Capítulo 8

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Esa mañana empezó como cualquier otra. Pero ahora eran más caliente, con la llegada del verano a pocos días. Con el pasar de las horas, cada vez se hacía más caliente.

—¿Qué hora es?.

Se preguntó. Y al voltear a ver el reloj mostraba las 6 de la mañana.

— Un rato más no hará dañó.

Mencionó, volviendo a colocarse la sábana nuevamente, ya que gracias al aire acondicionado de su habitación. Chip podía dormir con total tranquilidad.

La cual duro como 5 minutos, por qué su teléfono comenzó a sonar.

— ¿Quien llama un sábado por la mañana?.

La ardilla al tomar su teléfono y ver el nombre que mostraba en pantalla, termino de levantarse y quedarse sentado.

— ¡Hola Dale!. ¿Que tal la mañana?. — Mencionó, mientras se levantaba de la cama.

— Bien. ¿Ya estás listo?. — pregunto.

— Sí. En realidad estaba por llamarte. Para ver si ya nos teníamos que ir.

Buscaba con desesperación cualquier camisa, por qué la camisa blanca típica que usaba la lanzo al cesto de la ropa sucia.

— Si ya estoy listo. — Reía Dale.

— Está bien, voy volando a tu casa en seguida.

— Chip.

— ¿Si?.

Corriendo en dirección a la cocina, para tomar sus llaves.

— Solo no choques por favor. Y si tienes hambre, puedo empacar unos sandwiches de queso y mortadela para que comas en el camino.

— Te lo agradecería mil.

Termino casi en un suspiro. La ardilla, quien se quedó un momento en la puerta principal de su casa. Y al no escuchar más una contestación de Dale. Este colgó el celular.

— Será mejor que no pierda más tiempo. — dijo. Golpeando una caja.

Aquel objeto al caer llamo la atención de Chip. Y al ver de qué se trataba. Se le ocurrió una idea.

Y corriendo nuevamente por la casa, como un completo demente. Mientras Millie miraba con extrañes, como su amo corría de un lado al otro.

— Me arrepentiré de esto. — Mirando el diario de Dale. — Luego veré como lo recupero.

Decía, mientras colocaba el diario en el fondo de la caja con cosas de aquellos artículos. Qué en un principio estaba organizando para vender.

Chip con dificultad llevo la caja, colocándola de alguna manera en que al momento de que su amigo entre a su auto. Pueda ver la caja.

El viaje en si fue realmente tranquilo. Dale con su nuevo dinero que había ganado, gracias a las películas y serie que comenzó a participar, gracias a su heroísmo. La ardilla de CGi hizo todo lo posible de querer vivir al lado de su hermano de la infancia. Pero lo único que logro conseguir.

Fue comprar una casa a dos cuadras de la suya.

— Ahí está.

Dijo, mientras miraba como Dale ya se encontraba en la banqueta. Esperando el auto de su chófer por este día.

Chip por un momento mantuvo su vista fija en el por unos momentos. Aún cuando estábamos en verano. Su amigo seguís usando aquella camisa hawaiana, pero ahora con lo que podría ser una sudadera azul.

El Diario [Chip X Dale]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora