« Irte a una universidad al otro lado del mundo no suena como algo que quieras hacer. No es un precio justo. Aparte, no les debes algo así a ellos. Ya saben de nuestra relación, y aunque no les guste, es tu vida. No la de ellos. Nunca tuvieron ni te...
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Se besaban con risitas tontas en el auto, cada uno ensimismado en el otro, jurando que nada ni nadie los separaría. Respiraban el aire ajeno con brío, la brisa cálida de sus bocas y narices que chocaban, los ojos cerrados y sonrientes en el caso del más bajo, quien agarraba de la camisa a su amante. Gimió suavemente al sentir su lengua, temblorosa por los nervios y de ademanes tímidos que los hacían explorarse con una calidez inimaginable y cómoda. Sus dedos se entrelazaban, ignoraban la palanca del freno y los cambios para abrazarse con añoranza y riendo, jadeando de emoción y alegría. No querían recordar que en una semana se iban a graduar, que la vida seguiría adelante y quizás ellos deberían separarse por los planes de...
JiMin se separó un momento de los labios de JeongGuk, mirándolo a dos centímetros de distancia y aún creando fricción entre las puntas de sus narices. Su rostro fue acariciado con dulzura, con las yemas de los dedos del más alto, quien alzaba una ceja inquisitiva.
─── ¿Sucede algo?
─── No quería pensar. ─── susurró en respuesta JiMin, bajando la mirada en un ademán por apoyar su cabeza en el pecho de su novio. Pero JeongGuk sostuvo el rostro del rubio con un par de dedos en su mentón fino y suave, mirándolo, analizándolo, pensando en miles de cosas al mismo tiempo. Se le notaba en la mirada, en la forma en que parecía querer devorarlo lentamente. Su aparencia amenazadora no ayudaba mucho tampoco, con el rostro tatuado, el cuello y las manos, los brazos y el pecho también, las miles de perforaciones en sus orejas, en las cejas, la nariz y los snake bites que tanto adoraba besar. Sin embargo, esa mirada no escondía el amor que le tenía al más bajo, el cariño tan sincero que guardaba para compartirlo en su pequeño nicho de amor (es decir, el carro en el que ambos se besaban en ese momento). JiMin tragó saliva, mirándolo con cierta inocencia.─── ¿Hm?
─── Pensabas en la universidad. ─── ladeó su cabeza el tatuado. Y no le quedó más opción que asentir con languidez, dejando que los dedos en su mentón se sintieran como una extensión suya y no una orden violenta. La expresión de su rostro era extraña, como cada vez que hablaba de los padres de su novio, con un tinte de oscuridad indescifrable que realmente daba miedo y que a JiMin... simplemente lo dejaba perturbado. Pero no importaba demasiado cuando lo amaba con todo el corazón, con la fuerza de toda su vida. No importaba que el tatuado tuviera una opinión mas bien violenta de sus padres, porque en todo caso a nadie le caía bien la familia Park, la poderosa familia Park.─── Dios, cómo odio a tus padres...
─── Yo... ─── susurró de nuevo el rubio. Tragó saliva, quería decirlo también, pero luego negó con la cabeza.─── Debo hacer lo que ellos dicen. No quiero decepcionarlos más. Quiero ser feliz contigo pero necesito pagar un precio a cambio.
─── Irte a una universidad al otro lado del mundo no suena como algo que quieras hacer. No es un precio justo. ─── hizo puchero JeongGuk. De repente era completamente adorable incluso teniendo la mejilla tatuada y el entrecejo arrugado en una mezcla de ternura y cinismo. A JiMin le encantaba que su novio fuera así de extraño, pero no podía negar que a veces le asustaba demasiado lo que hiciera, porque estaba fuera de su control y eso lo perturbaba. Tener las cosas fuera de sus manos lo ponía nervioso. Muy nervioso.─── Aparte, no les debes algo así a ellos. Ya saben de nuestra relación, y aunque no les guste, es tu vida. No la de ellos. Nunca tuvieron ni tendrán el derecho a hacerte pagar algo que no tiene sentido.
