Espero que hayan tenido o estén teniendo un hermoso día.
¿Listas para el último capítulo de este primer libro?, espero les guste, estaré avanzando con algunos capítulos de la segunda parte, será otro libro a parte, así que espero que también puedan seguir, tomaré un ligero descanso antes de poder continuar a escribir mis demás proyectos.
✿Escritura subida de tono, puede que encuentres algo que no te guste, abstente de comentar o reportar por que me cuesta trabajo escribir, así que chuchuchucontigo si no te gusta.
✿Smut del bueno y ligeras menciones de rape.
✿Si vez alguna falta de ortografía háganlo saber por privado.
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Hoseok quería matar a esas dos malditas perras, las quería destrozar, quemarlas en la hoguera y torturarlas, pero no tenía cabeza y solo quería encontrar a Abigail. Las noticias pasaron con tanta fuerza por todo el castillo que se sintió más estresado que nunca.
Su Abigail había sido llevada de sus brazos.
- todo es culpa de ustedes -
- claro que... -
- decidieron llevársela cuando pudieron dejarla en mi seguridad, si no... -
- príncipe Hoseok - habló Holidya sanando sus heridas con cautela, había caído entre todas las rosas del jardín imperial, tenía leves cortes en la cara, pero la mayoría estaba en sus brazos desnudos y piernas - la seguridad del castillo ha estado desprotegida, ¡fue el carruaje del palacio quien se llevó a mi amiga!, si hablamos de culpa entonces no me haga hablar.
Holidya gritó molesta, jamás se había enojado de esa manera, siempre fue Suri la gritaba o se enfadaba cuando hacían mal las cosas, jamás ella, pero Hoseok la había hecho molestar. "Maldito Príncipe" pensó
- Lidya - murmuró Suri tocando su hombro - no es momento de gritarnos, antes de que ese carruaje se fuera, el caballero Leejae corrió detrás de ellos, pude ver que había dos hombres por encima del carruaje, puede que esté con ella.
Hoseok apretó su mandíbula, quería matarlas, quería tanto matarlas, pero se contuvo, fue la maldita seguridad del palacio quien falló.
- todos los caballeros tienen detectores en sus espadas - mencionó Namjoon mirando a su hermano y luego a Suri - eres la encargada de todos los caballeros imperiales y exteriores, tienes el poder de usar tu magia para ubicarlos, si está con Abigail, entonces será mucho más fácil localizarlos de esa manera.
Suri asintió.
- bien - Suri tenía que regresar al ducado, con urgencia, allí tenía el poso de detección, le perteneció a su padre, ahora era de ella - tengo que ir al ducado.
- voy contigo - murmuró Alexander, entrando a la habitación - por órdenes del príncipe Hoseok.
La duquesa tuvo que asentir.
Mientras ambos salían, Holidya llamó a Hoshi.
- iré a decirle, hay árboles, mientras tenga flores puede ver algo más que nosotros - apresurada corrió hacia el castillo de invitados.
Hoseok quería quemar todo, si lo hacía ¿Podría encontrar a Abigail?, su mana jamás la atacaría, pero sí al resto de las personas, sería más rápido buscarla de esa manera.
- deja de pensar en quemar todo, hijo - el emperador de Solsio llegó junto a sus hombres - no es una buena idea hacerlo, créeme.
- hiciste lo mismo por mamá - mencionó restando importancia a lo que su padre le estaba diciendo.
- tu madre no me habló por tres largos años por eso, ¿crees que Abigail te perdonará? - preguntó mientras frotaba la espalda baja de su hijo - mandaremos a los mejores caballeros a buscarla, ¿entendido?
Hoseok parpadeo mientras recordaba la sonrisa de Abigail, ella lo había salvado.
Ahora tenía que salvarla.
- me voy a casar con ella - dijo desordenando su cabello hacia atrás.
- ¿me estás preguntando?, o ¿solo me informas lo que harás? - se burló el emperador, Hoseok era como él de joven, no pensaba que sacara su manera de ser, cuando era más joven, siempre fue tan moldeable como su madre, siempre se imaginó a Namjoon o Yoongi como él, pero desde que Abigail llegó a sus vidas, las cosas cambiaron.
- te informó, padre, que Abigail será mi mujer, al igual que el trono, nadie toca lo que es mío, incluso tú -
El emperador soltó una carcajada fuerte, se tocó el estómago por la fuerza en la que se estaba burlando.
- ¡entonces qué esperamos! - sonrió golpeando el hombro de su hijo - ¡traigan a la mujer y fuera emperatriz de Solsio con vida!
Los guardias a su mando gritaron bajo sus órdenes, cada uno se separó en diferentes direcciones, la tropa que siempre acompañaba al emperador eran entrenados desde que eran niños, infantes, los más ejemplares del reino y más leales, todo deseo que esté en la boca del futuro emperador, era deseo de ellos.
- ¡no pierdan a su futura emperatriz, soldados! - la orden se dio.
Hoseok mastico con fuerza, se acercó a la cintura de su padre y le arrebató su espada, el emperador iba a gritar, nadie que fuera tan fuerte podía agarrar su espada, nadie hasta ahora al parecer. La sorpresa de ver a su menor hijo sujetando su legendaria espada de guerra fue lo último para aclarar las dudas de la sucesión.
- iré por mi mujer - sentenció, con su magia de calor, la espada se bañó de energía solar con fuerza, lo levantó directo a la puerta y encestó un duro golpe, el emperador se sorprendió por la gran cantidad de mana que Hoseok desprendía. ¿Era así de fuerte su hijo?
El emperador se quedó mirándolo desde la entrada del palacio, como se subió al primer caballo que encontró y avanzó rápidamente por el norte, justo en dirección del carruaje que se llevó a Abigail.
Con una sonrisa, el emperador volvió a su palacio, dejando en manos a Hoseok de traer a su mujer.
