📖NOVENTA Y CUATRO📖

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La furia me inundó apenas mencionó esas líneas, ni yo mismo recordaba con exactitud de qué había hablado en aquel discurso, pero no era lo que me molestaba; sabía que por ser su hijo y como buen padre recordaría cada palabra o cosa que hiciera, pero me parecía una tontería que recordará exactamente las palabras que él mismo debía poner en práctica y lo peor, me las hechaba en cara como si fuera yo quien se queda atrapado en el pasado. ¿A caso no era normal sufrir la pérdida consumiendose en recuerdos? ¿Por qué me atacaba constantemente con mis propias palabras como si mi comportamiento fuera irracional?

-Buena memoria. - solté con brusquedad.

Camine a la cama para arrojar mi maleta sobre ella y luego salí de la habitación pasando por su lado con indiferencia. Bastante tenía con todo lo que había pasado en los últimos días como para tener que lidiar con sus reproches indirectos. Al pasar lo escuche chasquear la lengua, lo ignore y seguí mi camino hasta llegar a la puerta de la casa.

-¿A dónde vas? - me cuestionó Ami.

Era la primera vez que me hablaba desde anoche. Tampoco tenía ganas de lidiar con eso. La noche había caído justo como había considerado al preparar mi maleta, por lo que el único lugar al que podía ir era a:

- A ningún lado - dije mirando con soslayo la puerta.

Retrocedi en mis pasos y fui a la sala, donde estaba ella. Había escuchado su voz, pero no me había preocupado por pensar de dónde provenía. Me dejé caer en el sillón junto a la ventana, ignorando olímpicamente su presencia.

-¿Seguirás en ese plan? - me preguntó.

-¿Cuál plan?

-Ese de justo ahora.

-¡Ah! ¿Te refieres a mi molestia justificada? - dije sarcástico y luego estalle: - ¿O quizá a mi nulo interés por escuchar sus mentiras? No espera, ustedes no mienten, porque de hecho jamás me dicen nada.

-Kai... - de un segundo a otro Levi había aparecido en la habitación. A puesto a que de hecho me siguió con cierta distancia.

Los mire a ambos a punto de abrir la boca para seguir protestando, cuando:

-Tienes todo el derecho de estar molesto - me gano la palabra Ami -, pero...

-“Pero aun así lo volverías a hacer porque fue por mi bien” - la interrumpí  sabiendo por donde hiba el sermón. - ¿Saben cuantas veces se han justificado con ello? Muchas, toda mi vida diría yo, pero eso ni siquiera es lo importante... - hice una pausa. Sus expresiones eran como un témpano de hielo, no había rastro alguno de arrepentimiento o de dolor por mis palabras. - Suponiendo que no hubiera descubierto lo de los abuelos, ¿cuándo pensaban decirlo? ¿Cuando volviera y me diera cuenta de la casa vacía? ¿O acaso me habrían prohibido venir? ¿HASTA CUANDO PENSABAN OCULTARMELO?

-Toda tu vida si era necesario - me respondió Levi con calma.

-Por supuesto... - dije con una sonrisa irónica. Me puse de pie. - Su intención nunca ha sido que yo sepa nada, si fuera por ustedes me tendrían en una ignorancia total, ¿esque no confían en mí?

Silencio. Ninguno dijo nada, ahora que esperaba que hablaran, que gritara, que me contarán todo de una vez por todas, ciertamente en lugar de todo eso, lo único que recibiría era su silencio. Aunque no importa que se negaran a hablar, lo que me dolió fue que no pudieran responder a mi pregunta.

-De acuerdo... Ya entiendo - comente con un mudo en la garganta. - No importa cuánto me esfuerce por acercarme a ustedes, como no confían en mi nunca me lo permitirían y tampoco me dirán nada nunca... Esta bien.

Dicho eso les lance una última mirada, realmente estaban estaticos: Ami sentada frente a mi con una fotografía en las manos y Levi de pie junto a ella cruzado de brazos. Negué con la cabeza y subí a mi habitación, procure no azotar la puerta pues ni siquiera tenía caso, pero si puse seguro para evitar que cuando reaccionaran vinieran a querer cambiar sus palabras.

Me quedé con la espalda recargada en la puerta unos minutos, esperando, casi añorando, porque alguno llamara y me ofreciera una explicación, pero no fue el caso. Resignado mire la maleta en mi casa y caminé hasta ella para extraer el diario de mi padre. «Si no van a decirme nada por voluntad propia, entonces seguiré mis propios medios para llegar a la verdad», me decidí mientras ojeaba el diario hasta llegar a la página en la que me había quedado.

Decidido a seguir leyendo, quite mi maleta de mi cama y me acomode sobre esta última para leer; poco a poco las memorias de Levi había comenzado a escasear, la narrativa que antes había estado fechada de manera continua ahora se saltaba 2 o 3 días y generalmente en esas entradas había poco que leer, parecía que cada vez tenía menos tiempo de escribir, así que lo único interesante que pude rescatar fue que: incluso antes de que Eren, Mikasa y Armin se unieran a la legion, ya habían atravesado problemas con una invasión titanica donde Eren había descubierto que era un titan cambiante, luego de eso, una vez en la legión tras haber sido enjuiciado, fue investigado y sujeto de experimentos por Hange para saber los límites y características de su poder; después llego la primera expedición del escuadron y entre el caos había perdido a mucha gente, entre ellos los compañeros de mi padre...

“... la peor parte al volver con vida fue presentarme en la casa de uno de mis soldados. Presente mis condolencias y vi, con algo más que lástima, como los familiares de mi escuadron se retorcían en la agonía de perder a sus hijos. Ojalá nunca tuviera que volver a notificar la muerte de nadie, pues recordaría cada rostro y cada pena previa.”

No, me negaba a conpadecerme de mi padre. Aún después de leer estas últimas líneas y de titubear por un momento, me parecía una excusa sin sentido que sus tormentos hicieran que guardada silencio con mi propia familia, nada justificaba el que me escondiera la verdad y nada me haría cambiar de parecer.

Así pues seguí leyendo con más determinación que antes. Continúe por las páginas que narraba como se descubría un traidor en la legión, como descubrían que Annie, Reiner y Bertholdt eran de otra nación y como los enfrentaban. Continúe hasta el cansancio me venció.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora