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Al llegar a la imponente agencia de entretenimiento que tenía múltiples modelos, actores y grupos musicales la realidad lo impactó antes de lo previsto y se sintió pequeño en frente de ese edificio tan enorme... porque la historia por la que Seokjin había pasado le había dejado una herida de inferioridad tan grande que ni siquiera los elogios continuos que recibía de muchas personas le ayudaba a creer alguna de las palabras que en antaño había asumido como propias sin ninguna queja.

Eres atractivo.

Eres el hombre más hermoso que he visto.

Eres divertido, Jinnie.

Tienes un cuerpo de infarto, Jin.

Amigos, novio, conocidos y algunos clientes de su trabajo. Pero Jin nunca se sentía atractivo, nunca se sentía guapo, nunca se sentía divertido y mucho menos con un cuerpo con el que se sintiera cómodo.

Estos lugares le recordaban continuamente que él era un insecto al que fácilmente podían aplastar... nuevamente. Lo ayudaban a recordar cuál era su lugar en el mundo.

Con una respiración profunda, entró al lugar inmaculado, todo blanco, todo brillante, todo gritaba "millonario" por donde sea que Seokjin mirara. Encontró a la familia Min en una esquina, con Yoongi hablando por teléfono y paseándose de esquina a esquina con una cámara de fotografía profesional colgada a su hombro.

—Si, por supuesto. Si, si, sí. Claro que sí. —Yoonie vio a lo lejos a su amigo caminar hacia ellos con sus largas piernas haciendo que los pasos fueran menos de los que le habían costado a Yoongi con su metro setenta casi exacto. Levantó un dedo indicándole que lo esperara mientras cortaba la llamada y entre ellos Seokjin saludó a los padres del muchacho y al otro trabajador de medio tiempo que se encargaba de las preparaciones visuales y de las redes sociales: ellos tenían un emprendimiento (al que le había ido bastante bien) de repostería y gastronomía que podían movilizar a cualquier parte que fuera necesitada: funerales, eventos sociales, cumpleaños, matrimonios y muchas otras más. Esto requería que sus clientes avisaran con al menos una semana de plazo para que pudiesen preparar las comidas: Seokjin ayudaba a los padres de Yoongi a cocinar alguna de sus especialidades y era garzón y publicista, mientras que Yoongi ayudaba en todo lo que podía y se ponía en contacto con los proveedores, clientes y ayudas en caso de que alguno de los trabajadores frecuentes no pudiese asistir a alguna cita programada por ejemplo para un fin de semana. Jungkook y sus amigos siempre eran los que le ayudaban a cubrir, o a veces su novio, Hobi o Jimin. Los padres Min cocinaban de todo. Y el otro trabajador de medio tiempo, Eunwoo, estudiaba en la misma universidad de Kookie pero administración de finanzas, así que esto le iba a servir mucho para el futuro. —Por supuesto, hablaré con el resto de los involucrados para lograr algo lo antes posible. Si, no se preocupe. Muchas gracias y estaremos en contacto, señor Kim.

En cuanto cortó, se giró dando pequeños saltos de alegría hasta Seokjin y se colgó a su cuello como nunca lo hacía salvo veces contadas con las manos en las que su amargado cuerpo no podía soportar la felicidad. —¡Jinnie! Que alegría verte.

Él rio mientras se sacaba a su amigo que estaba como un mono encima de él. —Yo también te extrañé, Yoon, pero no es para tanto. ¿Qué fue lo que te sacó al fin el rostro de amargado? ¿Hobi te pidió ir a vivir juntos?

Su mejor amigo le pateó la pantorrilla no tan fuerte pero lo suficiente para que Jin hiciera una mueca de dolor. —Te lo merecías. —y luego se giró hacia el resto de su familia/empresa. —Bien... tengo una pregunta muy difícil de responder... ¿Qué tan complicados están para que mañana hagamos la recepción de un funeral?

—¡¿MAÑANA?!

—Olvídalo.

—Imposible. —intervino Seokjin. —Necesitamos mínimo una semana para planear todo, para cocinar, pedir los ingredientes que se demoran más en llegar o en preparar...

Glimpse of us [Jintae/Taejin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora