Capítulo 6 - La boda

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2364, Nueva Montevideo, Catedral

En la gran catedral  Leonardo estaba de pie frente al obispo mientras esperaba a Sofia

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En la gran catedral  Leonardo estaba de pie frente al obispo mientras esperaba a Sofia. Estaba nervioso ya que creía que era una pequeña ceremonia por lo rápido que se organizo. Pero no era así, ni siquiera las bodas de las celebridades eran tan granes. Habían más de 100 personas dentro de la iglesia, y miles más esperando afuera.

-Oh... entonces es el... el emperador Leonardo, ¿no? -Susurro un oligarca.

-No se si esta bien tener a un cavernicola como emperador. -Susurro otro oligarca.

-Ten un poco más de respeto. Puede que sea un primitivo, pero no es un cavernicola. -Susurro un político.

-Si solo hubiera una forma, podríamos saber que es lo que le gusta a su Majestad Imperial, podemos usar eso como excusa para acercarnos a él. -Susurro un oligarca.

-Podríamos ofrecerle una concubina. Escuche un rumor de que el emperador le gusta las pelirrojas. -Susurro otro oligarca.

Leonardo no paraba de escuchar los susurros de los oligarcas gracias a sus sentidos mejorados. Esto le recordaba a los oligarcas rusos de la Rusia post-sovietica, algo que le molestaba mucho.

Luego de tanta espera, entro Sofia acompañada por su padre, Mauricio Ponce. Sofia vestía con un hermoso vestido blanco de bodas. La pareja camina hasta el altar.

Mauricio, un hombre cuya apariencia parece la de un hombre de 40 años, pero su edad real es 61. La percepción de la edad de Leonardo está muy descalibrada.

Mauricio mira de reojo a Leonardo antes de entregarle a Sofia.

*     *     *

-... puede besar a la novia. -Dijo el obispo.

Leonardo no le gusta ser forzado a besar a una mujer que no le gusta, pero no tiene opción. Por lo que al mirar a Sofia piensa en la mujer que le gusta, Jazmín.

Los invitados empiezan a aplaudir al ver que la pareja ya está casada.

*     *     *

Horas después, en el Palacio Imperial.

En el dormitorio de Leonardo y Sofia. Ambos están sentados en la cama uno al lado del otro vestidos con ropa de dormir. Leonardo vestía con pantalón corto con sudadera, mientras que Sofia vestía con un camison blanco.

Llevan sentados así por casi diez minutos.

Leonardo mira a Sofia y deduce que esta asustada. Solo espera que este lo suficiente como para no querer hacerlo.

-Sofia, ¿porque no lo dejamos y dormimos en habitaciones separadas?

-¡No! -Dijo Sofia mientras se levantaba rápidamente de la cama.

Ya de pie, Sofia se para frente a Leonardo y lo mira a los ojos. Pero sus ojos parecían mostrar miedo y duda disfrazados con determinación.

-¡S-Solo me estoy armando de valor! ¡Pero te aseguro de que hoy tendremos sexo! -Dijo Sofia con determinación.

Dormí por 300 años y terminé convirtiéndome en el emperador de la humanidad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora