Era una mañana a las 6:00 a.m. y un pequeño reloj digital sonaba en la habitación con la canción más movida del momento. Una pequeña niña despertaba con dificultad y lo primero que hizo al despertar fue presionar un botón en el reloj que hacía callar la ruidosa canción, Después la niña se levantó de la cama mirándose frente a un gran espejo de forma rectangular en vertical en el que ella podía ver su cuerpo completo, ella era de una estatura baja de 1.42m de altura y un cabello largo hasta los codos y color negro como la oscura noche, además de que era de una complexión muy delgada y aún no estaba muy desarrollada.
-Bien Giselle, llegó el día-
Buscó su nuevo uniforme de secundaria y se quitaba su pijama para cambiar de atuendo. Su uniforme era de un estilo tanto pelicular de marinero y lo usaba con unas calcetas largas más arriba de la rodilla.
Giselle estaba listan para ir a la secundaria, con la mochila a la mano y despidiéndose de su gato negro salió de la casa caminando por las calles del vecindario, aún era temprano pero ella quería llegar ya que había escuchado que esa etapa de su vida era la más bonita ... obvio que lo escuchaba de su madre para tratar de controlar su miedo y bien que lo consiguió.
Ella llegó a la secundaria pero en la entrada al edificio vio a un chico alto y de apariencia joven, de complexión delgada y cabello un tanto largo al estilo "emo" que era el prefecto de la secundaria quien se encargaba de varios puestos, entre ellos cuidar que los estudiantes entraran con el uniforme completo y cosas así aunque este chico la miraba a ella de una forma algo rara, como si la conociera de algún lugar o algo así pero ella no lo reconocía y no le dio importancia, solo entro al plantel y fue al salón que le fue asignado el día de la inscripción hace unos meses atrás.
Estaba sentada en un asiento en el fondo de todo y poco a poco entraban más alumnos que conocía de la escuela y otros que nunca había visto pero ninguno quiso hablarle o al menos saludarla, eso se lo esperaba ella que no era muy popular. Se escuchó la campana que daba el inicio de las clases y entró un profesor saludándolos y dándoles un leve discurso típico de siempre cuando inicias una nueva etapa.
Pasaron los minutos y llegó el típico momento de presentarse a la clase, por fortuna ella era la última en presentarse y había pensado en algo bueno que decir.
-Me llamo Giselle, tengo 12 años y me gusta dibujar.
Algo muy sencillo que decir pero estuvo bien, no hubieron risas ni burlas que la hicieran dar el "paso izquierdo".
Así pasó cada hora que llegaban nuevos maestros y ella decía lo mismo como la mayoría de la clase hasta que tocó la campana y ella guardó sus libros en su mochila y sacó un pequeño jugo de caja de sabor fresa, fue la última en salir ya que varios solo dejaron sus libretas y lapices arriba del pupitre. Ella caminaba por los pasillos algo pensativa y con la mirada baja mientras tomaba del jugo con la pajilla, por lo que no se dio cuenta que el mismo chico que vio en la mañana estaba caminando en dirección contraria hacía ella con unos papeles a la mano. Claro que los 2 chocaron y la niña cayó al suelo junto con los papeles del chico en los que se había derramado el jugo de ella.
-Lo siento, no vi por donde iba. ¿estas bien?.
El chico ayudo a levantarse a la niña y la volvió a ver como hace unas horas.
-Si, estoy bien. Lo siento, mi jugo arruino tus importantes papeles.
-¿Eso?, no pasa nada, es más importante que estés bien ... debo irme ... por cierto, mi nombre es Jade.
El chico tomó los papeles y el jugo y lo tiró a la papelera para luego despedirse de la niña acariciando un poco su cabello e irse con una leve sonrisa en su rostro. La niña quedó confundida con el comportamiento del chico y lo primero que pasó por su mente en ese momento era imaginar que el chico era un maldito pedófilo que quería verla en la cama con el uniforme que tenía en ese momento pero ella lo pensó dos veces y tal vez si lo conocía pero no recordaba nada de él.
-Calma Giselle, luego le preguntas.
La niña caminó alejándose del lugar esta vez poniendo más atención a su frente para no tropezarse con alguien más.
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¿Nuestro Amor Está Mal? [Cancelada]
RomanceUna historia de una niña de 12 años llamada Giselle que su vida da un giro al entrar a la secundaria.