En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADA

72

Unos días después.

Perspectiva de Dabi.

Los días pasaban y no había ningún tipo de señal de que despertase. A pesar de lo cansados que estábamos ninguno de los dos se movía de allí, ni siquiera para las revisiones. Los médicos iban nos miraban, nos curaban y se iban. Las comidas nos la traía siempre alguien. A veces venía a Shoto y de paso hablaba con T/n de cómo les estaba yendo en la escuela. Otras veces venía Aizawa para contarnos novedades de la comisión. 

Los primeros días, Keigo y yo ni nos hablábamos, compartíamos el mismo espacio sin dirigirnos la palabra, no lo hacía porque ya no lo quisiese, sino que las palabras no me salían, sentí que cualquier cosa que dijese no llegaría a nadie. Pero desde que él rompió a llorar aquel día, intento hablar lo más posible para que de alguna manera se pueda distraer. 

S: Tener esa cara tan larga no te pega en lo absoluto. - miré hacía la puerta. 

D: ¿Qué haces aquí, Shigaraki? 

S: Vengo a visitar a Shin. - se encogió de hombros. 

D: No me refiero a eso...¿Tú no deberías estar encerrado? 

T: Todos deberíamos estarlo. - apareció la rubia detrás suya. 

TW: Cierto, cierto.- apareció sin su máscara. 

D: ¿Pero qué demonios? - no entendía nada. 

S: Resulta que Shin estaba trabajando en otras cosas además de su padre y la comisión, también trato de salvarnos. - sonrió. - Al parecer escribió unos documentos que le dejó a Aizawa para abolirnos de cualquier problema legal siempre y cuando ayudásemos con la nueva sociedad. 

H: ¿Nueva sociedad? - preguntó. 

S: Como se nota que no salís de aquí...- suspiró. - La comisión como tal no ha desaparecido pero ahora no la dirigen las mismas personas. Shin escribió unas bases que se debían cumplir para que los errores del pasado no se cometieran y una de ellas es "No discriminar a nadie por su don"- la miró y sonrió.- ¿sabéis qué pone la letra pequeña? 

H: ¿Qué? 

S: "Ni los héroes son tan buenos, ni los villanos tan malos." 

D: Típico de esta loca. - la miré y le sonreí. 

S: Dabi, creo que no lo estás entendiendo del todo. 

D: ¿Qué? 

S: Eres libre, ya no eres un villano, eres simplemente quién quieras ser. No estás atado a nada, puedes ir a donde quieras ir. 

H: Eso quiere decir...- me miró emocionado. 

S: Ya podréis ser felices sin importar quiénes sois, de dónde venís, vuestros dones...simplemente podéis ser felices porque os amáis. 

D: Me cago en la puta, Shigaraki, es lo mejor que ha salido por tu boca en toda tu vida. - me levanté y corrí hasta Keigo para abrazarlo. - ¿Lo habéis oído? ¡Podemos hacer todo aquello que queríamos! 

H: Ahora no tendrás que quedarte en casa escondido siempre, podremos ir a dar paseos los tres, ir al cine, ir al parque...

D: ¿Has oído, Kitty? - le agarré la mano. - Ya podemos ser felices como queríamos ser. 

Todo se quedó en silencio menos por la máquina que solo sabía hacer "bip bip bip". Al verla ahí postrada en una cama con múltiples cables sin moverse, sin decir nada, sin siquiera poder mirarnos...Me derrumbé de nuevo y comencé a llorar. 

H: Touya...- me abrazó por la cintura. 

D: Lo siento...lo siento...

H: No tienes que disculparte. 

D: Solo quiero que se despierte...por favor, es lo único que te pido. 

Otro día. 

D: Keigo - lo llamé. 

H: ¿Sí? 

D: ¿No es bonito el atardecer? 

H: Sí, es hermoso. - me sonrió. 

Estábamos mirando la puesta de sol, sentados en el marco de la ventana. Tenía mi brazo por encima de los hombros del rubio, atrayéndolo hacia mi. El silencio, la paz que se respiraba se sentía extraña. Seguía faltando algo. Ella. 

H: Touya. 

D: ¿Sí? 

H: Te amo. - me dijo sin dejar de mirar el sol. 

D: Yo también te amo. - lo apreté más contra mi y le empecé a dar besos en la frente. - ¿Por qué tan hermoso? 

H: Simplemente quise decírtelo- se sonrojó. 

D: ¿De verdad? Deberías decirlo más a menudo...

Me acerqué y nos fundimos en un beso lento, tranquilo y bello. Últimamente en los brazos de este hombre me siento muy tranquilo, cuando lo miro, el tiempo se detiene en esa mirada tan linda que tiene. 

D: Eres tan bonito...- le agarré el mentón y nos volvimos a besar. 

H: Te has vuelto todo un caballero. - me sonreía. 

D: ¿Antes no lo era? 

H: Antes eras más burlón. - se acercó para besarme. 

D: Bueno, es que si ahora me rio de tus mini alitas al igual me tiras por la ventana. 

H: Muy bien pensado, la verdad. - me besó. 

D: Recuerdo la primera vez que T/n nos obligó a dormir juntos. 

H: ¿Por qué te acuerdas de eso ahora? - me miró extrañado. 

D: Porque esa noche cuando te dormiste, me planteé el tirarte por la ventana. 

H: ¿Qué?- me miró asombrado. 

D: Y ahora mismo, me tiraría detrás de ti. - lo miré. - Antes no quería ni verte y ahora no puedo imaginar una vida sin ti. 

H: Touya...

D: Antes no quería escuchar tu voz y ahora solo quiero oírte reír. Antes no quería ni mirarte a la cara y ahora solo quiero llenarla de besos. Antes no quería ni que me tocases y ahora anhelo cada uno de tus toques...Hemos cambiado el uno con el otro y eso fue gracias a ella, que de alguna manera nos juntó. 

H: Cuando quieres puedes hacerme llorar con facilidad. - estaba llorando. 

D: Hey, no llores. -le aparté las lágrimas con el dedo.

H: ¿Cómo me pides que no llore con lo bonito que te han quedado esas palabras? 

D: Como dijiste antes, simplemente quería decirlo. 

H: Tonto...

D: Vuestro tonto. - Ambos miramos a T/n que seguía en aquella cama con sus ojos cerrados. 

Cuando el sol se ocultó ambos nos sentamos en nuestras sillas, una a cada lado de la cama, ambos agarrándole la mano a nuestra novia por si en algún momento se movía. Con el paso de las horas nos fuimos quedando dormidos, yo luego que él. Lo último que recuerdo es apoyarme en la mano de T/n y que las lágrimas saliesen por solo desear que se despertara. 

En algún momento de la noche me desperté y fui directo al baño. Hice lo que tenía que hacer y al volver, la vi. Acostada en aquella cama con el sonido de aquella horrible máquina, con sus ojos que brillaban en la oscuridad observando como nuestros pequeño pollo dormía. Con su mano le acariciaba suavemente la cabeza. Yo no me podía mover del sitio, sentí que si lo hacía todo se desvanecería y ella volvería a tener sus ojos cerrados. Cuando me di cuenta, me estaba mirando con una sonrisa en la cara. Fue en ese entonces que las lágrimas volvieron a salir. 

D: T/n...- me acerqué lentamente. - Dime que no estoy soñando. Dime que estás despierta de verdad. Dime que ya no te vas a volver a ir. - me senté a su lado y le agarré la mano. - Dime, por favor...- mis lágrimas no dejaban de salir. 

H: Umh, Touya, ¿qué pasa? - levantó su cabeza lentamente. - ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? - Se giró lentamente en dirección de t/n y cuando la vio, abrió los ojos como platos.- ¿T/n? - él también empezó a llorar. - ¿No es mentira? ¿Estás aquí? - la abrazó. - T/n...¡T/N! 

-Ya estoy aquí. - pronunció con una gran sonrisa y lágrimas en su rostro.