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Todo había ocurrido tan rápido, no sufrio por mucho tiempo, simplemente en un momento escuchaba su voz y veía a aquella mujer, y al siguiente todo se volvió negro.

En ninguna parte de su vida, siquiera pensó que un pequeño enamoramiento le quitaría la vida, nunca llegó a pensar que fuera una posibilidad, después de todo eso solo ocurría en los libros, y ella no era parte de uno.

Nunca reflexionó mucho sobre el tema, en realidad, ni siquiera le importaba.

O bueno, ya no.

Al principio había sido duro.

Saber que estaba muerta, le había afectado en demasía, pues el concepto de la muerte es algo que nunca había pensado, como cualquier otra persona de su edad, no vio mucho a futuro y lo tomo a la ligera.

Tampoco es como que fuera a saber que moriría a tan temprana edad , o  siquiera que lo que le pasó le Hiba a pasar, no la podías culpar, era solo otra niña viviendo una vida promedio, nunca resaltó mucho, ni trato mal a nadie, no podrías saber lo que le pasaría.

Volviendo al tema de su "muerte" realmente no lo pensó mucho, pero una cosa era temerle a la muerte y a lo que podría haber después, y otra cosa era estar muerto, y conciente de que lo estás.

Al final lo termino aceptando.

Acepto que nunca volvería a ver a su madre, a su padre o a su hermana.

Acepto que nunca volvería a ver a sus amigas.

Acepto que nunca volvería a ver a aquel chico que tanto le gustaba, pero no tenía las agallas para declarar sus sentimientos.

Acepto que nunca volvería a vivir ningún momento con su familia o amigos.

Acepto que nunca volvería a vivir buenos y malos momentos con su familia, que no volvería a ver cómo su hermana trataba de hacer un pastel, como su madre pintaba aquellos cuadros tan hermosos, o como su tierna amiga le regañaba por no defenderse cuando hablaban mal de ella.

Y al final de todo, acepto que nunca más volvería a vivir, nunca volvería a sentir esos momentos en carne propia.

Simplemente observaria.

Observaria como todos hacían sus vidas,conocían nuevas personas, vivían buenos y malos momentos y desde lejos, les desearía buena suerte y los cuidaría.

Acepto tantas cosas.

Pero lo que nunca pudo aceptar fue...

Qué su vida terminará por razones egoístas de una persona.

Nunca acepto ver a su familia sufriendo, llorando, angustiandose, solo por los fines egoístas de alguien.

La odiaba

La aborrecía

Y no la entendía...

Ryoba Aishi

Ese era su nombre, el nombre de la persona que le quitó la vida.

El nombre de la persona que le ofreció su ayuda para deshacerse de aquellas fotos, que fácilmente podrían haber arruinado su vida escolar.

Y el nombre de la persona que la traicionó y le quitó la vida.

Si hubiera sabido que eso pasaría, nunca habría ido a la azotea esa mañana.

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⏰ Última actualización: May 07, 2023 ⏰

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Las letras pequeñas del contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora