Capítulo 35

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Camino de un lado a otro, intento por lo menos comprender un poco lo que recién ocurrió en la sala del departamento. Observo de reojo a Pierina, misma que desde que entramos a la habitación no me dejo si quiera tomar un bocado de aire y de inmediato me conto porque las cosas se dieron así.

No estoy en plan de convertirme en una intensa con respecto a Pierina, pero tengo un motivo para no dejarla estar cerca de Hugo y es el hecho de que el Hunther no está en algo muy bueno que digamos. Sé que ambos son adultos y eso es algo de lo que estoy muy clara, pero Piera es mi mejor amiga, casi mi hermana y es mi familia en esta enorme ciudad, y la manera en como nuestras vidas se cruzaron es algo que siempre le voy agradecer a la vida.

Me detengo, dándole el frente completamente, busco la silla giratoria de mi escritorio y de inmediato tomo asiento delante de ella, me inclino en su dirección y tomando sus manos, nos vemos fijo.

–No tengo nada en contra de Hugo, jamás, desde que lo conocí me ha tratado tan agradable, si, es un poco extrovertido y picarón, pero es un buen hombre.

–Grace...

–Sé que me dirás que estoy confundiendo las cosas, que estoy mezclando algo que no es, pero sé que no es cierto, Piera.

–Dios, ¿Tanto me conoces? –esbozo una media sonrisa, asiento. –Yo...

–Te atrae, Hugo Hunther –digo. –Te parece un hombre interesante, sé que la chispa que te atrae de él, es que es juguetón, divertido y sexy, si, muy sexy –esta sonríe, pero de inmediato su gesto cambia, se aflige. –Piera, están ocurriendo muchas cosas de las cuales tu estas al tanto, lo de Grecia, Bahil y esa familia italiana que no son para nada buenos.

– ¿Y eso cómo se mezcla con Hugo? –pregunta, y creo que no tengo porque evitar contarle. –Se honesta conmigo, ¿Si?

–Bien, pero esto será entre nosotras, ¿Ok? –asiente. –Recuerdas a la mujer del bar, esa mujer egocéntrica que estaba colgada del brazo de Hugo.

–Sí, sí, provocaba darle un puñetazo en la nariz.

–Pero no, tú no le darás ningún puñetazo en la nariz, porque mientras que tú haces eso, ya tendrías la vida jodida en cuestión de segundos.

–Ok, me estas asustando.

–Pierina, esa mujer es una Mancini, es una más de esa familia italiana y Hugo es su, su... –no le encuentro la palabra correcta.

–Gigolo... –le miro. –Lo sé, creo que a veces investigo tanto que me encuentro con cosas nada agradables –suspira. –Como te comente, fui al club para distraerme y si, disfrutar un tantito del show que ofrece Hugo y el resto de esos bombones.

–Bien...

–Comencé hacer preguntas, hasta que un camarero de esos bien sexys que trabajan allí me dijo eso, que el más solicitado de ese club es Hache, osea Hugo Hunther, que es un gigolo, ofrece su compañía a cambio de dinero.

Por Favor, Dame Lo Que Te Pido ·Saga Por Favor #2· ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora