Todos los invitados ya habían llegado, eran pocos, pero eran los que de verdad importaban.
Los Yamanaka y Nara por supuesto que estaban ahí. Ino y Shikamaru trataban de darle animos a Choji, él estaba contento pero terriblemente deprimido por tener que soltar a su preciosa hija.
Los Sabaku No también estaban ahí, a las espaldas de Shinki para darle apoyo y recibir a su nueva integrante con los brazos abiertos, aunque lo harían formalmente en unos días más, durante la boda.Sarada, Mitsuki y la familia Uzumaki eran los últimos invitados, eran cercanos a la familia y honrados de haber sido invitados para la cena.
La boda igual sería pequeña, pero tendría más invitados y más formal, pero este podría ser una pequeña entrada a la boda.
Todos estaban ya sentados en la larga mesa que había en el patio trasero, la mesa era lo suficientemente larga como para recibir a todos los invitados.
La cena ya estaba servida, pero había algo que debía ocurrir antes de degustar.Shinki se puso de pie, todos guardaron silencio, en realidad todos sabían porque estaban en ese lugar.
Era un momento dulce, lo suficiente para que Sarada olvidara el amargo sabor que tenía en boca hace unos momentos.
Ella tenía una abierta sonrisa mientras veía a Shinki parado junto a Chouchou y dándole la cara a Choji.— Se que sabe lo que tengo que decirle, pero hay otras cosas que quisiera decir... —la voz seria de Shinki se escuchaba diferente a lo normal, seguía siendo sería y firme, pero con menos severidad en sus palabras, además de darle un tono importante— ...se que ama a su hija y lo unido que es a ella, por lo que no quisiera que usted sintiera nuestro matrimonio como una forma de arrebatar a su hija de su lado, solo que yo amo a Chouchou tanto como usted y también quiero tenerla junto a mí, por eso creo que ha llegado el momento de que sea así... —Todos en la mesa sonreían.
Todos sabían el inmenso esfuerzo que Shinki estaba haciendo al hablar sobre eso delante de tantas personas, siempre había sido reservado cuando se trataba de su relación y lo que sentía, pero esta vez había tumbado aquella barrera.
Gaara veía orgulloso a su hijo, definitivamente ya había crecido y su hijo delante de él era un adulto hecho y derecho
— Señor Akimichi ¿me da permiso de casarme con su hija?
Todos desviaron su mirada hacia quien estaba sentado en la cabecera de la mesa, algunos aguantando la respiración.
Sabían que daría su aprobación, pero así como todo podía entrar por esa gran boca, todo podía salir.Pasaron unos segundos de silencio, Karui le dio un codazo a su marido para que respondiera, podía ser que Choji estuviera pensando en formas de no dar su permiso y cancelar todo para que su pequeña Chouchou se quedara por siempre en Konoha debajo de su techo y siempre a su lado de una forma amable.
Aunque sabía en el fondo que jamas podría hacer eso.
Su preciosa hija se veía tan feliz con el callado joven de Suna.— Me duele dejarla ir, pero quiero que sea feliz. Les doy más que mi bendición, les deseo todo lo bueno
Unos suspiros de alivio salieron de algunas bocas al escuchar esas palabras.
Es que Choji podía llegar a ser un padre muy sobreprotector y el miedo de que hiciera una de sus locuras estaba en algunos.Chouchou se abalanzó a su padre y lo abrazó, todos en la mesa se levantaron a felicitar a los futuros novios, y a darle algunos consuelos a Choji.
La cena ya estaba un poco fría pero a nadie le importaba en un momento así.
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Lejanos || Shikasara
FanfictionLos finales felices no siempre son posibles en su totalidad. La mayor tortura de Sarada y Shikadai no fue separarse de aquel amor joven que vivieron por un tiempo, lo peor fue estar condenados a verse todos los días sabiendo que no podrían estar jun...