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Cada mañana era una rutina similar, levantarme, bañarme, ponerme un traje, desayunar algo y salir de casa camino al trabajo, lo único que había cambiado desde hace unas semanas es que cada mañana, Ivy también salía de casa al mismo tiempo que yo, bajamos juntos las escaleras platicando de cosas sin importancia pero divertidas, saludábamos al hombre que estaba en la entrada del edificio como vigilante, caminábamos a la parada de autobuses y nos despedíamos, depende de cual autobús llegara primero, era quien se iba primero.

Después era llegar al trabajo y hacer lo mío hasta la hora de la salida.

-Siempre llegas a tiempo

Mi amigo, mi único amigo con el que realmente me llevaba bien, se acercó a mi escritorio para darme una lata de café frío que consiguió de la máquina expendedora que había en nuestro piso.

-Me gusta llegar puntual –tomé la lata

-¿En serio? –le dio un trago a su bebida y se sentó sobre mi escritorio -¿O es porque ella siempre salé a la misma hora de casa?

-No voy a alterar mi sueño por verla a ella

-Como digas, es más fácil que te lo creas tú mismo

-Es verdad

-Sí, sí –le dio un nuevo trago a su bebida -¿Recuerdas lo que te mencione la ultima vez?

Hace unos días, lo había invitado a casa a jugar videojuegos un rato y cuando llegamos a casa, Ivy iba llegando también por eso los presente, pero cuando estuvimos en casa él me dijo que había visto a Ivy en otro lado, pero no recordaba en dónde, lo que era imposible porque nosotros dos hemos vivido en esta ciudad desde que nacimos y ella se acababa de mudar de xxx, así que era imposible que la hubiera visto en otro lado.

Pero al final y por su insistencia, le di todos los datos que tenía de ella.

-Sí, lo recuerdo –dije

-Ya sé de dónde la había visto antes

-¿Una fiesta? –lo miré

-Ja, no, soy más tranquilo de lo que aparento, no suelo ir a muchas fiestas

-Bueno ¿Entonces de dónde la conoces?

Llevaba una carpeta en la mano, dejó su bebida sobre mi escritorio y abrió esa carpeta de dónde sacó una hoja que había imprimido y me la entrego.

En la hoja estaba la impresión de una nota de un sitio de noticias. Estaba la foto de Ivy y un título enorme.

Desaparece joven en carretera.

Una joven desaparece en la carretera xxx después de visitar a una amiga, sus padres dieron aviso a las autoridades por la tarde del día siguiente ya que ella vivía sola. Su amiga dio datos de dónde y cuándo fue la última vez que la vio lo que llevó a la policía a la carretera xxx dónde solamente se encontró su auto, sin señales de forcejeo o sin pruebas de que ella pudiera estar herida.

Sus padres han comenzado la búsqueda de la mano de la policía, pero a la fecha, después de 3 días desaparecida, no han encontrado ningún rastro, al momento no hay detenidos ni sospechosos.

¿Ella estuvo desaparecida?

Por la fecha de la noticia, esto había sido hace un año exactamente.

-¿Qué pasó después? –pregunté

-Eso es lo más curioso del caso

-¿De qué hablas?

Me entregó otra hoja, pero él me resumió lo que decía.

-La encontraron un mes y medio después de haber desaparecido

-¿Dónde?

-En el mismo lugar donde desapareció, la encontraron inconsciente y con la misma ropa. Las cosas raras, la ropa que llevaba estaban limpias como para haber pasado tanto tiempo en el bosque o secuestrada, a menos que el secuestrador fuera considerado y la dejara lavar su ropa y bañarse, además, no estaba en malas condiciones, estaba hidratada y alimentada, tenía algunas heridas en las manos, como si se hubiera cortado con algo, pero ninguna herida que pusiera su vida en peligro

-¿Qué dijo ella?

-Nada

-¿Nada? –lo miré

-No, la policía y sus padres le preguntaron muchas veces qué había pasado en ese tiempo que desapareció, pero ella siempre dijo que no recordaba nada

-¿Y la policía se quedó con eso?

-Bueno, si no hay a quién señalar ¿Qué más pueden hacer? Ella no dijo quién le había hecho eso y por eso no hubo culpables

-¿Está protegiendo a su secuestrador?

-Bueno, para empezar, no sabemos si fue secuestrada

-¿Alguna otra explicación? Despareció por casi dos meses y reapareció con heridas en las manos, eso es más que obvio que fue un secuestro

-Bueno, entonces ¿Por qué la dejó ir?

-Ella escapo

-¿Por qué tenía la ropa limpia? ¿Por qué ella estaba limpia? ¿Por qué no estaba deshidratada? ¿Por qué no estaba desnutrida?

-Un... ¿Buen secuestrador?

-Puede ser, pero, no me convence –tomó su bebida –deberías preguntarle –me dio una sonrisa y se fue

Ciertamente me sorprendía que una persona cercana a mi hubiera vivido algo como esto, pero con la noticia de su encuentro y lo raro que resultaba esto, me daba curiosidad saber qué había pasado realmente en todo ese tiempo que estuvo desaparecida.

En todo el día no había podido dejar de pensar y de hacerme ideas de lo que pudo haber pasado con Ivy, si ella escapo, si la dejó ir, si se escondió todo ese tiempo, pero ninguna de ella se quedaba como la definitiva, incluso la idea de que ella se hubiera ganado el favor de su secuestrador al punto de que la dejara comer bien, bañarse y lavar su ropa pasó por mi cabeza y me hizo enojar que tal vez ella le tomó tanto cariño como para no delatarlo cuando fue libre.

Sería molesto si es de ese modo, ese hombre es un peligro y ella lo está dejando ser por no decir la verdad, por eso en cuento llegué a casa no pude evitar ponerme a investigar más sobre ella, pero lo que encontré no fue de mucha ayuda, solo la noticia de su desaparición, el seguimiento de muchas personas durante ese mes y medio y al final el cómo la encontraron, el hecho de las personas esperando que tuviera un culpable que recibiera su castigo, pero también la noticia de la policía diciendo que la víctima no recordaba nada y por ende las teorías que yo mismo me había formulado en la cabeza, pero nada, más y por el tiempo que había pasado el interés en el caso ahora era casi nulo.



Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora