cabeza gigante y manos y pies un tanto deformados al lado del dibujo de una pera. Se leía en grande: "17 semanas y 5 días". Y decía debajo: "Semana 17: ¡Tu bebé tiene el tamaño de una pera! Mide aproximadamente 13 centímetros y pesa unos 140 gramos".

—Oh... está bastante grande tu bebé, Kohaku. ¡Qué lindo! —se entusiasmó Suika y empezó a investigar rápidamente en su teléfono datos curiosos de la semana 17 se embarazo para comentarle a Kohaku.

El viaje en tren se hizo bastante tranquilo para ambas y llegaron a la casa de Kohaku en poco tiempo.

—Suika necesita dormir un poco antes de continuar estudiando —indicó Suika apenas entraron a la casa, dando un bostezo.

Kohaku bostezó también.

—Sí, yo también tengo mucho sueño, Suika. Dormiré y le avisaré a Senku para que me despierte en un par de horas y te despierto a ti también —expresó Kohaku caminando hasta su cuarto, mientras Suika iba a descansar al cuarto de invitados.

Embarazada... ¿yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora