BAD BLOODㅣMarkHyuck-NoMinㅣ

Luna creciente

El bosque se sentía tan pacífico con las hojas de los árboles meciéndose lentamente en una tarde de primavera, mientras de las cabañas cercanas al bosque, las pequeñas chimeneas soltaban humo. Era cerca de la hora de cenar, el sol se ocultaba lentamente, dejando a su paso un hermoso color rojizo y naranja.

La tranquilidad solo fue interrumpida por la respiración agitada del pequeño hijo del líder de la manada del Este. El niño corría de manera que, con cada paso que daba, se podía observar el rastro de las pequeñas botas de cuero que llevaba, por obligación de su padre omega.

- ¡HaeChan! - Se escuchó llamar con cariño a la señora Kang que lo cuidaba desde que nació- ¡Pequeño HaeChan! -

Aunque su verdadero nombre era DongHyuck, él había pedido encarecidamente a su querida nana que lo llamara HaeChan, así como el sol que brillaba en el logo que su padre llevaba en su pecho como líder de la manada.

DongHyuck por su parte, les restó importancia a los llamados dulces de la señora, aunque no pudo evitar dejar de correr al sentir sus pequeñas piernas cansadas. Sentía que se encontraba lo suficientemente lejos de su casa como para que sus padres lo obligaran a entrar, aunque eso sería imposible, porque ellos seguro se encontrarían ocupados con las nuevas visitas.

El pequeño niño estaba cansado de ver caras nuevas cada dos por tres. Pero para su padre omega, parecía tener como pasatiempo favorito invitar potenciales pretendientes, futuros alfas, para que conozcan a su hijo menor. DongHyuck estaba harto de que su padre asuma que sería un omega en un futuro no muy lejano, sin embargo, odiaba aún más que armen su matrimonio y vida como si fuera un rompecabezas.

DongHyuck terminó soltando una dulce risilla, mientras veía el largo tramo que lo separaba de su casa. Se sentía malvado, podría ser que ese día, que el pequeño DongHyuck al fin escaparía de la gran fortaleza que era su casa.

Se reintegró, con la mentalidad de seguir corriendo aún más lejos. Después de todo, si existía la mínima posibilidad de que su padre, el gran alfa, Johnny Suh, se percatara de que no estaba en casa, no dudaría en buscarlo en su forma animal, es decir, lo atraparía en un abrir y cerrar de ojos.

Aunque no se percataba que el rastro que dejaban sus botas dejaba muy en descubierto su ubicación, y esa era pista suficiente para que su padre lo atrape.

Además, siendo un cachorro único, tenía la capacidad de transformarse en un lobo a temprana edad, eso también le otorgaba la desventaja de dejar su dulce olor a inocencia por el lugar por el que pasaba. Sin embargo, para DongHyuck su poder de convertirse en lobo, era lo suficientemente imperceptible para sus padres, ya que su hermano también tenía esa facultad. Por lo cual llevaba la gran hipótesis de que su olor sería fácilmente confundido con el de su hermano mayor, SiCheng el omega más perfecto que haya pisado su manada.

Una vez llegó al sector del bosque que podía solo ocupaban los guardias para vigilar los límites de la manada y la familia real tenía prohibido intervenir, sintió que era suficiente. Terminó tumbado sobre el montón de hojas secas que le pareció más cómodo, y así intentar regular su agitada respiración.

Abrió sus grandes ojos observando el cielo del atardecer, pronto sería de noche, en ese momento sería hora de regresar y hacer como si nada hubiera pasado. En ese momento, giró su rostro hacia el montón de árboles que se encontraba a su lado, lo pensó unos minutos, sería divertido.

Terminó por quitarse la chaqueta que le molestaba, y supuso que ese amplio claro en el bosque era el escenario con el que soñaba, mientras que los árboles a su alrededor representaban al público enloquecido por escuchar la voz del impresionante Suh DongHyuck.