Sol Castillo, una joven Argentina que llega a Barcelona con un único propósito, ser una reconocida fisioterapeuta del mundo deportivo. Parece que solo tiene eso en mente y nada la podría descentrar de su objetivo, pero no contaba en que el conocer a...
Me llamo Pedro González, más conocido cómo Pedri, un joven de 19 años normal, pero podríamos decir que mi vida no es del todo corriente, soy jugador del Fútbol Club Barcelona desde hace ya 3 años, y también soy parte de la Selección Española.
Tengo una vida muy movediza, me paso la mayoría del día en el Camp Nou y en las Rozas entrenando, aunque tampoco me quejo, hago lo que me apasiona en compañía de mis compañeros de equipo y seleccion. De hecho, estoy aquí, en las Rozas ahora mismo...
- Busquets! Cámbiate por Pedri!
Oí la voz de mi entrenador Luis Enrique a lo lejos, supongo que me tocaba entrar en el campo...
El entrenamiento de hoy me había ido muy bien, cada día me veía mejor y en mejor forma física, pero por algún motivo hoy no estaba satisfecho y contento del todo.
- Pedri? Y Esa cara? Si has hecho un entrenamiento genial!
Me preguntó Ansu Fati, mi compañero de equipo, selección y mi mejor amigo desde la Masía.
- No, si no es por eso... - Le respondí con voz desanimada
- Ahh, entiendo, todo esto es por Valentina, verdad?
Iba a responder y a decirle que sí, que eso era lo que me pasaba, pero un segundo después de cruzar la puerta del vestuario un montón de voces me interrumpieron...
- Valentina? Ya estáis otra vez hablando de ella?
- Valentina otra vez...
- ¿Qué ha pasado ahora?
- Cual es el problema con ella esta vez...
Fueron unas de las muchas preguntas que dijeron mis compañeros de equipo, tampoco logré escucharlas todas porque hablaron a la vez.
Si había algún sitio en todo el estadio en el que cualquier cosa podría ser hablada sin tabús ni miramientos, ese era el vestuario, el plató de Sálvame Naranja se quedaba corto a esto.
- Nunca voy a entender cómo es que sigues con esa chica aún... - Dijo Gavi.
- Si! Con todo lo que te hace pasar! ¿Qué ha pasado esta vez?- Preguntó Azpilicueta sumándose a la conversación.
Miraba al suelo mientras suspiraba, sabía que a mis compañeros no les caía bien Valentina.
- No hemos discutido... - Respondí.
- Entonces cuál es el problema, ¿a qué vienen esos suspiros? - Añadió Piqué.
- El otro día fué nuestro aniversario, así que la llevé a cenar a su restaurante preferido. Todo iba bien, hasta que se fué al baño y dejó su móvil en la mesa...
- ¿Le miraste el móvil?? - Exclamó Ansu extrañado.
- No exactamente, como iba diciendo, la pantalla se encendió y ví un mensaje de su mejor amiga que decía lo siguiente:
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-Ya sabía yo que esa chica no era de fiar... Dijo Ansu con tono rabioso.
- Y qué vas a hacer ahora? Claramente no puedes estar con ella! - Exclamó Busquets
- No lo sé... Supongo que iré a casa y lo meditaré todo con calma, todo fue muy repentino... - Respondí.
Una vez acabada la tertúlia del día, todos los jugadores cogieron sus bolsas y se dirigieron a la salida para finalizar su largo y duro día de entrenamiento, hasta que Luis Enrique entra por la puerta y nos frena en seco.
- Esperad chicos! Antes de que os vayáis, necesito que mañana estéis una hora antes de lo habitual en el campo, llega la fisioterapeuta nueva y quiero que la conozcáis.
